Kenya Anayency Casillas Meza1 y Dante Ariel Ayala Ortiz2
Palabras clave: universidad; sustentabilidad; responsabilidad social; educación superior.
El rol de la universidad no solamente reside en la transmisión del conocimiento, sino también en la capacidad de formar personas humanas, críticas, reflexivas, con talentos creativos e innovadores, con principios y valores sociales para desarrollar su labor profesional con la calidad que necesita en la sociedad.
Debido al actual modelo económico, distinguido por favorecer la economía global de mercado y su principal propósito el de maximizar el capital, hay una tendencia que desfavorece a los grupos sociales más vulnerables; por ello surge la necesidad de establecer modelos de sustentabilidad y responsabilidad social en las instituciones, los cuales se centran en la menor dependencia de lo global y favorecer un sistema productivo que impulsa la justicia social y el equilibrio ecológico.
Ante este panorama, las universidades deben permanecer en constante reflexión de lo que realmente se está germinando dentro de ellas, si realmente se está aportando un verdadero espíritu de solidaridad y empatía por el progreso social y ambiental con una ciencia que favorezca de forma justa a la mayor parte de los ciudadanos en favor de mejorar la calidad de vida de la población mundial.
La educación llamada “superior” supone el nivel más alto de conocimiento y de comprensión del saber, en ella se hace necesario, como menciona Montero y Arroyo (2010), que no solo se comprometa en una parte, sino que se comience a visualizar el compromiso de toda la comunidad universitaria, sea reflexivo su pensamiento, aprender a ser críticos, sensibles a las situaciones para desarrollar su parte ética y emocional.
Es decir que la Educación Superior logre penetrar no solo en el saber, sino también en el ser de la comunidad universitaria y ser formadora no solo de productos técnicos-científicos racionales, sino de verdaderos seres humanos que logren dar verdaderas soluciones con un alta moral.
El primer rol de la universidad, es formar a los estudiantes con una excelencia académica, lo cual implica el suministro de conocimientos en las ciencias, en la tecnología para desarrollar su intelecto y ser cada vez más inteligentes; de eso no hay duda; sin embargo, en la actualidad con el desarrollo tecnológico y la gran cantidad de información que circula por los sistemas informáticos, si queremos acumular información basta con saber utilizar una computadora, navegar y tener acceso a Internet y tenemos a nuestra disposición la información deseada.
El objetivo del presente documento es hacer un análisis sobre lo que se está haciendo en aspectos de Sustentabilidad y Responsabilidad Social Universitaria en las Instituciones de Educación Superior, describiendo brevemente antecedentes, exponiendo algunos casos que permitan ejemplificar y develar las acciones en distintas Instituciones, así como plantear algunas
propuestas que permitan lograr los cambios y revertir los impactos negativos desde la comunidad universitaria.
Es difícil poder mencionar una fecha exacta al origen de las universidades, debido a que antes de nombrarse como tal, debió haber operado durante años; sin embargo, la historia menciona que comienzan a surgir a partir del siglo XII en Bolonia, Oxford y París, las cuales fueron pilares para el modelo de universidades en Europa (Boyd y King, 1977: 117-118). La notable participación del clero, permitió al papado jugar un rol importante en el establecimiento y características de las Universidades, cuando se comienzan a conceder grados, el Papa y el emperador eran los únicos que podían hacerlo para ser reconocidos.
Antes de la utilización del término universidad, los estudios tenían la denominación de Studium generale (estudio general), este término también hacía alusión a la validez de los títulos (ius ubique docendi). Posteriormente aparece la palabra universidad, derivada de universitas, que significa “el conjunto de los seres particulares o elementos constitutivos de una colectividad distinta de los individuos que la integran” (Tünnermann, 2001: 29-30), es decir el conjunto de maestros, alumnos o ambos (Chávez 1991: 15).
La universidad estaba compuesta por los maestros (magistri) y los aprendices (discipuli), el conjunto de ellos constituyó la universitas magistrorum et scholarium, es decir, el conjunto de discípulos y maestros con privilegios y dedicados al oficio de aprender (Tünnermann, 2001).
