Luis Enrique Salvador Guzmán1
Palabras clave: masculinidades; género; indígenas
México cuenta, de acuerdo con Navarrete (2010), con 65 pueblos indígenas distribuidos por todo el territorio mexicano. Estos grupos indígenas se caracterizan por la diversidad lingüística, ya que cuentan con más de 60 idiomas divididos en más de 300 variables lingüísticas. Aunado a esto, las características sociales, económicas, políticas y culturales de cada pueblo son sobresalientes. Cada pueblo se caracteriza por los usos y costumbres específicos, por sus vestimentas coloridas,
1 Licenciado en Geografía, Geografía, Instituto de Geografía – Posgrado en Geografía, población indígena, enrique_saguz@hotmail.com
por sus festividades hacia santos o rituales ancestrales, como el día de muertos. Se desarrollan, en su mayoría, a partir de un sistema patriarcal, o matriarcal como es el caso de Oaxaca, en el Istmo de Tehuantepec.
Con lo anterior, se expresa que cada pueblo indígena tiene su manera de vivir y de llevar situaciones de la vida cotidiana, como lo puede ser la sexualidad, la cual, en muchas ocasiones, es expresada como la estructura básica de una forma de vida familiar. Cada sociedad, en sus antepasados, expresaban la sexualidad mediante rituales, deidades o eventos míticos. La sexualidad era llevada, en ocasiones, de manera oculta, donde solo se realizaban prácticas eróticas dentro del hogar y si se hacían en público podrían ser castigadas.
Las diferentes prácticas de sexualidad se expresan en las maneras en cómo se lleva la misma, hay sociedades indígenas donde las prácticas homoeróticas, de travestismo, de homosexualismo y de tercer género son reconocidas desde tiempos ancestrales, las cuales se vieron modificadas a la llegada de los españoles a América con la evangelización agresiva que se llevó a cabo, provocando posteriormente el cambio en la manera en expresar la sexualidad o el género, produciendo discriminación y marginación en poblaciones sexualmente “diferentes” ante el mundo occidental.
Algo que los teóricos y conocedores sobre temas de género y sexualidad es la poca claridad existente sobre los conceptos, el surgimiento de los mismo y el uso de las situaciones a partir de la escaza información especificada. Se presentará de manera breve esta diferenciación de textos elaborados por el Programa Universitario de Estudios de Género1 de la Universidad Nacional Autónoma de México.
Ojeda menciona en cuestión de género que:
…es una categoría conceptual que sirve para comprender la diferenciación que se ha establecido a partir de un cuerpo biológico, en concreto de su sexo. Pero tal diferencia cobra sentido en la vida social al dividir el mundo de las mujeres y el mundo de los varones, lo que significa que tener un cuerpo femenino o cuerpo masculino definirá el curso de vida en los distintos espacios vividos… (Ojeda, 2010:44).
El término de género es confundido muchas veces con el de sexo, para lo que Núñez (2011). expresa lo siguiente: “cuando se define el concepto género se le distingue del concepto sexo; se dice entonces que el sexo se refiere a la dimensión biológica y el género a las expectativas de comportamiento socialmente asignadas a los sexos.” (Núñez, 2011:53).
Para Núñez (2011), hay tres elementos con los que se puede entender el término de diversidad sexual:
1. Como eufemismo o forma “decente” para referirse públicamente a individuos o grupos estigmatizados con palabras consideradas vulgares; 2. Como término sombrilla para agrupar a esos individuos o grupos estigmatizados por sus prácticas sexuales o por su identidad sexo-genérica; 3. Como forma para referirse a la otredad de la trilogía de prestigio “macho-masculino-heterosexual” (Núñez, 1999:57 citado en Núñez, 2011:39).
Antes de escribir y describir las masculinidades étnicas de los pueblos indígenas del país, es importante aclarar que se ha escrito o que se entiende por masculinidades por parte de instituciones o autores interesados en cuestiones de género y sexualidad. A continuación, se retoman las ideas de Connell (2015), Hardy y Jiménez (2001) y el Instituto Nacional de las Mujeres (2007).
