Mónica Yamel Muñoz Morán1
Palabras clave: Migración; significación; jóvenes; identidad
Desde tiempos inmemoriales el ser humano ha tenido que migrar, como muchas otras especies, hacia otros lugares. Desde las tribus nómadas hasta los primeros pobladores sedentarios han tenido la necesidad, tal vez instintiva, tal vez premeditada, de buscar lugares hacia donde desplazarse; esto claro, por numerosas razones que podrían escapar o no de nuestros referentes cotidianos. Lo que difiere a la migración actual de la efectuada en los albores del tiempo, podría ser, la partícula
necesaria del placer, el ocio, y por qué no, virilizados en los medios de comunicación y elogiados en redes sociales.
Hoy en día la migración es un foco de interés en las sociedades del mundo. Algunas de ellas la ven como algo malo, otras como un ente positivo y necesario para sustentar la economía, la forma de vida, etc. Mientras que algunas naciones aceptan con los brazos abiertos a los migrantes, otras se dedican a matarlos en sus fronteras. Lo cierto es que la migración puede y debe significar algo más profundo a lo que respondemos con la palabra “necesidad” (en el sentido biologizado de la palabra), para responder al por qué y para qué se “necesita” salir.
El proyecto que se expondrá a lo largo de este escrito es el resultado de todo un proceso de reconocimiento de un tipo de migración cada vez más recurrente en los pueblos y las ciudades: la migración estudiantil universitaria. ¿Qué significa para las ciudades recibir jóvenes foráneos en sus universidades? Y, sobre todo ¿Qué sentido tiene para los jóvenes migrar desde su lugar de origen? El proyecto se estuvo construyendo en base a la segunda interrogante y, bajo el supuesto de que la migración significa muchas más cosas de las que pareciera, se realizó un diagnostico psicosocial en la comunidad de Pathé, Cadereyta, Querétaro, del cual se obtuvieron los resultados que se verán a continuación.
Cabe mencionar que el proyecto aún se sigue gestando, y en este documento se expondrán los resultados de la fase diagnostica, asi como también parte de la construcción teórico-reflexiva que se estuvo llevando acabo.
La identidad no es un concepto estático, por el contrario, es un objeto de estudio bastante abordado en distintos campos del saber, y para elegir y problematizar los enfoques principales con los que se estará trabajando, primero es necesario abordar y conocer un poco lo que le antecede.
En los estudios que conciernen al campo psicológico, según Luis Gregorio Iglesias, “la identidad re aparece o es re articulada en el discurso de la Psicología con el sesgo clínico del déficit y aun la patología” (2007: 17), dándole una connotación de enfermedad o desequilibrio, como lo afirma Erikson y su aporte sobre la crisis de identidad, con lo cual se refiere a un estadio anormal del adulto, en particular, ya que en el joven es algo normal y esperado (Iglesias, 2007: 17). Papalia y Wendkos (1988: 474), al igual que Erikson (1950, 1963, 1965, 1968) mediante a la confusión de
roles, ubican a la identidad como un continuo que no se resuelva en la adolescencia, una búsqueda constante de quién soy; en este sentido, la identidad, incluso vista como crisis y confusión individual, posee una entidad que va más allá de lo psíquico.
Sin embargo, aunque el énfasis puesto en la amplitud estrictamente individual del significado de identidad proviene casi en exclusiva de ciertas vertientes de la Psicología (Iglesias, 2007: 17), también es muy posible dimensionar el concepto entre otras disciplinas, y los estudios culturales sobre la identidad han aportado bastante en ampliar y diversificar, tanto la definición como el enfoque desde el que se mira el objeto de estudio.
Según Gilberto Giménez (1999:1), apoyándose el Lapierre, el tema de identidad en ciencias sociales es relativamente reciente, y, pese al sesgo sociológico, los estudios más sobresalientes comenzaron indagando sobre los temas de identidad en grupos étnicos y movimientos sociales de diversas índoles. Este autor considera a la identidad como un elemento de la teoría de la cultura, situándolo en un plano de análisis colectivo y descentralizándolo del plano individual/orgánico; de esta forma, la identidad, al ser legitimada colectivamente y existir en la confrontación mediante redes de interacción, se vuelve un asunto social de asentamiento subjetivo, cosa que comparte Henri Tajfiel (1984) en su teoría de categorización y comparación social, y reafirma Francisco Tirado (2004) en la introducción que hace de la obra de Margot Pujal: la identidad, al situarse desde mecanismos individuales con respecto a los demás (viendo a la construcción identitaria, en parte, como lo que tomamos de los otros), se vuelve un asunto colectivo desde un inicio, una especie de contrato social que, como dijera Tirado, conforma a su vez procesos psicológicos subjetivos. Esto se aproxima a una definición psicosocial de la identidad.
Como se dijo antes, los estudios socio culturales sobre identidad son relativamente recientes, y los de índole psicosocial son bastante escasos. Para comenzar es necesario, primero, revisar cuestiones respecto al ideal de joven y por qué se liga tanto con la identidad. Para Bourdieu (1990), por ejemplo, la juventud es una construcción social que se apega a distintas realidades y distintas épocas de forma no homogénea: “las divisiones entre las edades son arbitrarias” (Bourdieu, 1990: 119), una sentencia tajante pero oportuna que encierra toda una diversidad de significados históricos y culturales; es así como la edad y la noción de etapa son socialmente construidos y
legitimados desde disciplinas científicas como estadios naturalizados y generales, lo cual, según Bourdieu es una total falacia. Pero las clasificaciones no fueron puestas por fines meramente científicos, detrás de ellas siempre hay un entramado político1 que designa las separaciones y quien ocupa cada lugar, jerarquizando cada campo, visibilizando e invisibilizando, otorgándole al joven cualidad de inmaduro y situándolo en un limbo donde no es suficientemente adulto, pero ya ha dejado de ser un niño.