Rumbo al siglo XIII, las Universidades occidentales atravesaron fuertes crisis, movimientos sociales teológicos controlaban la difusión de la tradición grecolatina para no cuestionar el orden social establecido, disminuyendo la participación estudiantil en el gobierno. Fue como en el siglo XV en adelante el paradigma universitario medieval llegaba a su fin, la revolución inglesa casi pone fin a las universidades de Oxford y Cambridge, pero la Universidad de París medieval fue eliminada con la revolución francesa (Arredondo, 2011).
Fue así como surgen los modelos universitarios que marcarán nuevamente el rumbo de la universidad, los cuales son: el napoleónico (o francés), el Humboldtiano (o alemán) y el norteamericano. Éstos, fueron los modelos precursores de la universidad pública (Burton, 1991). Y procedentes de los países más dominantes en el mundo, los cuáles mediante las colonizaciones
en otros, instauraban con ello sus designios, con ello los sistemas de educación a sus subordinados.
El integrar la sustentabilidad en las instituciones de educación no es una tarea fácil, se requiere de un equipo de colaboración que sea responsable de llevar a cabo los planes y objetivos que primeramente se deberán establecer, actualmente no existe un mecanismo que regule de forma obligatoria estas acciones, sino que por lo general en estas instituciones se hacen de forma voluntaria y sin ningún tipo de incentivo más que el del saber que se está haciendo algo por muy grande o pequeño que sea.
En algunas instituciones a nivel internacional, sobretodo, en las que ocupan las primeras posiciones en los Rankings de Universidades Mundiales (GreenMetric, 2016), siendo estas mayormente las norteamericanas y europeas de renombre, estos lineamientos de sostenibilidad los están llevando a cabo de carácter obligatorio de forma interna para mantener su estatus y competitividad a nivel mundial, logrando así una reputación mayor como líderes en la sostenibilidad y a su vez esto se ve reflejado en un mayor número de matrícula.
La Responsabilidad Social Universitaria (RSU) es un nuevo enfoque que surge en 2002, gracias al aporte financiero del gobierno de Noruega desde la visión “Iniciativa de Capital Social, Ética y Desarrollo”, a través de la iniciativa del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la RED de Universidades de América Latina y el Caribe. Tiene como objetivo enfrentar con éxito los retos del desarrollo y los desafíos éticos del mundo globalizado (Vallaeys, 2008).
El modelo de RSU, propone una política local-global que abarca todos los aspectos de la vida universitaria, desde las compras de útiles dentro de la universidad, trato digno, gobernanza, etc., hasta proyectos solidarios con la sociedad. Es importante señalar que este modelo incluye a toda la comunidad universitaria, estudiantes, docentes, administrativos, trabajadores y autoridades. La RSU, hace énfasis en los impactos negativos y cómo puede participar toda la comunidad universitaria para asumir la responsabilidad y mediante acciones positivas lograr cambios locales y globales.
A nivel mundial el organismo más relevante que es el encargado de llevar a cabo estos estatutos es la ONU que mediante el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) ha creado el Global Universities Partnership on Environment for Sustainability (GUPES) en colaboración con expertos investigadores en universidades sustentables. Las universidades afiliadas a este programa realizan acciones mediante estrategias tácticas y básicas que permiten reducir los niveles de carbono, aumentar la eficiencia de los recursos, mejorar la gestión de los ecosistemas, reducir la contaminación y reutilizar los residuos; de tal manera que la atención se centra en la planificación sostenible, el diseño, el desarrollo y la gestión del campus universitario. Las áreas en donde se utilizan estas estrategias y tecnologías de acuerdo a los lineamientos establecidos en el manual de herramientas de la PNUMA se encuentran las siguientes (UNEP, 2014): Energía, carbón y cambio climático; agua (Ahorro, reducción, plantas de tratamiento, etc.); basura (Reducir, reciclar, resusar); biodiversidad y servicios ecosistémicos; planeación, diseño y desarrollo; oficina verde; laboratorios verdes; tecnologías verdes; transporte; cerrar el ciclo:
monitorear, evaluar y comunicar el progreso; alcance comunitario y educación para la sustentabilidad.
Existe una interesante iniciativa creada por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) en 2010 conocido como Global Universities Partnership on Enviroment and Sustentability (GUPES, traducido al español como Red Mundial de Universidades para la Sustentabilidad Ambiental), lanzado en junio de 2012, es una Red de 7921 universidades a nivel mundial, cuyo principal objetivo es promover la integración del medio ambiente y la sustentabilidad en la enseñanza, investigación, participación de la comunidad, gestión de las universidades, así como para mejorar el compromiso y participación de estudiantes en actividades de esta índole dentro y fuera de las universidades.