Connell (2015), expresa que “La mayoría de las definiciones de masculinidad han supuesto un punto de partida cultural, pero han seguido distintas estrategias para caracterizar el tipo de persona que es masculina” (Connell, 2015:102). Menciona que le concepto de masculinidad es de reciente creación y que es útil desde el análisis cultural. También menciona que existen cuatro maneras de entender la masculinidad: 1. las definiciones existencialistas; 2. desde la postura positivista; 3. las definiciones normativas; y 4. desde las aproximaciones semióticas.
Para Hardy y Jiménez (2001), la masculinidad es un constructo social y cultural, y lo ejemplifica desde el embarazo de una pareja heterosexual. Dependiendo del sexo con el que nacerá el ser humano se empezará a plantear cuales son los roles que jugará y las expectativas que se espera del individuo. “La familia, la escuela, los medios de comunicación y la sociedad en
general le enseñan explícita e implícitamente la forma en que debe pensar, sentir y actuar como “hombre”.” (Hardy y Jiménez, 2001:79). Otro factor que juega un papel importante es con la religión que práctica la familia y los seres cercanos, esto ayuda en el modelamiento de cómo llevar la masculinidad, desde expresiones orales y corporales, hasta normas de comportamiento dentro del hogar, en la escuela y en público.
El “Glosario de género” del Instituto Nacional de las Mujeres (2007), se entiende por masculinidad:
es una construcción social referida a valores culturalmente aceptados de las prácticas y representaciones de ser hombre. Si bien los varones nacen con órganos sexuales que los identifican como tales, la manera en que se comportan, actúan, piensan y se relacionan en una sociedad con otros hombres y con las mujeres, forma parte del complejo entramado de aprender a ser hombre. (INMUJERES, 2007:92).
Para la construcción conceptual del siguiente trabajo se utilizaron los términos propuestos por el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (CNPD) en su libro titulado “Glosario de la diversidad sexual, de género y características sexuales” del 2016. A continuación, se expresan en orden alfabético:
Diversidad sexual y de género: “Hace referencia a todas las posibilidades que tienen las personas de asumir, expresar y vivir su sexualidad, así como de asumir expresiones, preferencias y por orientaciones e identidades sexuales.” (CNPD, 20016: 18)
Expresión de género:
es la manifestación del género de la persona. Puede incluir la forma de hablar, manierismos, modo de vestir, comportamiento personal, comportamiento o interacción social, modificaciones corporales, entre otros aspectos. Constituye las expresiones del género que vive cada persona, ya sea impuesto, aceptado o asumido. (CNPD, 2016: 19- 20)
Homosexualidad: “capacidad de cada persona de sentir una atracción erótica afectiva por personas de su mismo género, así como la capacidad de mantener relaciones íntimas y sexuales con estas personas.” (CNPD, 2016: 22)
Muxhe:
palabra, idea o concepto que proviene de los contextos indígenas y que es preexistente a las categorías modernas de homosexual, bisexual, y trans, utilizadas en la actualidad. Arropa el término de hombre femenino con identidad genérica femenina… lo muxhe logra ser un tercer espacio donde se transita entre corporalidad y la identidad, es el pensamiento zapoteca lo que ubica a la persona en una realidad concreta del ser otro. (CNPD, 2016: 27)
Travesti:
las personas travestis, en términos generales, son aquellas que gustan de presentar de manera transitoria o duradera una apariencia opuesta a la del género que socialmente se asigna a su sexo de nacimiento, mediante la utilización de prendas de vestir, actitudes y comportamientos. (CNPD, 2016: 35)
Los términos enlistados anteriormente, ayudarán en la explicación teórica – conceptual de lo que a continuación se expresará sobre comunidades indígenas que llevan “de otra manera” los roles de género estipulados por el mundo patriarcal. Cabe destacar que en la antigüedad estos términos no eran usados en las civilizaciones antiguas o indígenas, sino que son expresiones o construcciones occidentales que se fueron apropiando y que varios científicos empezaron a utilizar para describir a ciertas poblaciones.
Durante la revisión bibliográfica se leyeron varios artículos que hablan, de diferente manera, sobre la sexualidad en México desde las civilizaciones antiguas, donde se relatan que existían diferentes maneras de vivir y ello incluye el aspecto cultural, el cual está ligado a la parte sexual.