Si se comienza a relacionar a la identidad con esta noción socialmente construida sobre la juventud podemos deshacernos de la visión psicologizante que se mencionó con anterioridad, y, así, dejar de ver a la identidad como algo cronológicamente situado. Como dice Graciela Castro “si se comprende a la juventud como una construcción social y cultural sin duda los cambios ocurridos en la sociedad contemporánea influyen en la vida cotidiana de los jóvenes” (Castro, 2007: 26), en este sentido, según la autora, la subjetividad tiene lugar en el contexto histórico y su continuidad, y la identidad en la interacción e inter-personalidad con los otros. Sobre la construcción identitaria, Alba Zambrano y Ricardo Pérez-Luco (2004:126) dicen lo siguiente:
Sostenemos que la construcción de identidad es un proceso ecológico en la medida que se desarrolla en interacción con diversos espacios y entidades, añadiendo, además, que la vivencia de ser uno mismo y el sentimiento de pertenencia a un grupo, como la familia, ayudan a mantener la seguridad emocional y la capacidad de acción en coherencia con aquellos valores y normas asumidas como propias (Beristain y Rivera, 1992). (Zambrano y Pérez-Luco, 20014: 126)
Aquí podemos encontrar, nuevamente, la persistencia del otro para la constitución identitaria, en cualquier aspecto, incluyendo la identidad juvenil. La socialización juega un papel de suma importancia en los jóvenes, esta forma parte de las bases de la identidad. Aunque el concepto que manejan es el de identidad delictiva en jóvenes infractores de ley, su aporte en cuento a la construcción de una mirada propia que se basa en lo que tomamos del exterior se aproxima un enfoque psicosocial.
Hasta aquí el concepto identidad se ha definido, básicamente, como algo socialmente construido, al igual que la noción arbitraria de joven. En ese sentido habría que contextualizar desde donde se construye el termino identidad en jóvenes rurales, ya que, siguiendo las premisas anteriormente expuestas, no sería lo mismo hablar de identidad en un ambiente urbano que en uno rural o en translación; las diferencias, además de ser contextuales, son históricas y culturales.
Gonzáles (2003) considera que, lo rural, al no estar industrializado ni urbanizado, se ve como signo de rezago, lo cual impacta en la identidad de los jóvenes rurales. Dentro de la distinción urbano-rural, Fernández (2008) afirma que lo rural es una construcción social equivalente a lo no urbano. Los medios de comunicación, la migración y otro tipo de fenómenos han influido para que se instauren elementos nuevos al entorno rural.
Gilberto Giménez (2016) explora el territorio como el resultado de la apropiación y valorización del espacio, donde se juega todo un entramado de relaciones geo simbólicas, el lugar de las identidades. El autor habla de una pertenencia socio territorial ligada con el sentido que le damos al territorio físico y simbólico; esta tesis se relaciona ampliamente con la identidad y el sentido que le damos al lugar de dónde venimos. De esta forma, territorio resulta importante al definir, principalmente, desde que contexto se está hablando y que referentes tenemos en la construcción subjetiva. La diferencia no radica, en esencia, del lugar físico del que venimos, sino de los referentes socio-históricos y simbólicos que se juegan en ese lugar para la construcción identitaria.
La implicación de pensar el lugar de procedencia como algo importante se manifiesta también en el trabajo de Maidana y Colangelo, quienes trabajaron con jóvenes indígenas de La Plata, Argentina:
Destacamos así la necesidad de hacer referencia al contexto histórico, social, económico y político en que estas experiencias se desarrollan y a los colectivos de pertenencia por nacimiento de aquellos a quienes se denomina jóvenes; entendiendo que son de algún modo los continuadores, en la transformación, de dichos colectivos. (Maidana y Colangelo, 2007:13)
Ahora, pensar en la identidad arraigada al lugar de origen nos da una aproximación cultural del fenómeno, pero analizar lo que pasa cuando se sale del lugar de origen es la matriz del proyecto que se desarrolla aquí. Los estudios sobre identidad y migración nos dan pistas sobre estos casos particulares de construcción identitaria.
Según Baleirón, y citando a Rodríguez (2015), la salida de la comunidad de origen es un proceso complejo, ya que deben adaptarse a vivir en una población cosmopolita y mucho más urbanizada que la comunidad de donde provienen.
Los jóvenes que migran desde el territorio rural a la ciudad emprenden un desplazamiento que conlleva a un cambio del campo simbólico-identitario, atraviesan un límite departamental, en
este caso, que genera un cambio y una readaptación a un territorio urbano en el que se encontrarán con nuevas formas de vincularse, así como valores culturales, y una nueva organización social entre otros. (Baleirón, 2016:12)
Para esto, la tesis de Shantal Mesenguer (20015) es una aproximación clave para el acercamiento a los trabajos interculturales en jóvenes universitarios. Ella trabaja, desde la antropología, los fenómenos identitarios en la transición de la escolarización superior de jóvenes migrantes indígenas (o de procedencia indígena).
Todos los antecedentes expuestos se articulan, de alguna forma, con el contexto en el que se está trabajando, ya que la comunidad de Pathé y lo que se comienza a gestar en ella tiene varias características similares.
Antes de comenzar a citar cifras primero es necesario describir la comunidad a la que hacemos alusión. Pathé es una de las delegaciones del municipio de Cadereyta de Montes, ubicado a 1769 metros sobre el nivel del mar; colinda con el municipio de Tecozautla, Hidalgo y se encuentra a
km. de la cabecera municipal, a 67.4 km. del municipio de San Juan del Rio2 y a 93.8 km. de
la ciudad de Querétaro. Este lugar de agua caliente3 es una comunidad rural internada en el semidesierto queretano, rodeada de cañones, cerros y vegetación cactácea. Como muchas otras cambia de forma radical con el paso de los años, lo cierto es que mas allá de cambiar la infraestructura, también cambian las formas de vida y las relaciones con el entorno.
La población total de la comunidad es de 663 habitantes, de los cuales 305 son hombres y 358 mujeres. El 67.79% de la población mayor de 12 años está viviendo en pareja, por lo cual se asume que no continuaron con sus estudios. La población económicamente activa es de 125 personas. El 13,88% de la población es analfabeta, 14.43% son hombres y 13.41% mujeres. El grado de escolaridad es del 5.71 (5.16 en hombres y 6.17 en mujeres)4.