En el año 2010, se presentó una iniciativa de la Universidad de Indonesia y el Aspen Institute para promover la sostenibilidad en las IES a nivel mundial, esta iniciativa tuvo como objetivo compartir experiencia y mejores prácticas, así como medir sus niveles de sustentabilidad, qué tan Green Campus podían ser, por lo que se establece el UI GreenMetric World University Ranking. Lo anterior busca escalonar a las universidades, de acuerdo a sus logros en materia ambiental, evaluando a las IES en seis categorías (GreenMetric, 2016):
Ubicación e infraestructura (espacios verdes) (15%)
Consumo y uso de energía y cambio climático (21%)
Gestión de residuos (18%)
Uso del agua (10%)
Transporte (18%)
Educación (18%)
Por lo tanto, aspectos como el desarrollo de prácticas de investigación, enseñanza y extensión; generación y gestión de residuos, uso de agua y energía, movilidad, cambio climático y participación comunitaria (García y Agudelo, 2013), son importantes considerarlos para determinar la situación de las IES y poder proponer cambios para mejorar aspectos sustentables y poder lograr un mayor número de Universidades Sustentables.
En México, los Planes Ambientales Institucionales en las Instituciones de Educación Superior, comienzan a desenvolverse y cobrar relevancia durante la XIII Reunión Ordinaria del Consorcio de Universidades Públicas e Instituciones Afines (CUPIA) realizada en el Instituto Tecnológico de Sonora en el año de 1999, donde se estableció un Plan de Acción para el Desarrollo Sustentable en las Instituciones de Educación Superior bajo la supervisión de la ANUIES, el Centro de Educación y Capacitación para el Desarrollo Sustentable (CECADESU) afiliado a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) (REDPAI, s/f).
Sin embargo, cabe señalar que, en 1998, la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP) originó la “Agenda Ambiental”, siendo la primera de su tipo en México, este programa tenía como objetivo impulsar la perspectiva ambiental y la sustentabilidad en la comunidad universitaria (Nieto y Medellín, 2007).
En la región sur-sureste de México se aprobó la creación de la Red PAI en la Universidad de Campeche; y en septiembre de 2000, la CECADESU, en la Universidad de Guanajuato consolida la asociación de un conjunto de universidades para formar el “Consorcio Mexicano de Programas Ambientales Universitarios para el Desarrollo Sustentable” COMPLEXUS, que significa, “Tejiendo Juntos”.
En México, entre 2003 y 2005, ANUIES-SEMARNAT junto con las experiencias de algunas instituciones integrantes de COMPLEXUS, se elaboraron 25 programas institucionales orientados a impulsar el desarrollo de acciones educativo ambientales al interior y exterior de las propias universidades (Nieto y Medellín, 2007). Posteriormente se incrementó el número de
programas del año 2000 al 2012 con más de 60 en diferentes IES públicas y privadas (Bravo, 2012).
Se han llevado diversos eventos y proyectos por parte de COMPLEXUS y REDPAI, en donde incorporan diferentes actividades de índole ambiental, que abonan fuertemente los planes ambientales de cada institución que van desde aspectos curriculares, manejo de gestión ambiental, hasta áreas de vinculación con la sociedad.
La RSU comienza a introducirse en México a principios de la primer década del siglo XXI, siendo el Observatorio Mexicano de Responsabilidad Social Universitaria (OMERSU) quien coordina las distintas instituciones mexicanas en esta materia. Y es desde el el Primer Encuentro de RS en universidades Mexicanas llevado a cabo en la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, en la ciudad de Morelia, Michoacán, donde se observa la participación e interés en el tema de una cantidad considerable de Instituciones de Educación Superior (IES), cerca de 31 instituciones de todo el país, tando de índole público como privado.
En la UMSNH en 2014, como primer acercamiento a un diagnóstico sobre responsabilidad social, se llevó a cabo una encuesta de Responsabilidad Social Universitaria a Docentes, al finalizar un diplomado denominado Formación de tutores en Responsabilidad Social Universitaria impartido por el Dr. François Vallaeys.