Dichos artículos demarcan que es poca la información de la vida sexual desde el aspecto homosexual o lésbico, ya que fue prohibida o negada en los relatos de los primeros colonizadores. Por ello, a continuación, se hará un recuento de lo encontrado en los artículos realizados por Olivier (2004), Suárez y el libro de Lumsden (1991).
En el texto de Olivier (2004), se relatan varias ideas sobre la sexualidad antigua, por así denominarla, al inicio de este se expresan que, debido a las ideas religiosas, por parte de los colonizadores, los aspectos de prostitución, la feminidad de los hombres y el travestismo de estos se violentó la redacción sobre dichos personajes, pero algunos textos llegaron a resaltar los castigos o aspectos negativos hacia la población que expresara dichos puntos. Durante el texto de Olivier se tocan los temas de: indígenas y frente a los homosexuales, la educación y la homosexualidad, la homosexualidad y la sociedad, el travestismo, la homosexualidad y la religión trasgresión y homosexualidad, también toca el punto de la prostitución.
Los relatos o escasos testimonios son por parte de Hernán Cortés, Alonso de Zorita, Bartolomé de las Casas, Toribio de Benavente, Bernardino de Sahagún, Fernando de Oviedo, etc., en ellos se descalifican las costumbres por parte de los indígenas, denominándolas con diversos adjetivos negativos. En primera instancia se expondrá lo que los informantes de fray Bernardino de Sahagún exponían sobre los homosexuales:
Sodomita, puto (cuilioni, chimouhcui). Corrupción, pervertido, excremento, perro de mierda, mierducha, infame, corrupto, vicioso, burlón, escarnecedor, provocador, repugnante, asqueroso. Llena de excremento de olfato de la gente. Afeminado. Se hace pasar por mujer. Merece ser quemado, merece ser abrasado, merece ser puesto en el fuego. Arde, es puesto en el fuego. Habla como mujer, se hace pasar por mujer. (Sahagún citado en Olivier, 2004:305).
Por otra parte, fray Alonso Molina expresa lo siguiente: “Puto que padece [homosexual pasivo]: culioni, chimouhcui, cucuxcui. Puto que lo hace a otro [homosexual activo]: tecuilontiani… cuilonyotl: Pecado nefando de hombre con hombre. Cuilontia: Comete pecado nefando.” Molina citado en Olivier, 2004:306), es importante aclarar que los términos fueron desde el náhuatl y se presentaba una traducción al español para la época. Olivier hace un análisis
de los conceptos antes expuestos y deduce que ellos están ligados al aspecto de enfermedad, también menciona que existen expresiones nahuas que describen a los homosexuales como: amo tlacoyotl, ayoctlacoyotl. Aunado a lo anterior, Moreno de los Arcos destaca la idea de que los términos nahuas sean creado después de la conquista.
Uno de los lugares donde se llevaba a cabo prácticas homosexuales serán las telpochcalli, donde las relaciones homoeróticas eran comunes, pero se intentaba tomar medidas precautorias, pero a pesar de las acciones se lograban tener relaciones entre los varones del lugar. Otro lugar donde se eran llevadas a cabo por parte de los sacerdotes en los templos. Se decía que cuando se probaba lo prohibido era complicado que se dejará de probar. Es aquí cuando se expresa una parte de los castigos que sufría cualquier individuo que fuera encontrado practicado la homosexualidad:
se juntaban toso los sacerdotes y viejos y personas principales en una sala del templo, cada uno de los cuales tenía un tizón de fuego en la mano, y ponían el delincuente desnudo delante cada uno de ellos, y el primero de lacia una gran reprehensión, diciendo: ‘Oh, malvado’… Después lo sacaban fuera del templo y lo negregaban a los muchachos que lo quemasen, y así lo quemaban. (Bartolomé de las Casas citado en Olivier, 2004).
El travestismo era llevado a cabo en diversas partes del territorio mexicano, desde la región de Texas, el Golfo de México, Jalisco, Sonora, Tlaxcala, Ciudad de México etc. Uno de los grupos más reconocidos por esta actividad son los berdache. Donde estas prácticas eran desde la parte de un festejo hasta parte de la humillación al perder una batalla. “Para una mejor comprensión de las actitudes sexuales y de los fenómenos de travestismo indígena, resulta indispensable estudiar la cosmovisión en la que se desarrollan2.” (Olivier, 2004:318).