Las actividades económicas en 2005 se dividían de la siguiente manera: el sector primario (agricultura, explotación forestal, ganadería, minería, pesca) ocupa el 39.64%, a nivel municipal el 18.63% y estatal el 8.95%; el sector secundario (construcción, electricidad, gas y agua, industria manufacturera) corresponde al 41.44%, las cifras municipales son de 47.42% y estatales 38.27%; el sector terciario (Comercio, Servicios, Transportes) equivale al 18.92%, 33.95% para el
municipio y 33.95% para el estado. Como se puede apreciar, en el estado de Querétaro no hay fuerte presencia de actividades primarias, y aunque la comunidad de Pathé tiene fuerte tradición agricultora, hoy en día es el menos recurrente. Aunque pareciera que el sector secundario es el mas concurrido, habría que pensar si las oportunidades de empleo se dan en la comunidad, ya que esta no cuenta con industria de este tipo, mas bien, la gente que se dedica a estas labores lo hace en la cabecera municipal o en otras ciudades cercanas.
Según SEDESOL, en 2010 el municipio de Cadereyta contaba con 136 escuelas preescolares, 135 primarias y 33 secundarias. Además, el municipio contaba con nueve bachilleratos, una escuela de profesional técnico, tres escuelas de formación para el trabajo y una universidad (donde solo se ofertan dos carreras). También contaba con 38 primarias indígenas.
En la comunidad de Pathé solo se tiene acceso a la educación básica y media superior (esta última se implementó recientemente), por lo cual los jóvenes han optado por salir a otro municipio o estado a estudiar la universidad.
De acuerdo con los datos sociodemográficos encontrados, tanto las actividades económicas como los planes de vida (matrimonio, escuela, etc.) atados a ellas han sufrido cambios, y cada vez son más los jóvenes que deciden asistir a la universidad pese a que implique salir de la comunidad. Así mismo, cabe mencionar y analizar a que se están dedicando las personas, ya que, como se vio en las cifras, las actividades económicas primarias (propias de las comunidades rurales) en Pathé están siendo cada vez menos solicitadas, en cambio, las actividades secundarias están tomando fuerza, aunque las industrias sedes no sean dentro sino fuera de la comunidad.
La migración por motivos de estudios no es un fenómeno local, responde, mejor dicho, a una serie de acontecimientos socio-históricos y macro-estructurales ligados a la globalización, al cambio de perspectivas sobre la escuela, los medios de comunicación, etc.; es decir, a formas nuevas de pensarnos y relacionarnos en el mundo. En algunas comunidades rurales la idealización del estudio juega un papel importante en el plan de vida de los jóvenes y sus familias, reconfigurando la idea de migración y repensándola en otro contexto.
Para poner en discusión las prácticas migratorias estudiantiles, específicamente, primero es necesario profundizar en qué está pasando en el mundo, es decir, que condiciones globales están
permitiendo que en las comunidades se estén dando estos fenómenos migratorios juveniles.
Para García Canclini la globalización no tiene un comienzo fijo, históricamente hablando, pero si tiene que ver con dos cosas: la mundialización del capital, liderado por las transnacionales, y el surgimiento de instrumentos y servicio tecnológicos que permiten su difusión y traspasan fronteras. En este sentido “ocurre una interacción más compleja e interdependiente entre focos dispersos de producción, circulación y consumo (…) donde los nuevos influjos comunicacionales e informatizados engendraron procesos globales” (García, 2000: 46). Esto, sin duda, se ha ido complejizando y ha ido adquiriendo matices en distintos contextos, incluyendo comunidades indígenas y rurales. Sin embargo, como lo menciona el autor, la globalización lejos de unificar, complejiza y multiplica las formas de relación y apropiación de lo global, creando hibridaciones en las sociedades.
En este sentido, es necesario comenzar a preguntarnos en qué medida la globalización, al ser un fenómeno mundial, está presente en prácticas y significaciones locales, incluyendo la migración por estudios. Su transmisión e institución están a la par de proyectos nacionales y globales, ya que, según Octavio Lanni la globalización del capital no es solo económica, sino también social, cultural e institucional: “se globalizan las instituciones, los principios jurídico políticos los patrones socioculturales y los ideales que constituyen las condiciones y los productos civilizatorios del capitalismo” (Lanni, 1999: 33).
Si estamos hablando de que la cultura se globaliza, entonces también se globalizan los ideales de progreso, de plan de vida y educación, esto en función a lógicas neoliberales ligadas con la producción y la distribución del trabajo. Podríamos decir que la educación escolarizada y la institución familia son los principales transmisores de esta lógica de producción, y como resultado tenemos jóvenes cuya aspiración de vida es estudiar cosas relacionadas con la industria, por ejemplo, legitimando así la idealización del estudio universitario como sinónimo de progreso y seguridad, tanto económica como social.
Hasta este punto el cuestionamiento iría encaminado hacia como se traduce, a manera de significaciones, lo que es ser estudiante universitario con todo el peso simbólico que conlleva, dentro de un hipertexto global y macro-estructural; de como las lógicas de progreso, ligadas a la globalización del capital y a las significaciones concretas que se depositan en la migración por estudios, se convierten en la bibliografía base de los jóvenes de la comunidad, legitimándose no
solo en el ámbito escolar, sino también en el familiar, y apoyándose de nuevas posibilidades que el pueblo mismo está brindando a las nuevas generaciones tales como medios de comunicación (internet, transporte constante, medios de información) y económicos (apoyo de la familia), y que son también resultado de procesos de globalización y crecimiento regional.
En la comunidad de Pathé, como se estuvo trabajando con anterioridad, tenemos un punto de partida concreto: los jóvenes, una vez he egresan de la preparatoria5, están saliendo de la comunidad a estudiar una carrera universitaria, están sustituyendo la migración por trabajo6, y están optando por nuevas oportunidades de vida. ¿Qué significación tiene la acción de migrar? ¿Qué se pone en juego al tomar esta decisión? Son interrogantes clave para poder visualizar la magnitud de lo que se está estudiando.