Se observa la gran incidencia que han tenido estos conceptos en muchas universidades a nivel internacional, en parte como una recuperación la confianza de la sociedad y los cambios en las estructuras del conocimiento para la formación de ciudadanos capaces de hacer frente a las problemáticas sociales, ambientales y económicas que aquejan al mundo entero.
Se realizó una investigación documental sobre la forma en que distintos organismos internacionales desarrollan y aplican sus indicadores en los temas de sustentabilidad y responsabilidad social, enfocados a resolver la problemática que enfrentan desde su perspectiva.
Normativa: Esta dimensión tiene como objetivo fundamental valorar el nivel de concientización en cuanto a los acuerdos o estatutos políticos, traducidos en la normatividad, cuyo objetivo es regular, asegurar valores y acciones a seguir en la comunidad universitaria.
Administración Institucional: Se refiere a la forma en que la universidad se organiza para
llevar a cabo sus tareas dentro de la institución y a su vez producir conocimientos que sean aprovechados por la sociedad. Esta dimensión incluye la promoción de la inter, multi y transdisciplinariedad, la sinergia en el diseño y participación de proyectos y programas de desarrollo en favor de la sustentabilidad; así como la sensibilización ambiental.
Docencia: Esta dimensión tiene como objetivo evaluar la formación de sus estudiantes, con una vocación profesionalizante y cívica que influye en su manera de interpretar el mundo y de comportarse en él. Interviene en la producción del conocimiento, la definición de los conceptos, la ciencia, racionalidad, legitimidad, aprendizaje, etc. Se abordan los contenidos curriculares, para incorporar los contenidos de sustentabilidad y lograr un enfoque holístico en la formación de profesionistas.
Investigación: En esta área se gesta el conocimiento científico, es la dimensión que mide el grado de actividad investigadora y creación de desarrollo tecnológico en la solución a los problemas sociales, económicos y ambientales para el progreso de la sociedad.
Gestión ambiental: Estrategia integral conformada por el conjunto de medidas, acciones, políticas y programas que buscan mejorar la relación entre el hombre y su entorno ambiental dentro de una organización, con el propósito de prevenir o mitigar los daños al ecosistema. La gestión ambiental es una vía para promover la sustentabilidad.
Extensión: Se encarga de medir las diversas redes universitarias que existen en la universidad a favor del desarrollo social.
Se llevó a cabo un instrumento para personas responsables de algún programa, plan, comité, etc., en temas afines a la sustentabilidad y responsabilidad social (EE1). En caso de que no existiera algún experto en la temática, se eligió a alguna persona con algún cargo o autoridad de la misma institución. Fue un cuestionario estructurado con preguntas abiertas (39 ítems) y de escala (42 ítems), a fin de obtener las percepciones y una mayor cantidad de información respecto al tema de estudio. El grado de percepción se categorizó de la siguiente manera: 1. Muy Bajo, 2. Bajo, 3. Medio, 4. Alto y 5. Muy alto.
Aspecto normativo
Dentro del aspecto normativo, se estableción un conjunto de 17 ítems, de los cuales 13 fueron de opción múltiple y 4 de preguntas abiertas.
Figura 1. Institucionalización de la sustentabilidad y la RSU a nivel nacional
Fuente: Elaboración propia.
El resultado general radicó en un grado alto en la percepción de los expertos respecto a cada una de las IES a la cual pertenecen. Como se puede observar en la figura 1, la pregunta 1.4 referente a la participación en las políticas y programas de sustentabilidad y RSU de toda la comunidad universitaria, es el aspecto que requiere mayor atención, debido a que la percepción que se tuvo radica en la categoría de grado medio y fue la que obtuvo menor puntaje en la dimensión normativa.
Aspecto administración institucional
Este apartado tiene como objetivo medir la percepción de la forma de organizarse en las IES y cómo se llevan a cabo las acciones en favor de la sustentabilidad y la responsabilidad social; consiste en un total de 13 ítems, de los cuales 7 ítems son de opción múltiple y el resto (6 ítems) de respuestas abiertas.
Figura 2. Grado de percepción de la administración institucional a nivel nacional.
Fuente: Elaboración propia.