En el artículo de Suárez (s/a), se exponen varias civilizaciones homosexuales, en primera instancia se menciona que los berdache en mayor medida, donde se veían como personas con poderes especiales que tenían comunicación con los dioses, por lo que eran considerados como chamanes o hechiceros.
Por otra parte, Suárez expresa que:
La persistencia de “tercer género” entre los zapotecas contemporáneos “muxe o birash dos acepciones), demuestra que entre los zapotecas prehispánicos existía dos sistemas genéricos superpuestos: el de la élite, binario; y el del resto de la población, que incluía tres o más género. (Stephen, 2002:48 citado en Suárez, s/a: 32).
Lumsden (1991), menciona al inicio de su capítulo segundo capítulo titulado Los antecdentes sodomíticos y machistas, hace la siguiente reflexión: “Seria bonito pensar que el sexo, y peculiarmente la homosexualidad, funcionaba bien en México, pero sería extremadamente ingenuo creerlo dadas la herencia cultural del país y las terribles condiciones sociales que prevalecen en su capital.” (Lumsden, 1991:13).
Lumsden hace un recuento de las civilizaciones que practicaban el homosexualismo, y esto lo hace a partir de los relatos de Bernal Díaz del Castillo, Antonio Requena, Las Casas, etcétera. Donde se resalta que el homosexualismo era difícil verlo pero que cuando una persona era descubierta por dicho acontecimiento existían castigos fuertes para los mismo.
Los rarámuris3 o tarahumaras, se encuentran asentados en la Sierra Madre Occidental, en específico en la Sierra Tarahumara, que atraviesan los estados de Chihuahua, Sonora y Durango, dicha zona también es habitada por otros pueblos indígenas. De acuerdo con Pintado (2004:5), “LOS TARAHUMARAS SE LLAMAN A SÍ MISMOS RARÁMURI que traducen como
“gente” en oposición al “mestizo”, al hombre de barba, el chabochi o yori.”.
A pesar de que los rarámuris viven en una zona compleja climática y topográficamente hablando, el aspecto cultural y social no ha cambiado desde la colonización. Es importante rescatar la idea expuesta por Robles (1986 citado en Pérez, 2001:129) “Antes de la llegada de los españoles, los rarámuri no tenían animales domésticos. La artesanía se reducía a la elaboración de canastos y vasijas de cerámica rudimentarias.”.
De acuerdo con Pérez (2001), menciona que un tema que ha quedado de lado, sobre el desarrollo de los indígenas, es no tener en cuenta las diversas masculinidades existentes, ya que no se consideran los conceptos, roles o estereotipos que construyen las mismas. Es por ello que el autor decide escribir sobre los reneke o nawiki con el fin de que se construya una cultura
igualitaria y no homofóbica.
“Los misioneros destacaron como los rasgos de identidad masculina las costumbres paganas como emborracharse en las fiestas, la promiscuidad sexual en la que marcaban las relaciones homosexuales, los pleitos que surgían en esas festividades y el que acudieran a curanderos y hechiceros.” (Merril, 1992: González, 1980; Newman, 1730 citado en Pérez, 2001:129).
Por otra parte, “En cuanto a la homosexualidad, no existen datos prehispánicos más que la existencia de los términos lingüísticos los Reneke y Nawiki con los cuales se identifican en la lengua indígena…” (Pérez, 2001:129). La llegada de los españoles al territorio fue en 1589 lo que provocó un cambio en las tradiciones y cotidianeidad de los indígenas.
Lo anterior se resume en tres momentos históricos importantes, donde se resume con la construcción del término varonil, negando la homosexualidad indígena y construyendo el patriarcado. Es decir, el primer momento es el contacto de los españoles con los tarahumaras donde tuvieron opresión cultural; el segundo fue cuando la corona expulsa a los jesuitas y permitiendo que los indígenas pudieran interpretar el cristianismo a su manera, lo que permitió la entrada de homosexuales a la iglesia; el tercero, es con la construcción de la identidad masculina donde los varones asimilan las actitudes de los mestizos construyendo una sexualidad masculina. (Pérez, 2001).