La perspectiva teórica que guía este proyecto, es el Imaginario Social visto desde Cornelius Castoriadis. La imaginación, según Castoriadis (1997), es el alma de la creación, y gracias a ella la sociedad existe y da continuidad, tan sencillo es, si no hay capacidad imaginante no hay orden, no hay organización, no hay historicidad; he aquí la importancia de la imaginación no solo para la teoría ni la praxis, sino para el quehacer cotidiano, los movimientos sociales, las revoluciones, etc., para todo el dinamismo que compone la sociedad. La imaginación a la que se refiere Castoriadis no es individual, es todo un proceso donde lo psi y lo social se entretejen, donde el sujeto y los otros trabajan juntos en colectividad; la imaginación es la fuerza y la materia prima de los acuerdos. Lo que podríamos llamar Lo Imaginario es, en realidad, una cuestión incierta y desdibujada de carácter dinámico, corresponde a un conjunto de significaciones que el autor llama magma, y para desentrañar el imaginario es necesario, primero, reconocer las significaciones que le dan cuerpo, lo que significa.
Es así como se recupera el concepto de significación, el cual se entiende como un proceso intersubjetivo de re-presentación de la realidad. Castoriadis habla de un magma de significaciones, es decir, una red con dirección y sentido (Errengueria, 2001: 24) que compone y determina las versiones de la realidad:
Elegí el término “significaciones” porque me parece el menos inapto para expresar lo que quiero. Pero no debe ser tomado de ningún modo en un sentido “mentalista”. Las significaciones
imaginarias sociales crean un mundo propio para la sociedad considerada, son en realidad ese mundo: conforman la psique de los individuos. (Castoriadis, 1997: 9)
En el proyecto se abordará el concepto de significación para dar cuenta de los componentes imaginarios mediante los cuales representamos la realidad e instituimos ideales que regulan a la sociedad y a sus sujetos históricos.
Como se observará más adelante, el concepto de significación es pertinente debido a que llegar al imaginario o a la articulación total del magma resulta bastante complicado y, al analizar lo observado en el diagnóstico, respecto a la migración por estudios, aun no es posible acceder a él. Por eso también se piensa recuperar los conceptos de instituido e instituyente para lograr dimensionar en qué medida las significaciones encontradas logran asentar (o no) un discurso colectivo acerca los fenómenos analizados.
El imaginario social instituido y el instituyente son dos cosas que se espera retomar en el proyecto más adelante. El imaginario social instituido corresponde a aquellas significaciones que llegan a la institución, legitimándose en un imaginario colectivo y estableciendo un orden social en un tiempo determinado. El instituyente es aquella posibilidad a la imaginación, corresponde a una parte del dinamismo del imaginario (que de por si no es estático). Lo cual podría explicar el devenir histórico que se ha venido trabajando desde el comienzo sobre los fenómenos migratorios. Cabe mencionar que los conceptos teóricos aún se siguen construyendo, y lo que aquí se expone es, a grandes rasgos, la mirada desde la que se ha estado viendo el proyecto de investigación. Las ciencias sociales tienen la cualidad de ser dinámicas, y, cuando se habla de imaginario social, entre más se busca entre el material recabado más se encuentra; he aquí la
importancia de la delimitación conceptual y empírica.
La metodología utilizada en el diagnóstico fue cualitativa. La técnica consistió en la recopilación de información mediante entrevistas semiestructuradas, estas fueron aplicadas a 9 personas de la comunidad.
Parte de los objetivos diagnósticos consistieron en conocer el discurso de las personas alrededor de la migración por estudios, y, con la finalidad de dar cuenta de las significaciones imaginarias, se consideró pertinente dividir a la población en cuatro: jóvenes universitarios
migrantes entre 19 y 23 años de edad; esta población se dividió en dos componentes: jóvenes que estudian toda semana y viven fuera de la comunidad, y jóvenes que estudian fines de semana y viven en la comunidad. Familias de jóvenes universitarios migrantes. Jóvenes entre 19 y 23 años de edad que viven en la comunidad y trabajan en ella. Gente de la comunidad sin lazo directo con jóvenes universitarios migrantes. Esta división permitió dimensionar las opiniones y dar cuenta de las diferencias y similitudes que existen entre los discursos de la gente de la comunidad acerca de la migración por estudios, así como también las expectativas que se tienen de ella.
La pregunta que guio el diagnostico, en su momento, fue la siguiente: ¿Qué significación tiene la migración por motivos de estudio en la comunidad de Pathé, Cadereyta? El objetivo del diagnóstico, como ya se mencionó antes, consistió en abordar la significación de prácticas las migratorias estudiantiles, es decir, que piensa la gente de la comunidad respecto a la idea de salir para estudiar. Los objetivos específicos de esto fueron los siguientes:
Indagar el imaginario sobre la migración por estudios en el discurso de la gente.
Observar como las significaciones se vuelven parte del discurso colectivo y de un imaginario social.
Analizar en qué medida los sujetos son parte de esta institución de prácticas migratorias y de la significación en torno a ellas.
En este indagar, observar y analizar se centró el establecimiento de observables empíricos que permitieran esclarecer y acotar qué se iría buscar en campo. Cabe mencionar la importancia del sentido a la hora de crear los instrumentos que apoyaran las investigaciones. ¿Qué se está buscando? ¿Qué es pertinente y que no indagar? Lo teórico y lo práctico deberían ir de la mano para poder esclarecer una mirada hacia lo que se está estudiando, un sentido7, como dijera Manuel Canales (2013), que se intenta encontrar en el contexto mediante una teorización empírica de él.
Durante el proceso diagnostico se estuvo visitando cada fin de semana a la comunidad en cuestión, realizando entrevistas y comprendiendo cada vez más la complejidad del fenómeno que se está estudiando; sin embargo, la fase diagnostica no consistió únicamente en las visitas a campo, sistematizar la información también fue parte muy importante del proyecto.
La sistematización de la información se realizó en varios cuadros comparativos. El primero
de ellos resultó ser bastante amplio y consistió en poner las categorías encontradas en el análisis de entrevistas junto con un fragmento de la misma, esto para encontrar diferencias y similitudes en los discursos de la población. Posteriormente se sintetizó esa información y se replantearon las categorías para su descripción detallada, las cuales quedaron de la siguiente forma:
Migración
Desde un principio se esperaba que migración fuese una categoría importante y un concepto ordenador del proyecto. Esta categoría fue dividida en dos subcategorías: migración por trabajo y migración por estudios. Aparentemente esta división, o mejor dicho, fragmentación de la información, es tajante y predecible, pero lo que se esperaba al realizarla era homologar el material recopilado para obtener significaciones que ayudaran a dar una idea sobre el sentido que tiene para la gente, en primera, salir de la comunidad8, y en segunda, las connotaciones que salen a flote sobre las diferencias entre la migración por estudios y migración por trabajo.
