La autonomía y su significado para las instituciones de educación superior
M. Rocío Huerta Cuervo
Introducción
A partir de la década de los 90, las universidades de todo el mundo, intensamente impulsadas por la globalización económica y tecnológica, se dieron a la tarea de reflexionar sobre su situación, retos y perspectivas. La Declaración de Bologna, firmada en 1999, por 29 países europeos, surgió como una alianza para construir un espacio común de educación superior en Europa a fin de mejorar la calidad de sus universidades y alcanzar la convergencia en la formación de profesionales, así como en el desarrollo científico y tecnológico.
Paralelamente, organismos internacionales como el Banco Mundial (BM), la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), la Comisión
Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), han desempeñado un papel de liderazgo en el análisis del estado de la educación superior y han sugerido al respecto recomendaciones dirigidas a los gobiernos y a sus IES que han tenido un impacto significativo en las diversas regiones del mundo (Rodríguez y Alcántara, 2003).
De la abultada cantidad de informes emanados de estos organismos internacionales, hay destacados elementos de diagnóstico coincidentes como:
- Mala calidad de la educación superior como resultado de su crecimiento exponencial y de las severas restricciones económicas para su sustentación.
- Ineficiencia en el uso de los subsidios gubernamentales.
- Problemas de inequidad en cuanto a que la educación superior absorbe más subsidios que la básica, y quienes llegan a ese nivel no son los de menores recursos (Kent, 1995).
El concepto de educación superior como bien público y su importancia como mecanismo de creación de valor para las economías favoreció que cobrara fuerza en las agendas gubernamentales internacionales. Actualmente más de 143 millones de personas en el mundo cursan estudios superiores (Unesco, 2006). Aunque las diferencias de matriculación en las distintas regiones son muy pronunciadas, hay una tendencia generalizada a incrementarse.
Mientras en América del Norte y Europa occidental la tasa bruta de matriculación es mayor al 70% en promedio, en Europa central y del este es de 54%, en América Latina y el Caribe, Asia oriental y del Pacífico de 28%, en Asia central 25%, en los Estados Árabes 21%, Asia occidental y del sur 11%, y en África subsahariana apenas 5% (Unesco, 2006).
En México, al igual que en otras latitudes, se analizaron las condiciones, retos y perspectivas, y se alentaron los procesos de reflexión en las IES tanto públicas como privadas. A partir de allí, un conjunto de cambios comenzaron a activarse, especialmente, los referidos a los procesos de planeación estratégica y, como consecuencia, de reformas a los modelos educativos (Anuies, 1998).
Los informes de los organismos internacionales como el presentado por la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (Anuies), reiteran la importancia de la autonomía como elemento fortalecedor de las IES. La Unesco (1998, p. 24), concluyó Academic freedom in higher education and its wide autonomy are essentials for the institutions to perform their mission —la libertad académica en la educación superior y una amplia autonomía son esenciales que para las instituciones lleven a cabo su misión— por su parte la Anuies (1998, p, 148), en sus postulados orientadores indica: La naturaleza de las IES hace necesario, para su buen funcionamiento, que la organización de las actividades, y en general, la toma de decisiones, se hagan mediante mecanismos establecidos y operados internamente, principalmente por sus cuerpos académicos y sin interferencia de intereses externos.
Los informes mencionados reiteran que la calidad y el buen desempeño de las IES, además de estar asociados con factores de tipo educativo —formación de profesores, pertinencia de los currículos, infraestructura adecuada, desarrollo de la investigación, sistemas de tutoría, entre otros— y con presupuestos suficientes y eficientemente canalizados, también deben estar relacionados con formas organizacionales abiertas, de mayor horizontalidad entre sus miembros, de colegialidad en la toma de decisiones, proclives a la evaluación constante y al ejercicio pleno de la autonomía.
En el año 2008, más de 2 millones 750 mil personas cursaron el nivel medio superior en México, esto es 29% en relación con la población total entre los 20 y 24 años (Inegi, 2005). El presupuesto asignado a este nivel educativo superó los 100 mil millones de pesos —116 mil 376 millones de pesos, en 2010, por acuerdo de la Cámara de Diputados— por lo que resulta fundamental el análisis de las políticas públicas hacia ese sector de la actividad gubernamental.
Durante 2008, en México, había 872 IES, que coordinaron mil 796 escuelas en donde se impartieron carreras a nivel de licenciatura y posgrado. De éstas, 407 eran normales estatales y seis normales federales, 191 universidades federales no autónomas con presencia local o regional, exclusivamente, 226 universidades estatales no autónomas y 42 universidades autónomas (SEP, Upepe, 2009). Además, se identificaron 88 centros de estudios para técnicos superiores, no considerados universidades. De la totalidad de IES —universidades— las federales con presencia nacional —diferentes a las normales federales y a la Universidad Pedagógica Nacional (UPN)— son: Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), Instituto Politécnico Nacional (IPN), y la Universidad Autónoma de Chapingo (UACH). De estas últimas, solo el Instituto Politécnico Nacional (IPN), tiene estatus legal de heteronomía (Bryman, 2008).
Así, el objetivo del presente ensayo es hacer una revisión general de la evolución de la autonomía universitaria como característica organizacional de las IES que, si bien no suprime los conflictos derivados de los intereses de los agentes que interna y externamente actúan en éstas, genera las mejores condiciones para que puedan cumplir con las funciones que socialmente se les han asignado y con su misión institucional.
[Texto tomado de Innovación Educativa]
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