Como menciona el título del artículo Reneke o Nawiki de Pérez (2001), significan respectivamente lo siguiente: “rene” es la persona que le gusta entablar relaciones sexuales con una persona de su mismo sexo, ya sea mujer u hombre, por otra parte, la palabra nawí significa “cantar” o “el que canta”, pero que se ha usado para designar a los homosexuales hombres, exclusivamente, lo anterior concuerda con la idea que el ser homosexual no solo era una preferencia sexual sino un gusto por ser como la mujer.
Con el pasar de los años y la occidentalización de la cultura, los nawiki han adaptado vestimenta femenina como collares, aretes y maquillaje facial. En dicha cultura es aceptado el concubinato de dos varones, sin ceremonia, pero se permite la unión, establecen roles específicos, un ser es proveedor económico y el otro esta al cuidado del hogar. Les gusta realizar actividades
catalogadas como femeninas, por ello las mujeres les sienten algunos celos de ellos. Lamentablemente son perseguidos por la iglesia católica con el fin de “curarlos”. (Pérez, 2001).
Se puede decir que los rarámuri son menos homofóbicos que quienes no son indígenas, pero han importado comportamientos que no crean una cultura favorable para las manifestaciones homosexuales, en términos culturales, tampoco tienen mucho que aportar, porque son un sector pequeño que ha pasado inadvertido pero que se mantiene en buena convivencia con los demás. (Pérez, 2001:138).
Durante la búsqueda bibliográfica de los chuntaes no se encontró una versión definitiva de origen de estos: unos van desde que las chunta eran jóvenes indígenas sirvientas de Doña María de Angulo, las cuales salían de noche y eran acosadas por hombres, por lo que sus familias y parejas se disfrazaban de sirvientas y caminaban con ellas con el fin de defenderlas.
En el trabajo de Rosas (2012) expresa que los chuntás son danzantes que participan en la Fiesta Grande de Enero, la festividad más importante del municipio. La organización de los chuntás es por pandillas dentro de la festividad y cada pandilla, dependiendo de los organizadores, tienen diversas actividades. La pandilla más emblemática, y se dice que fundadora, es la de Doña Esther Noriega, mejor conocida como “La Tía They”. La fiesta empieza con el recorrido de los chuntás por las calles, la mayoría son hombres vestidos con faldas largas y blusas con bordados típicos de la región, van bebiendo y repartiendo bebidas embriagantes y gritando frases alusivas a la feminidad.
De acuerdo con Meza (2009), los chuntá5 son:
…el primer anuncio se refiere a que a un grupo de personas que peregrinan en las iglesias para hacer rezos, acompañados por chuntáes que son hombre o mujeres disfrazados de tuxtlecas, enagua larga floreada o de cuadros, camisas bordadas, trenzas y maquilladas en exceso, cargan tolitos [recipiente de hecho con cáscara de un fruto llamado morro, pintado con laca: Meza, 2009:100] con confeti y dulces… (Meza, 2009:15).
Para Serafín (2008) los chuntá son:
La Chuntá es uno de los personajes más destacados de la fiesta. En la leyenda de la dama que un día llego al pueblo, estas representaban a su servidumbre. Dentro de la historia que se cuenta acerca de la escasez de alimentos durante el siglo XVII ellas se encargaban de repartir alimentos entre la población. En la actualidad, las Chuntaes son representadas por hombres vestidos de mujer, aunque, también hay mujeres que se visten para salir a rendirle culto a la señora Maria de Angulo. (Serafín, 2008:49).
Este es el apartado que menos menciona, o nulamente menciona, a los indígenas, pero hablando con los organizadores de la Fiesta Grande de Enero, se me ha mencionado que existe presencia de personas indígenas que participan la festividad, además de que la vestimenta es tradicional de la zona, donde los bordados son elaborados por parte indígena. Se espera la asistencia al lugar para hacer un trabajo etnográfico del lugar con el fin de conocer a profundidad la tradición y la participación indígena.