Lo que se encontró es que, para las cuatro poblaciones, la migración por estudios es positiva, necesaria y una parte de la vida de los jóvenes9; estos lo asumen, en primera instancia, como algo ansiosamente esperado, pues el hecho de salir de la comunidad (tal vez para siempre) es tentador, sin embargo, también viven un fuerte proceso de desapego de la familia y de la misma comunidad:
Cuando te vas tú tienes que hacer tus cosas por ti sola, y si comes pues ya es por ti, no va a haber quien esté diciendo come o duérmete. al principio si fue difícil, ahorita ya me acostumbré, ya no me pesa irme, pero luego si me cuesta trabajo no venir un fin de semana (...) siento que ya me estoy adaptando, pero si me falta todavía ser un poquito más independiente. (K.R. Morán, comunicación personal, 14 de octubre del 2017).
Los padres, por el contrario, lo sufren de una forma más sentimental, pues les cuesta mucho dejar ir a sus hijos y lo disfrazan mediante preocupaciones típicas como la comida, la salud o la seguridad, argumentando que se preocupan de que estén viviendo cómodamente como lo estarían haciendo en sus casas: “en primera porque nunca nos habíamos separado, y luego porque no sabía hacer nada, no conocía” (M.L. Martínez, comunicado personal, 23 de septiembre del 2017). Sin embargo, ambas partes entienden que la separación se tiene que dar tarde o temprano, y, a la larga, dicen acostumbrarse a no tenerse cerca.
La migración por trabajo dio muestras de ser la contraparte de la subcategoría anterior, esta
posee una connotación negativa que interfiere con la naturaleza de la etapa de los jóvenes que deberían estar estudiando en lugar de pensar en ejercer un oficio o emplearse en otro lado:
La juventud ahorita como que ya no, mejor me pongo a trabajar, me voy a los cortes10, o en su momento mejor me caso. Y le digo que para mí no está bien eso, no está bien, “prepárate y ya que te prepares si quieres si quieres formar una familia, adelante, pero primero vive la etapa de tu vida como es y no te adelantes a lo que falta. (M.L. Martínez, comunicado personal, 23 de septiembre del 2017)
En ambos casos y en todas las poblaciones resultó que el hecho de salir de la comunidad trae consigo un cambio en el joven (ya sea bueno o malo) que impacta también a la comunidad.
Deseos (de quién)
Esta categoría tiene que ver con la motivación primaria que posee la migración por estudios para que, en primer lugar, se haya tomado la decisión de continuar estudiando. ¿De quién es el deseo?
¿de los padres o de los jóvenes? ¿la universidad es una obligación o una decisión propia? Lo que salió a la luz en este rubro resultó bastante desdibujado, pues posee atributos de todas las interrogantes expuestas. Por una parte, los jóvenes viven como un deseo forzado el seguir estudiando, es algo socialmente esperado y acordado en la comunidad; por otro lado, se han creído la idea de que estudiar es la mejor opción debido a que tendrán una mejor posición económica y social, además, se niegan a ejercer labores del campo u oficios afines a la comunidad. No es la mejor opción, sino la única socialmente aceptada.
Papel de la familia
La comunidad de Pathé es una sociedad en extremo paternalista (de ahí que se sufra bastante la partida de los hijos), por lo tanto, el papel de la familia tanto en la educación como en la vida personal de los jóvenes es bastante fuerte.
Las subcategorías encontradas en este rubro son, en primera instancia, la motivación, es decir, la influencia que tienen los padres en las decisiones de sus hijos y lo que la misma figura paterna representa para ellos. La segunda subcategoría corresponde a las diferencias generacionales
que están ampliamente marcadas entre padres e hijos (incluso entre personas mayores), y que explica varias versiones de ver el mundo, aquí entra también la diferencia de épocas y los planes de vida y posibilidades de cumplirlos que predominan en cada una. La ultima subcategoría es concerniente a la dimensión económica; sorprendentemente esta, a pesar de ser factor importante y estar siempre presente en los discursos de las personas, pasó a segundo plano a la hora de tomar la decisión de ir a la universidad, tanto padres como hijos consideran a la educación universitaria como una inversión, por lo tanto, no importa el costo, se tiene que cumplir con esa consigna colectiva.
Separación (dimensión afectiva)
La separación se lleva a cabo en dos sentidos: separación de la familia y separación de la comunidad. Es un punto de partida en el que desencadenan una serie de emociones reciprocas, pues no solo los jóvenes sienten cosas al dejar a su familia y a su comunidad, sino que estas dos sienten la partida de los jóvenes, con la promesa de que es una separación necesaria y temporal. Es necesario señalar que esto no se da de la noche a la mañana, sino que corresponde a todo un proceso tanto de aceptación como de resignación y esperanza, por todas las partes. La migración en sí mueve sentimientos mediante la separación, pero se mantiene viva la expectativa del regreso y la creencia de que es la mejor opción.
Plan de vida
La categoría plan de vida es muy amplia, y su descripción sería muy austera si no se tuvieran puntos de encuentro concretos que fueron visualizados en las categorías asignadas. En una ocasión, en una plática casual, se pudo escuchar a un hombre de la comunidad decir que ahí solo había de dos: estudiar o trabajar. Esta sentencia se traduce en las opciones de vida que tienen lo jóvenes de Pathé, las cuales resultaron ser obligadas, hasta cierto punto, no solo por la familia, sino por un acuerdo imaginario en la comunidad.
Como ya se estuvo trabajando con anterioridad, la opción estudio fue vista de forma positiva en todas las poblaciones y se encontró sobre la opción trabajo. Aunque no todos aspiran a los mismos planes de vida, es algo esperado que saliendo de la preparatoria los jóvenes decidan continuar con sus estudios, cosa que, de igual forma, se ha ido modificando con el paso de los
años11. Con esto está más que claro que ambas migraciones poseen una carga de significaciones distinta.