En general la media respecto a este ámbito radica en que el grado de percepción del desempeño de las universidades nacionales en la organización y gestión de acciones en favor de la sustentabilidad y la responsabilidad social, es alto. Los ítems que salieron más bajos (grado medio) fueron el 2.4 y el 2.8, que tienen que ver con las estrategias de formación y sensibilización con estos aspectos, así como la participación en programas de voluntariado. El aspecto que salió con un puntaje muy alto en percepción fue el que se refiere a la promoción de la inclusión social e igualdad (pregunta 2.3).
Por lo tanto, se asume que existe una buena comunicación en las universidades encuestadas, las personas encuestadas aseveraron que la comunicación se debe a las periódicas reuniones que se establecen en las IES, los comunicados, los correos institucionales, que existe un oganigrama definido y se trabaja en equipo y colaboración.
Aspecto docencia
Esta dimensión tiene como objetivo analizar aspectos relacionados con la formación de los estudiantes en aspectos de conocimientos, pero también fortalecer los valores, ética profesional e integral, así mismo conocer la formación docente en materia de responsabilidad social y
sustentabilidad. Para ello en esta dimensión se tomaron en cuenta 10 ítems, de los cuales 5 ítems fueron de opción múltiple y 5 ítems de preguntas abiertas.
Figura 3. Grado de percepción sobre la docencia (Nacional)
Fuente: Elaboración propia.
El resultado general de este ámbito resulta en la categoría de grado medio. Las preguntas que resultaron con un puntaje más alto fueron la 3.1 y la 3.9 que corresponden respectivamente a la incorporación de aspectos de sustentabilidad y RSU en las diferentes carreras, así como la formación ética y ciudadana que las universidades les brindan a los estudiantes para ser personas conscientes con su entorno. Las que han resultado con puntajes más bajos son la 3.5, 3.8 y 3.10, que indican que hace falta reforzar los cursos de actualización y capacitación docente en temas de sustentabilidad y responsabilidad social para integrarlos en sus materias, y fortalecer las acciones y los vínculos en favor de la relación universidad-sociedad. Así como también se requiere de una buena gestión por parte de las organizaciones educativas responsables de solidificar estos vínculos para promocionar acciones a favor de la gestión del conocimiento.
Aspecto investigación
La dimensión de investigación tiene el objetivo de indagar en el conocimiento científico, la actividad investigadora, creación y análisis de teorías, desarrollo tecnológico, todo ello relacionado con resolver situaciones sociales, ambientales y económicos para el progreso de la sociedad. El instrumento para llevar a cabo la recopilación de información en este aspecto constó de 10 ítems, de los cuales 6 ítems fueron de opción múltiple y 4 ítems de respuesta abierta.
Figura 4. Grado de percepción sobre la investigación a nivel nacional
Fuente: Elaboración propia.
Los ítems que resultaron más favorables fueron el 4.1 y 4.6, con una percepción en su mayoría en acuerdo con el grado en la promoción y diálogo entre investigadores y decisores políticos y la difusión de actividades y resultados de los proyectos de investigación en sus instituciones. Esto nos indica que los investigadores a nivel nacional, son tomados en cuenta en la contribución de las decisiones políticas de su institución; así como también que existe una alta difusión de lo que se está llevando a cabo en materia de investigación en las IES, cabe señalar que para este ítem se obtuvieron algunas respuestas perdidas lo cual nos indica que podría deberse a que la difusión debe ser de forma constante y permanente ya que es responsabilidad de las IES dar a conocer los resultados de las investigaciones.
Los ítems que han resultado con un puntaje menos favorable son el resto, 4.2, 4.4, 4.8 y
4.10 con un puntaje medio. Respecto al auto-financiamiento en las IES (P4.2), tuvo este tipo de respuestas debido a que las IES encuestadas fueron de carácter público y en ocasiones no se permite realizar este tipo de acciones, sin embargo, se podría ampliar la oferta de servicios institucionales y establecer relaciones con la triple hélice (escuelas-empresas-gobierno), promoviendolas mediante la generación de proyectos con el respaldo de la institución.
Aspecto gestión ambiental
En esta dimensión se indagó sobre el conjunto de medidas, acciones, políticas y programas en la búsqueda de mejorar la relación entre el hombre y su entorno ambiental dentro de las IES, con el propósito de prevenir o mitigar los daños al ecosistema. La gestión ambiental es una vía para promover la sustentabilidad. Para esta dimensión se elaboraron 9 ítems, de los cuales 5 ítems fueron de opción múltiples y 4 ítems de respuestas abiertas.