El estado de Guerrero es reconocido por su belleza turística, por el número de indígenas que alberga en el estado, por los niveles de marginación y pobreza que tiene la misma población y por la diversidad cultural del lugar. Con ello sobre sale un grupo específico de población, asentada en el municipio de Xochistlahuaca.
Conocidas como “Las súper sexys”, un grupo minoritario con la conformación de tres individuos que actualmente levantan la voz para visualizarse ante una sociedad patriarcal para no vivir de manera aislada y sin discriminación de la cual han sido expuestos anteriormente. Para conseguir lo anterior, se han apropiado de diferentes espacios, estos son para la realización del telar de pintura, regularmente realizado por mujeres y el baloncesto, un deporte que es expresado, en su mayoría, por mujeres.
De esta población es de la que menos información se encuentra, solamente el artículo de periódico redactado por De Dios (2017), en el Universal Online, pero este ayudó en la construcción y aproximación a otra comunidad indígenas donde el homosexualismo ya es
tolerado, pero aun a algunas personas les ha costado reconocer.
En el artículo titulado Súper sexys imponen respeto a la diversidad en Guerrero, se expresa que las súper sexys son indígenas amuzgos, realizan actividades de costura para crear piezas como huipiles, bolsas, pulseras o diademas. Pero también realizan otras actividades económicas, como ser campesinos, ganaderos, coreógrafos, decoradores y deportistas. Ellos viven en una zona donde el rezago social es evidente, donde para aspirar a servicios de educación y salud es complicado, pero ello no los detiene para salir adelante.
El municipio de Xochistlahuaca tiene una estructura social tradicional, donde la religión católica es predominante, al igual que la idea que la mujer solo realiza actividades dentro del hogar, como la crianza de los hijos, y los hombres trabajan, principalmente en el campo, en la siembra de productos de primer alcance.
Desde hace 20 años, la población de amuzgos homosexuales ha sido aceptada, anteriormente la población vivía en espacios de marginación y discriminación donde no eran tolerados y aceptados por llevar a cabo actividades femeninas. Actualmente la población es tolerada y poco a poco reconocida, e incluso se les permite portar algún tipo de vestimenta femenina tradicional, con el fin de que ellos salvaguardan la tradición.
Pichiquie es una forma de nombrar una danza y a los indígenas homosexuales de la zona, las historias de ellos son complejas y tristes, pero ellos la afrontan de manera positiva, han luchado por alcanzar sus sueños y por salir adelante con ayuda de sus familias, quienes los han aprendido a respetar y tolerar con el paso del tiempo. (De Dios, 2017).
Al igual que el estado de Guerrero, Oaxaca tiene una diversidad lingüística indígena muy importante, su colindancia con los estados de Guerrero y de Chiapas hacen una configuración étnica muy importante a nivel país, es la zona con mayor presencia de indígenas del mismo, pero también es la zona, que por aspectos tanto sociales como físicos, se han configurado en espacios de pobreza, marginación y exclusión social, donde la búsqueda de una calidad de vida se juega todos los días, donde los accesos de salud y educación son escasos y se recurren a aspectos culturales para satisfacer necesidades.
La cultura de la zona, en específico la del estado de Oaxaca, es inmensa, predomina el
grupo zapoteco, que se divide en cuatro zonas, los zapotecos de la sierra norte, los zapotecas de la sierra sur, los zapotecos de las zonas centrales y los zapotecos del Istmo de Tehuantepec, cada zona con su peculiaridad y dinamismo indígena. La zona de interés es la del Istmo, donde la dinámica de población es diversa, específicamente el municipio de Juchitán de Zaragoza, donde cambia completamente la estructura tradicional del país. (Acosta, 2007).
Es importante recalcar que la sociedad mexicana es conocida por el machismo existente y el modo de vida patriarcal, pero en Juchitán las cosas cambian. El matriarcado6 es el que reina en la zona, la mujer tiene el papel más importante en la realización de actividades económicas y culturales, la mujer es la administradora del lugar y la tomadora de decisiones. La mujer es la importante en el disfrute comunal, es la que baila y realiza diversas actividades culturales.