La motivación fue otra subcategoría presente en el plan de vida. ¿Qué motiva a los jóvenes para salir a estudiar? Como se vio anteriormente con la categoría familia, esta resulta ser un factor determinante en la toma de decisiones de los chicos y chicas de Pathé, aunque existen otras razones más que los motivan a seguir estudiando. Un ejemplo es la promesa de un futuro mejor, esperar que algún día el esfuerzo rinda frutos; otro ejemplo es la idea de salir y conocer lugares nuevos y diferentes al de su lugar de origen:
A mí me pasó cuando estudiaba la prepa, yo decía "ya quiero terminar la prepa, ya me quiero ir a Querétaro y ya no quiero estar aquí en Pathé", pero yo pensando en que Querétaro es una ciudad, y los cines, las plazas, cosas así; yo decía ya me quiero ir a Querétaro, y cuando me fui yo decía "ya me quiero regresar a Pathé " (K.R. Morán, comunicación personal, 14 de octubre del 2017).
También se menciona que las cosas no eran como ellos creían, y algo pasa en el transcurso de adaptarse y vivir en otro lado para que los haga extrañar su casa y el lugar de donde vienen. Es aquí donde los planes de vida podrían modificarse: mediante la dimensión afectiva.
El referente de plan de vida podría parecer lo mismo que la motivación, la diferencia radica en la historia de esa motivación y los elementos que logaron construirla. Gran parte de los referentes se obtuvieron de la preparatoria, según los jóvenes, pues es ahí donde les inculcan la noción de futuro y comienzan a hacer una planeación preliminar de lo que harán el resto de su vida. Otro referente importante, una vez más, es la familia; varios de los sujetos entrevistados son los primeros de su familia en estudiar una carrera universitaria, otros siguen el ejemplo de alguien mayor, y, en ambos casos se puede visualizar el peso familiar que legitima a la educación superior como la única opción.
Vida en la comunidad
La vida en la comunidad de Pathé, a pesar de ser sencilla, conlleva un entramado complejo que va desde la forma de pensar en ella hasta las concepciones que se tienen respecto a la forma de vida que ahí se gesta. El sistema educativo local es punto clave tanto para los referentes del plan de vida como para la continuación de ellos; el telebachillerto, que se implementó hace cerca de tres años,
ha sido pieza fundamental para que personas que nunca habían pensado en estudiar una carrera universitaria salgan de la comunidad a seguir ese sueño. Sin embargo, esta modalidad aun no es del todo aceptada por padres y jóvenes, pues unos exigen calidad y otros salir a estudiar a otro lado12:
yo me doy cuenta de que luego los chamacos dicen "no, yo me voy a ir a tal lado porque allá no me ven" o porque hay más, pues si, para no estarlos viendo, porque uno como padre aquí dices "y mi hijo ya va a salir o ya va a llegar", y allá pues uno ya no los ve. (C. Trejo, comunicación personal, 14 de octubre del 2017).
Es aquí donde ambas versiones comienzan a chocar, y los planes de vida no concuerdan del todo. Es necesario retomar lo anteriormente dicho sobre la sociedad paternalista de Pathé y la premura de los jóvenes de separarse de sus padres (que tiene que ver con la motivación, como ya se dijo). Pero, ¿Qué pasa cuando se instaura el telebachillerato? Si bien la institución ayudó a muchos jóvenes y personas adultas que no habían terminado con sus estudios, cambió algo más que la práctica de salir por unas horas a estudiar a otro lado, pues además de alentar a que continúen con sus estudios universitarios fue parte importante para la reformulación del tejido social, con una educación más al alcance y, por lo tanto, ya no había excusa para no continuar el paso que sigue. Lo que en un principio se veía como un imposible, ahora está más cerca que antes.
Una cosa es cierta, las oportunidades laborales en la comunidad son escasas. Dentro de ella, las actividades económicas siguen siendo lo referente al campo (pesimamente remunerado) o la apertura de algún negocio que logre cubrir las necesidades de la gente para que este florezca. Fuera de esas dos opciones lo que queda es migrar. Para los jóvenes que estudian carreras como derecho, ingeniería industrial y otro tipo de carreras que no tengas que ver con el campo, sus oportunidades son casi nulas (a menos de que sean personas muy creativas y logren algo significativo en la comunidad). En los alrededores de Pathé, en la cabecera municipal, en específico, la situación no es muy distinta; la realidad es que es una zona que no cumple con muchas de las expectativas de jóvenes que deciden dedicarse a la industria o a trabajar en las ciudades13, por lo cual se esperaría que los chavos no quieran regresar. En cambio, en la comunidad de Pathé surge un fenómeno especialmente particular: mientras que la gente está segura de que ahí no van a encontrar trabajo
de lo que estudiaron (esperan que hagan una devolución de otro tipo), los y las chicas y chicos entrevistados esperan que parte de su carrera se enfoque a brindar servicios a la comunidad como profesionistas, un giro inesperado en el panorama que se vislumbraba hasta entonces.
La concepción de la comunidad resultó categoría importante en todas las poblaciones. Algo tan cotidiano como la vida en la comunidad, y que los jóvenes universitarios no lo lograban alcanzar a reconocer, sino hasta haber salido; el hecho de migrar, como antes se había mencionado, conlleva también un proceso de reconocimiento del espacio, es interesante analizar como en ese lapso de tiempo en el que no se está dentro del lugar de proveniencia la percepción de él cambia de forma radical, tanto que, incluso, los planes de vida que en un inicio iban encaminados hacia el salir ahora estén encaminados en regresar.
Por último, otro punto importante a considerar, que también se había estado sustentando teóricamente, es lo referente a las condiciones que posibilitan a que la migración por estudios sea posible, tanto las condiciones ideológicas (cambio de pensamiento, institucionalización de la educación superior, referentes encaminados hacia lo académico, planes de vida ligados a la idealización del estudio) como las condiciones materiales (medios de comunicación, transporte más frecuente, escuelas más cerca, posibilidades económicas más accesibles), que hacen posible la decisión de migrar para estudiar hablan de un cambio no solo a nivel local, sino global.
