Inauguración de la 3a Semana Nacional de las Ciencias Sociales

El Consejo Mexicano de Ciencias Sociales (COMECSO) es una asociación civil de personas morales fundada en 1977 que tiene entre sus objetivos:

• el desarrollo de investigación y estudios científicos para el conocimiento, la explicación y la crítica de la realidad social y de su proceso histórico, así como estimular la formulación de aportes teóricos y metodológicos en el campo de las ciencias sociales;
• coadyuvar a que los resultados y conclusiones de la investigación en ciencias sociales proporcionen una base científica para la solución de los problemas sociales del país;
• propiciar y contribuir al intercambio de información sobre las investigaciones y programas académicos que estén siendo realizadas por las instituciones asociadas.

En ese marco y a partir de esa misión, el COMECSO convocó a la Semana Nacional de las Ciencias Sociales (SNCS) que, por tercer año consecutivo, se realiza en nuestro país. En esta ocasión, el programa de la SNCS consta de 170 actividades virtuales organizadas por 88 entidades académicas de 44 universidades e instituciones de educación superior del país y tres del extranjero dedicadas a las ciencias sociales.

El propósito de las SNCS es, ha sido desde un principio:

• fomentar la divulgación de conocimientos, evaluaciones, hallazgos y resultados de investigación en las ciencias sociales a públicos académicos y extra-académicos, es decir, que el conocimiento que se genera y que tiene utilidad se comunique, se trasmita a la sociedad civil, al gobierno, a las empresas, a los medios de comunicación para que pueda ser conocido y pueda ser mejor aprovechado;
• estimular las interacciones entre estudiosos de distintos niveles, disciplinas y áreas temáticas de las ciencias sociales, y públicos extra-académicos. Nos interesa mucho fomentar la colaboración, la cooperación, el trabajo conjunto entre especialistas en ciencias sociales, pero también que esa información rebase las fronteras académicas y que llegue a todo el público que pudiera estar interesado en aprovechar esos conocimientos;
• fortalecer la identidad, el espíritu de comunidad académica, la imagen, credibilidad y relevancia de las ciencias sociales para la generación de conocimiento y la comprensión y solución de diversos problemas que son su materia de estudio. Esto también nos parece que es de la mayor importancia: tratar de construir una comunidad académica que colabora, que coopera, que se critica y que lo hace para avanzar en la mejora de las teorías, los métodos y para refinar diagnósticos y propuestas de intervención. La construcción de una comunidad académica tiene un importancia imposible de exagerar porque los esfuerzos individuales tienen un límite que puede ser superado por el trabajo colectivo, no sólo del personal académico adscrito a una misma entidad o por los especialistas en alguna disciplina en particular, sino por el conjunto de especialistas en las ciencias sociales en diferentes áreas del conocimiento que se encuentran distribuidos en el país y en el extranjero;
• exponer de qué manera las ciencias sociales pueden mejorar e incrementar su contribución a la comprensión y anticipación de lo que viene tras la pandemia del COVID-19 y qué formas de intervención social y política debieran implementarse. Aquí en lo que estamos pensando es que el conocimiento, la experiencia, las nuevas investigaciones que se hagan desde las ciencias sociales sobre los efectos de la pandemia puedan servir para la toma de decisiones y para la atención y solución de problemas diversos que aquejan al país.

Muchos de quienes nos dedicamos al estudio, docencia e investigación en ciencias sociales estamos convencidos de que debemos redoblar esfuerzos a fin de difundir mejor y más lejos los resultados y la importancia de nuestros trabajos para la comprensión de los problemas que enfrenta el país y el diseño de formas de intervención que los atiendan, particularmente en estos tiempos, en los que la pandemia y el confinamiento han agravado problemas pre-existentes, y provocado inesperadas y severas consecuencias sociales, económicas, políticas y psicológicas muchas de ellas desconocidas aún en su alcance, en su extensión, en su gravedad, en su profundidad, pero deben ser estudiadas y comprendidas a fin de ser debida y eficazmente atendidas.

Las ciencias sociales tienen el reto de proveer a los ciudadanos, a las organizaciones de todo tipo y a las instituciones de los conocimientos, experiencias y diagnósticos a su alcance, a fin de que tomen decisiones basadas en evidencias que impidan que los problemas sociales que nos aquejan se prolonguen, se profundicen y que, por el contrario, empiecen a entrar en un camino de atención y solución.

La SNCS abre una oportunidad muy importante para que las ciencias sociales se presenten más allá de los ámbitos en los que ya son conocidas y reconocidas, y de generar oportunidades de vinculación que puedan redundar en una creciente apropiación social del conocimiento y en formas de intervención que tengan mayor capacidad de alcanzar sus objetivos, de atender y resolver problemas. Esa es nuestra aspiración, eso es lo que nos motiva para convocar a las semanas nacionales de las ciencias sociales, el que nos conozcamos mejor entre los especialistas, que estemos más dispuestos a aprender unos de otros, a leernos, a criticarnos, a colaborar y a poner al servicio de los tomadores de decisiones en todo tipo de organizaciones e instituciones lo que sabemos y a averiguar lo que aún desconocemos.