Figura 5. Grado percepción de la eficiencia y gestión ambiental nacional
Fuente: Elaboración propia.
La pregunta más sobresaliente es la 5.1, correspondiente a la eficiencia en general de la gestión ambiental, sin embargo, en las demás se observa que la percepción no es tan favorable. En cuanto al uso de energías renovables a nivel nacional en algunas instituciones se emplea energía solar, eólica, producción de biodisel y celdas fotovoltáicas, pero no son suficientes, algunos expertos señalan que se produce el conocimiento de cómo generar este tipo de energías, pero lamentablemente no se llevan a cabo al ciento por ciento, en la misma institución.
El grado del consumo de agua la mayoría considera que es regular, ya que no se toman las medidas suficientes para el ahorro de este recurso, algunos expertos señalaron que recién se inicia a implementar el Sistema de Gestión Ambiental de la Universidad basado en la ISO 14001.
Aspecto extensión
En esta dimensión el objetivo es medir las diversas redes universitarias que existen en las IES participantes a favor del desarrollo social. Para lo cual se elaboraron 16 ítems de los cuales 5 ítems corresponden a respuestas de opción múltiple y el resto (11 ítems) a opción de respuesta abierta.
Figura 6. Grado de vinculación con la sociedad nivel nacional
Fuente: Elaboración propia.
Las preguntas 6.1, 6.3 y 6.4 son las que resultaron más favorables. Las acciones que se realizan desde la Universidad hacia la sociedad, actividades como lo son talleres, cursos, conferencias, capacitaciones, asesorías, entre otras, se considera que se realizan de forma Alta. En cuanto a la comunicación con sus egresados para discutir temas relacionados con las demandas sociales actuales y participación laboral la mayoría la considera que se realiza de forma Regular. La respuesta que se obtuvo sobre la forma en que los estudiantes se involucran con la sociedad en proyectos o programas de vinculación fue una perpectiva media el grado de involucramiento.
Las actividades de difusión que se llevan a cabo de lo que se hace en la universidad hacia la sociedad, los encuestados consideran que se sienten satisfechos en un grado medio, es decir que perciben que sí se llevan a cabo acciones hacia la sociedad, pero que no son suficientes.
El test fue aplicado a personal de la UMSNH, teniendo un total de 34 encuestas de personal de la UMSNH. Este cuestionario tipo escala Likert, consta de seis dimensiones con 35 ítems en total, la escala va desde: 1. Totalmente en desacuerdo, 2. En desacuerdo, 3. Ni en desacuerdo, ni en acuerdo, 4. En acuerdo y 5. Totalmente en acuerdo.
Ámbito normativo
La Fig. 7 describe los resultados del ámbito normativo de la encuesta para personal docente y administrativo de la UMSNH, indicando una media general colocada en la categoría de grado alto, a excepción de la pregunta 1.3 respecto a la participación en el diseño de políticas y/o programas de sustentabilidad y/o RSU que resultó en la categoría de grado medio para esta dimensión.
Los trabajadores de la UMSNH perciben que existe algún programa o política de sustentabilidad y RSU. Respecto al grado de integración de las políticas en el plan Institucional, también se categorizó en el nivel alto. La percepción que se tiene sobre brindar un trato digno y de respeto, se pudo categorizar en un grado alto, así también con el grado de percepción de los principios que declara su institución y lo que se practica en ella.
Figura 7. Normatividad en la UMSNH (Trabajadores-UMSNH)
Fuente: Elaboración propia
Ámbito administración institucional
Figura 8. Percepción de la Administración Institucional (Trabajadores-UMSNH)
Fuente: Elaboración propia
En tres respuestas se tuvo como resultado la categoría medio (P2.1, P2.2 y P2.3), solamente en dos de ellas la categoría alcanzó el grado alto. La percepción respecto a la efectividad en el canal de comunicación recayó en la categoría de grado alto. Sobre la realización de las contrataciones de forma inclusiva y equitativa en la UMSNH, cayó en la categoría de grado medio. Las estrategias de formación, información y/o sensibilización sobre la gestión en rubros de sustentabilidad y responsabilidad social, tampoco se consideran suficientes, resultando en un grado medio. La participación de la UMSNH con otras instituciones para detonar proyectos que ayuden a la sociedad, se categorizó en un grado alto.
