México 2018: La elección presidencial en los estados

Instituto Nacional Electoral

México 2018: La elección presidencial en los estados

Autor: René Valdiviezo S.

Presentación

Con la reforma electoral de 2014 y la nacionalización del sistema electoral mexicano se apostó por concentrar esfuerzos en la homologación de los estándares en la organización de las elecciones, es decir, reconociendo que los contextos particulares de cada elección importan y juegan un papel determinante debía, sin embargo, transitarse a un modelo que garantizara, en primer lugar, que todos los comicios en el país fueran organizados bajo los parámetros técnicos que el entonces Instituto Federal Electoral había alcanzado en las dos décadas anteriores y, en segundo lugar, generar nuevas y mayores condiciones tanto de competencia como de arbitraje y rendición de cuentas por parte de los partidos políticos y las y los contendientes en general. Con ello, se conformó un nuevo sistema electoral con un andamiaje legal, procedimental y administrativo de alta complejidad.

A lo anterior se sumó el no menor reto logístico de iniciar la sincronización en las fechas de las jornadas electorales locales con la jornada federal de cada tres años, con el objeto de conformar sinergias que fortalecieran tanto la participación ciudadana en ambas elecciones como la competencia electoral en los distintos órdenes de gobierno al situar en una sola fecha, de forma coincidente, comicios diversos del ámbito federal, estatal y municipal.

En esas condiciones asistimos a las, hasta entonces, elecciones más grandes y complejas de nuestra historia, por sus distintas dimensiones, bajo un nuevo paradigma de elecciones concurrentes. Es desde esa óptica que me congratulo en presentar esta obra coordinada por René Valdiviezo, México 2018: la elección presidencial en los estados, que aborda el contexto en el que se desarrollaron las elecciones en el país en ese nuevo marco, reconociendo que analizar una misma elección desde la óptica estatal (local), con sus distintos contextos espaciales y, por ende, políticos y culturales, nos ofrece una panorámica mucho más amplia y rica del proceso comicial al ahondar en los diversos tipos de relaciones, influencias y efectos que guardan tales contextos particulares con el proceso electoral nacional, permitiendo así una mejor y más pertinente perspectiva para el análisis.

Es así que, a partir de una metodología muy rigurosa, se recoge, en cada entidad, desde la pluma de cada uno de los autores y autoras, el contexto político local, los antecedentes electorales, las alianzas electorales locales, el desarrollo de las campañas presidenciales y los resultados de la elección presidencial, dando cuenta de cómo, en lugar de una elección presidencial en 2018, hubo en realidad muchas elecciones marcadas por sus propias características locales.

Así, por ejemplo, en el caso de la Ciudad de México las y los autores concluyen que la fuerte “[…] identidad entre los diversos candidatos de Morena y su abanderado a la Presidencia de la República” permitieron consolidar un triunfo poco usual en el contexto de elecciones competidas que fue la conformación de un gobierno sin contrapesos en el ámbito local.

Sin embargo, eso que fue particularmente notorio en la capital del país y que se reprodujo en diversos estados de la República, dista de ser una historia generalizada en todas las entidades del país. Desde la óptica regional, particular interés suscita el caso, por ejemplo, de Guanajuato, el cual demostró que en entidades de hegemonía histórica de algún partido no se observaron desafíos para mantener el control de los cacicazgos locales.

En otras entidades, como Querétaro, lejos del efecto arrastre, se observó la sofisticación del voto ciudadano mediante la diferenciación del sufragio en los distintos niveles y ámbitos de gobierno, apostando por la construcción de un esquema de contrapesos en el que nadie gana todo ni pierde todo, y en el que incluso entraron en juego de forma novedosa las candidaturas independientes como una opción para el electorado cansado de las opciones tradicionales.

Asimismo, el análisis de la competencia política desde el ámbito local permite advertir que los partidos tradicionales enfrentan crisis importantes en su seno, como instituciones políticas, que explican algunos de los resultados electorales, por ejemplo, como señala Luis Miguel Rionda: “desdibujamiento identitario, debilitamiento de sus estructuras territoriales, anacronismo en sus ofertas, corrupción interna […]”, entre muchas otras.

La lectura de este libro es fundamental para entender las profundas implicaciones de la reforma electoral de 2014 y la conformación de un nuevo sistema nacional electoral que ha interconectado, como nunca antes, los procesos electorales de todos los ámbitos de gobierno. La fortaleza teórica y metodológica con que está diseñada esta obra permite tener una guía conceptual en cada uno de los capítulos, dirigidos a escudriñar la elección presidencial de 2018 desde el ámbito local, dejando emerger la relevancia fundamental de los contextos territoriales y sociopolíticos en la evolución de nuestra democracia.

Con esta breve presentación invito a quienes tienen en sus manos este libro a adentrarse en una lectura cuidadosa de la obra que el Instituto Nacional Electoral coedita con la Sociedad Mexicana de Estudios Electorales, pues se trata de un serio, ambicioso y coordinado proyecto de investigación que arroja luz sobre la elección presidencial de 2018, demostrando que su historia es múltiple y mucho más rica de lo que el mero resultado electoral permite advertir a primera vista.

Martín Faz Mora
Consejero Electoral del Instituto Nacional Electoral

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