Agradecemos a los Coordinadores su trabajo para organizar la SNCS en sus entidades académicas. Gracias a ellos integramos un programa tan amplio y rico. Algunas de estas actividades, como podrán ustedes apreciar, son de consumo interno de las ciencias sociales (como las dedicados a la teoría y metodología) y de grupos de trabajo que hasta ahora se han mantenido relativamente aislados de colegas que se hacen las mismas preguntas que ellos, pero lo hacen desde perspectivas teóricas y disciplinarias distintas. Todavía hay casos en los que la selección de perspectiva teórica está motivada por criterios ideológicos o disciplinarios, no por la capacidad explicativa de las teorías ni por su capacidad para inspirar formas viables de intervención social y gubernamental. Puede ser que esas actividades no despierten mayor interés en públicos extra-académicos o más allá de limitadas perspectivas teóricas, disciplinarias o ideológicas. Pero también van a encontrar muchas actividades dedicadas a comprender, a analizar, a hacer diagnósticos y propuestas de atención aquí y ahora de algunos de los problemas más acuciantes de nuestro tiempo.

No me queda más que agradecer al equipo del COMECSO que ha hecho posible la organización de la 3SNCS, pedirles a ustedes que consulten el programa en línea que está en el portal del COMECSO, que consideren que los horarios de las actividades que están ahí programadas corresponden a los horarios locales, los cuales pueden ser diferentes al horario del centro. Finalmente, es nuestro deseo que  aprovechen las actividades académicas que se desarrollarán en los próximos días, la mayoría de las cuales quedarán grabadas para que puedan ser consultadas posteriormente.

Le cedo la palabra al Dr. Mauricio Sánchez Menchero, director del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades (CEIICH) de la Universidad Nacional Autónoma de México, Centro que generosamente hospeda la sede del COMECSO, y le pido que nos haga el favor de dirigirnos unas palabras y declarar inaugurada la SNCS en su tercera emisión. Muchas gracias, buen día y que disfruten de esta semana nacional.

Dr. Jorge Cadena-Roa
Investigador del CEIICH-UNAM
Secretario Ejecutivo del COMECSO

Los jardines vecinos

Muy buenos días tengan todas y todos ustedes presentes de manera virtual. Tengo el gusto de compartir el comienzo de esta 3a Semana Nacional de las Ciencias Sociales (3SNCS), en la que se realizarán actividades académicas orientadas a la información, comunicación y generación de conocimiento en los campos de la docencia, la investigación y la innovación en las Ciencias Sociales.

Se trata de una meta que procura difundir el trabajo académico y científico realizado por los investigadores de las ciencias sociales, gracias a la tarea de coordinación que lleva a cabo el Consejo Mexicano de Ciencias Sociales (COMECSO), A. C., cuya cede actualmente es el Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades (CEIICH), instancia de la UNAM que me honro en dirigir mediante un trabajo colectivo con las y los académicos de esta dependencia que, por cierto, el próximo año celebrará su 35 aniversario.

La apuesta del CEIICH es precisamente el trabajo colaborativo que busca evitar los muros infranqueables. Es decir, aquellas fronteras que pretenden marcar demarcaciones entre grupos disciplinarios. Lo que terminan por realizar estas barreras es la imposición de diferenciaciones basadas en un proceso de categorización que genera, por principio, estereotipos: imágenes o ideas impuestas por incomprensión o celo de un grupo disciplinario a otro, muchas veces con carácter de inmutable, aunque a fin de cuentas se trate de la misma realidad social que se busca estudiar.

Sobre este asunto de fronteras, el francés Lucien Febvre animaba a sus colegas historiadores, en la década de los treinta -justo cuando Febvre junto con Marc Bloch comenzó la edición de la famosa revista de Annales-; pues bien, Febvre animaba a sus colegas a que estuvieran menos encerrados en sus propiedades de campo especializado y más abiertos al aprendizaje de sus vecinos. Para ello la metáfora del jardín del conocimiento estaba más que presente:

Mientras que los historiadores aplican a los documentos del pasado sus [viejos] métodos consagrados, hombres cada vez más numerosos dedican con entusiasmo su actividad al estudio de las sociedades y de las economías contemporáneas… Esto sería inmejorable, claro está, si cada cual, en la práctica de una especialización [disciplinaria] legítima, en el cultivo laborioso de su jardín, se esforzara, no obstante, en mantenerse al corriente de la labor del vecino. Pero los muros son tan altos que muy a menudo impiden ver. Y, sin embargo, ¡cuántas sugerencias inapreciables respecto del método y de la interpretación de los hechos, qué enriquecimientos culturales, qué progresos en la intuición surgirían entre los diferentes grupos gracias a intercambios intelectuales más frecuentes! El porvenir de la historia… depende de estos intercambios, como también de la correcta intelección de los hechos que mañana serán historia. Contra estos temibles cismas pretendemos levantarnos… (Braudel, 1968: 40)

Hoy, a noventa años de estas palabras, Lucien Febvre estaría más que satisfecho de saber que las fronteras disciplinarias se han transformado. Se trata, en efecto, de “estudios de frontera” en donde se generan nuevos límites o aproximaciones.

Desde luego, es necesario que cada uno de nosotros sea experto en su propia disciplina, pero siempre abiertos a llevar a cabo intercambios académicos y hasta proyectos de investigación interdisciplinaria.

Todo un reto al que nos convoca esta 3ª. Semana Nacional de las Ciencias Sociales, cuyas actividades se desarrollarán de manera virtual y en la que se busca cultivar un solo jardín con diferentes enfoques disciplinarios en manos de investigadores, estudiantes y docentes provenientes de más de 40 universidades, asociaciones e instituciones de educación superior del país junto a tres instancias internacionales.

Así que les deseo a todas y todos ustedes tengan mucho éxito.

Dr. Mauricio Sánchez Menchero
Director
Centro de Investigaciones interdisciplinarias
en Ciencias y Humanidades, UNAM

Referencias

Braudel, Fernand. 1968. La Historia y las Ciencias Sociales. Madrid: Alianza Editorial.