Ámbito docencia
Figura 9. Percepción del ámbito Docencia (Trabajadores-UMSNH)
Fuente: Elaboración propia
En general la media de este ámbito tiene una tendencia favorable posicionándose en la categoría de grado alto. Dos de los ítems resultaron con la máxima calificación (5-Muy alto), los cuales se refieren a la incorporación de temas de sustentabilidad y RSU en las distintas carreras de forma adecuada, así como a la facilidad que la UMSNH brinda para el desarrollo personal y
profesional de sus docentes y administrativos.
En este ámbito se observa que el ítem que resultó más bajo fue el P3.2, en el rango de grado medio, dicho ítem se refiere a los cursos de actualización y capacitación que se ofrecen en la UMSNH en temas de sustentabilidad y RSU, lo cual refleja que se requiere fortalecer esta actividad.
Ámbito investigación
Figura 10. Percepción de la Investigación (Trabajadores-UMSNH)
Fuente: Elaboración propia
La figura 10, nos muestra los resultados obtenidos en la dimensión investigación, se obtuvo la categoría de percepción en el grado alto. El ítem más bajo en puntaje fue el 4.1 referente al autofinanciamiento de la propia institución, este aspecto resultó así debido a que la UMSNH es una institución pública y recibe fondos federales y estatales y muchas personas
desconocen al respecto del autofinanciamiento en instituciones públicas.
Ámbito gestión ambiental
Figura 11. Percepción de gestión ambiental en la UMNSH (Trabajadores-UMSNH)
Fuente: Elaboración propia
Esta dimensión, como se observa en la figura 11, tuvo una tendencia menos favorable que las anteriores, colocando en general a la dimensión de la gestión ambiental en una categoría de grado de percepción medio; en donde se tienen cuatro ítems en los cuales los participantes tuvieron una percepción media y en los dos restantes un grado de percepción bajo. Lo anterior nos indica que faltan acciones para mejorar este aspecto, ya que no se percibe que se realice una eficiente gestión ambiental en la UMSNH.
Ámbito Extensión
Figura 12. Percepción de la dimensión extensión en la UMSNH (Trabajadores-UMSNH)
Fuente: Elaboración propia
Se percibe un resultado general, que se aprecia en la línea punteada de la Fig. 12, en la categoría de percepción de grado alto. Se observan dos ítems con respuestas en el grado de percepción medio y el resto en el grado alto. Se les ha preguntado a los trabajadores universitarios si están de acuerdo con las actividades que se ofrecen a la sociedad relacionados con la sustentabilidad y responsabilidad social, entre las cuales se pueden mencionar: talleres, conferencias, cursos, etc., a lo cual se obtuvo una respuesta con un grado de percepción, alto.
La percepción de la comunicación con los egresados no resultó tan favorable, obteniendo un grado de percepción medio, por lo que falta realizar actividades con los egresados para fortalecer estos vínculos. Respecto a la satisfacción respecto a las actividades de difusión, sensibilización y concientización sobre temas de responsabilidad social y sustentabilidad hacia la sociedad, se obtuvo un grado de percepción medio.
Se deberían implementar estrategias de mayor difusión de lo que se hace en la universidad a favor de las gestiones de vinculación con otro tipo de organizaciones.
Las universidades tienen la obligación de formar jóvenes responsables con su entorno. Por ello se requiere fortalecer las acciones que fortalezcan estos valores mediante estratégicas desde los distintos ámbitos.
Es claro que lo anterior implica cambios institucionales que serán logrados con una participación activa y consciente que favorezcan el bienestar de nuestras generaciones y tener lo suficiente para mejorar las venideras.
Es necesario que los estudiantes perciban que son tomados en cuenta en las decisiones institucionales en las que ellos también serán partícipes, el sentirse incluidos y que sus ideas se pueden hacer realidad, puede favorecer el cumplimiento de los objetivos institucionales.
Hace falta trabajar más en el aspecto humano y formativo no solo de los estudiantes, sino de toda la comunidad universitaria, acciones de responsabilidad social universitaria son las que moldearán la figura de la universidad hacia la sociedad y de los miembros de las IES es de quienes depende qué tipo de molde queremos para nuestra vida presente y futura.
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Notas
1 Al 20 de abril de 2016.