Figura del joven universitario en la comunidad
No solo hay un acuerdo colectivo en cuanto a la idealización del estudio y la idea positiva de migrar para estudiar, sino que también la figura del joven y lo que debería ser posee una carga ideológica fuerte en la comunidad. El primer eje central y subcategoría es el ejemplo. En Pathé, seas joven universitario o no, eres un ejemplo para los más pequeños, sin embargo, el ser catalogado como joven universitario, inmediatamente te vuelve sinónimo de saber, por lo cual, además de ser ejemplo para generaciones más jóvenes, también eres un ejemplo para personas mayores, ya que posees conocimientos que las demás personas no: “mucha gente que está aquí no entendemos al 100% lo que está pasando, alomejor que no nos ha pasado, pero ellas si, como que hicieron la forma de darnos cuenta que, aunque sea poquito, pero si ayudamos como pueblo” (S.E. Badillo, comunicación personal, 24 de septiembre de 2017).
Otra subcategoría que surgió fue la de responsabilidad/corresponsabilidad, tanto con la
familia como con el pueblo en sí. La comunidad considera que el joven universitario tiene el deber de devolver algo a ella, aunque, como ya se mencionó, ésta devolución no es del todo profesional, sino que va ligada con el ejemplo y el retorno al lugar de origen: “algún día que ustedes se preparen, que estén preparadas, que vengan y que no se sientan avergonzadas de su pueblo” (C. Trejo, comunicación personal, 14 de octubre del 2017). He aquí la dicotomía entre las intenciones de los jóvenes y las intenciones de la comunidad, habría que investigar en qué medida esas demandas serán cumplidas en un futuro.
De por sí ya está institucionalizada la idea de la educación universitaria como positiva, entonces la figura del universitario es sinónimo de éxito seguro. Por el contrario, la figura del joven que decidió no estudiar sigue siendo sinónimo de rezago y fracaso. Aunque hoy en día la educación universitaria no te asegura una vida llena de lujos y comodidades, en Pathé se cree que si, y se plasma tanto en la motivación inicial como las intenciones de la familia de pagar la educación de los hijos, como se dijo antes, es una inversión segura. De esta forma se está tejiendo la relación entre el éxito, la motivación y el plan de vida de los jóvenes de la comunidad.
Si se habla de que el ejemplo, la corresponsabilidad y el éxito van de la mano en la constitución de la significación respecto al joven universitario, entonces también se estaría refiriendo al joven como parteaguas del crecimiento de la comunidad: “si, de hecho, siento que ahorita el futuro lo tienen las personas más jóvenes, y si ellos se decidieran a hacer algo alomejor por su pueblo, yo siento que si lo pueden lograr” (S.E. Badillo, comunicación personal, 24 de septiembre de 2017).
Estas fueron las categorías y subcategorías que surgieron durante la sistematización y el análisis de la información recabada en campo. Como se pudo apreciar, pese a que fue mucho lo recopilado y algunas cosas no concordaban en todas las poblaciones, se logró justo eso, la comparación de las distintas versiones de la realidad que se vive en un hecho concreto: migrar para estudiar; además, todo resultó ser parte del magma de significaciones de carácter dinámico que se vive en esta comunidad, de esta forma las categorías están relacionadas entre sí.
Finalmente, la organización de categorías se dividió en dos: significaciones y atravesamientos. Las significaciones conforman las coincidencias discursivas, es decir, las opiniones de la gente en los cuatro niveles poblacionales sobre la migración por motivos de estudio. Los atravesamientos14 son las categorías emergentes que, si bien no tienen que ver directamente
con el objetivo del diagnóstico, están presentes en las significaciones, las atraviesan de alguna forma.
Significaciones
Migración: la idea general de salir de la comunidad es sinónimo de progresar y crecer como persona.
Migración por estudios vs migración por trabajo: las personas consideraron que migrar para estudiar vuelve aún mejor la idea de salir. En la comunidad no resultó lo mismo migrar para trabajar que migrar para estudiar, considerando la educación universitaria como la mejor decisión (o la única) que se puede tomar en la vida dándole una connotación positiva, a diferencia de su contraparte. La migración por trabajo fue asociada con adicciones y “mañas” que varios de los jóvenes llevan a la comunidad de fuera, considerando que es un tema que salió a relucir bastante en las entrevistas. Es aquí, en particular, donde se concentra cierta tensión hacia lo que quieren los jóvenes y lo que la familia exige, es ese sentido el papel de la familia es fundamental para que se dé la migración por estudios, aunque no es lo único que se juega.
Idealización del estudio: el ideal que se tiene de la educación universitaria tiene que ver con una mejora económica, es decir, el hecho de estudiar una carrera universitaria garantiza una buena vida en el futuro. Además, según las personas entrevistadas, también cambia la perspectiva de ver la vida de tal forma que los jóvenes que salen para estudiar son considerados personas maduras y con un conocimiento superior, esto es visto de forma positiva en la comunidad depende de cómo empleen ese conocimiento. Lo anterior tiene que ver con los referentes socio históricos que se tiene en la comunidad: antecedentes migratorios, bajos ingresos familiar eres, trabajo pesado u oficios diversos (los cuales consideran inferiores a los empleos profesionistas), entre otras cosas; la misma experiencia de los padres permite articular la educación universitaria como una mejora tanto económica como ideológica, siendo sutilmente más predominante la parte ideológica.
Joven universitario sinónimo de: responsabilidad, ejemplo, éxito. Esta significación se articula totalmente con las anteriores de tal forma que el papel del joven en la comunidad es ser estudiante, es decir, hay un punto donde, cuando se egresa de la preparatoria, la universidad está comenzando a ser moralmente obligatoria. Una vez que sale para estudiar, el joven carga consigo toda una lógica de significación que la comunidad le deposita, y tiene que ver justamente con la
responsabilidad que implica tanto la universidad como el hacerse cargo de si (en el caso de los jóvenes que salen toda la semana); el ejemplo resulta una parte fundamental que tiene que ver con una corresponsabilidad del joven con la comunidad, la gente exige que los jóvenes regresen a hacer algo por su comunidad, pero esa labor no tiene que ver tanto con el prestar servicios profesionales, sino el brindar, por ejemplo, platicas a las escuelas locales para “convencer” a generaciones más jóvenes que la universidad es buena y es la mejor opción, esto quiere decir que la corresponsabilidad del ejemplo está ligada con las experiencias de los jóvenes migrantes.
Atravesamientos:
Género: el atravesamiento de genero tiene que ver con varias cosas que surgieron en el desarrollo del diagnóstico. Desde las diferencias entre las expectativas de hombres y mujeres universitarios hasta el hecho de que son muchas más mujeres las que deciden continuar con sus estudios, mientras que los hombres se van más por conseguir un empleo inmediato. Los cuidados hacia hombres y mujeres también son distintos, pues varios testimonios de estudiantes mujeres y sus madres coincidían en la preocupación que existe ante los peligros que hay en la ciudad para ellas.
Ideal del joven: esto tiene que ver con la significación general que posee el ser joven en las sociedades de hoy en día. Esta conceptualización más general también tiene tintes en la población de Pathé, siendo un atravesamiento importante en el fenómeno de migración estudiantil.
Dimensión económica: esta dimensión se encuentra en muchos momentos del discurso, los principales son la falta de recursos y la dificultad por parte de la familia de solventar los gastos de los hijos universitarios, la motivación económica de terminar los estudios y acceder a un buen sueldo, y, desde luego, el hecho de que ven los estudios universitarios como una inversión a futuro, argumentando que valen la pena los esfuerzos y sacrificios del ahora. En este sentido, la falta de recursos económicos no es impedimento ni pretexto para no continuar estudiando.
Dimensión global: este atravesamiento tiene que ver con la medida en que la globalización repercute en las significaciones encontradas y en el entorno mismo, ya que las condiciones históricas han cambiado y ahora existen nuevas posibilidades tanto ideológicas como económicas y de servicios que brinda la comunidad, y como esto ha permitido que se consoliden prácticas como la migración por estudios.
Dimensión afectiva: esto está presente en todo el proceso, ya que la idea de separación,
según las entrevistas, es difícil de vivir y de acostumbrarse, tanto para la familia como para el joven mismo. Sin embargo, consideran que es algo necesario, es un sacrificio que se tiene que hacer.
Diferencias generacionales: las diferencias ideológicas entre la generación de los padres y los hijos estudiantes es un factor muy importante a tomar en cuenta, ya que tiene que ver con la experiencia y la historia de vida de los padres para que prefieran que sus hijos estudien una carrera universitaria. Conlleva relación con el lugar desde donde se vive el fenómeno.
El campo de las ciencias sociales es amplio, y a psicología social es un rumbo difícil, desde su misma definición y el abordaje a veces poco nítido que tiene lo psicosocial; los que nos dedicamos a esta labor debemos tener muy en cuenta que la sociedad no es algo aislado, y que el individuo no se queda solo en lo interpsiquico. Pese a que es una disciplina en continua construcción y relativamente más joven que otras ciencias sociales, todo aporte y toda colaboración es importante. Una vez externado el interés de que este proyecto aporte a las disciplinas sociales, y en especial a la psicología social, quedan los cuestionamientos, las dudas y los posibles caminos que podría tomar el proyecto. Como se mencionó, estos resultados correspondieron a la fase diagnósticas, son apenas unos cuantos esbozos que nos dan pistas sobre el contexto y el fenómeno que acontece en él. Ahora, lo que sigue es abordar lo encontrado mediante la identidad vista como
narrativa.
En un primer momento la identidad fue pensada desde una mirada psicosocial: como un proceso subjetivo producto de articulaciones colectivas, y ahora, siguiendo esta línea, se ha decidido trabajar desde la identidad narrativa, lo cual va dirigido hacia lo que los jóvenes dicen de si, una auto institución y autor reafirmación mediante el discurso. En sí, tomar a la migración por estudios como parteaguas del diagnóstico permitió dimensionar como es que se vive el proceso y el sentido inicial que tiene para la gente adoptar ciertas formas de pensar y actuar, ahora la decisión era seguir desde la línea de identidad o cambiar el rumbo de la investigación desde las muchas otras miradas que se manifestaron en el diagnóstico. Se decidió, al fin, trabajar identidad narrativa ya que, en primera instancia, se manifestó viable desde la población, incluso era algo que los mismos jóvenes se preguntaban de si en ese “algo pasó”, cosa que la historia de vida, por ejemplo, nos permitiría enriquecer bastante en la investigación.
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Notas
1 Entendiendo la palabra política como un juego de poder
2 San Juan del Río es la segunda ciudad más grande y urbanizada del estado, después de la ciudad de Querétaro.
3 Traducción heredada de generación en generación. La palabra Pathé significa en otomí “lugar de agua caliente”.
4 Las mujeres tienen más alto nivel de escolaridad y menos analfabetismo que los hombres. Esto es parte crucial para comprender las diferencias de género y la importancia de este al momento de analizar los resultados del diagnóstico.
5 Algunos la estudian fuera, otros dentro de la misma comunidad
6 Décadas atrás los jóvenes (varones en su mayoría), optaban por migrar hacia los Estados Unidos, en busca de brindar a su familia y a sí mismos una vida mejor.
7 Según Canales el sentido es el significado, es la capacidad de entendimiento de un proceso social.
8 Salir de la comunidad resultó ser una decisión difícil para la gente, pues para ellos es complicado abandonar todo lo que conocen, sin embargo, entienden que es necesario y algunos se muestran contentos con la idea. 9 En Pathé, el estudiar una carrera universitaria es visto como una etapa de la vida del joven, es un paso para llegar a la madurez emocional.
10 Los cortes se refieren a la acción de cosechar los vegetales que se siembran en la región y sus alrededores. Por lo general pagan poco y es demasiado pesado, por lo cual los padres lo usan recurrentemente como amenaza para sus hijos.
11 Antes el plan de vida de los jóvenes era migrar a estados unidos, ahora es migrar para estudiar o trabajar
en ciudades cercanas.
12 La salida hacia lado para estudiar la preparatoria no se considera migración estudiantil en este proyecto porque la frecuencia de viaje no es duradera (por lo general), y porque no se da un cambio significativo que si se plasma en los jóvenes universitarios.
13 Tal vez esto nos dé una pista del tipo de carreras que se eligen y por qué.
14 Se entiende por atravesamientos todo aquello que avanza de forma transversal, haciendo una línea diagonal en la realidad para identificar la polisemia de factores involucrados en un fenómeno y su correlación con el todo. Es, en sí, lo que atraviesa al fenómeno y a la realidad donde se instaura.