De acuerdo con Miano (2002), en Juchitán existen los muxes, no son ni hombres ni mujeres, sino personas que son aceptados y reconocidos desde tiempos ancestrales, son indígenas que realizan labores como bordados, artesanías, actividades altruistas, estética, modistas, que eran actividades realizadas principalmente por mujeres. Pero los muxes son expuestos, por las mismas mujeres, para la realización de las actividades antes mencionadas, ya que ellas se dedican a la comercialización de los productos realizados por los muxes y el trabajo del varón.
Aunque los muxes son aceptados, mayormente, por la comunidad zapoteca, e incluso son ejemplo de favoritismo y orgullo por parte de sus familias, ya que el tener esa denominación es un orgullo que implica muchos factores, como el cuidado de los padres, la salvaguarda de la lengua y de la cultura zapoteca, la protección de los más vulnerables y el equilibrio de la sociedad zapoteca, han existido grupos minoritarios que los han discriminado.
Pero muchos años esta población vivió en espacios de marginados, ya que hasta hace 40 años, pudieron salir de manera pública para la realización de su festividad. La Vela de las Auténticas Intrépidas Buscadoras del Peligro, es un evento que año con año se hace, una festividad donde los muxes ocupan trajes tradicionales de gala de mujer o de hombre, según sea el caso. En la festividad realizan actividades culturales, lo que expresa la apropiación de espacios para el esparcimiento y concientización no solo de su cultura sino de su género que portan con orgullo.
Este último apartado es el más trabajado desde diferentes ciencias sociales, y es perteneciente a mi tesis de posgrado en la Universidad Nacional Autónoma de México, por lo que
la selección de bibliografía aún está en curso con el fin de establecer y encontrar las fuentes más precisas para elaborar un apartado óptimo.
Acosta, E. (2007), Zapotecos del Istmo de Tehuantepec, Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas, México.
Connell, R. (2015), Masculinidades. Universidad Nacional Autónoma de México, Coordinación de Humanidades, Programa Universitario de Estudios de Género, México. Traducción de Irene Artigas e Isabel Vericat.
Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación. (2016), Glosario de la diversidad sexual, de género y características sexuales, CNPD y Secretaría de Gobernación, México.
De Dios, A. (2017), Súper sexys imponen respeto a la diversidad en Guerrero, El Universal, México. Sitio web: http://www.eluniversal.com.mx/articulo/estados/2017/08/13/super- sexys-imponen-respeto-la-diversidad-en-guerrero consultada en agosto de 2017.
Hardy, E., & Jiménez, A. L. (2001). Masculinidad y género. Revista cubana de salud pública, 27(2), 77-88.
INMUJERES. (2007), Glosario de género, INMUJERES, México.
Lumsden, I. (1991), Homosexualidad, sociedad y estado en México. Solediciones, México. Meza, G. (2009), La tradición del parachico en la Fiesta Grande de Chiapa de Corzo, Tesis de
Licenciatura en Ciencias de la Comunicación, UNAM, México.
Miano, M. (2002), Hombre, mujer y muxe´ en el Istmo de Tehuantepec, Plaza y Valdez- CONACULTA-INAH, México.
Navarrete, F. (2010), Pueblos indígenas de México, PNUD, Ediciones Castillo, México.
Núñez, G. (2011), ¿Qué es la diversidad sexual?, Programa Universitario de Estudios de Género
– Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo – Ariel, México.
Olivier, G. (2004), Homosexualidad y prostitución entre los nahuas y otros pueblos del posclásico en Historia de la vida cotidiana en México, 1, 301-327.
Pérez, J. (2001). Los reneke o nawiki, un acercamiento a la homosexualidad masculina entre los indígenas rarámuri de la Sierra Tarahumara de Chihuahua, México en Cuicuilco, 8(23), 127 – 141.
Pintado, A. (2004), Tarahumaras, CDI – PNUD, México.
Rosas, A. (2012), La danza de los parachicos: festividad identitaria, Tesis de Licenciatura en Antropología, UNAM, México.
Serafín, A. (2008), Análisis simbólico de la fiesta de enero en Chiapa de Corzo". (Un acercamiento vídeo-documental), Tesis en Sociología, UAM Azcapotzalco, México.
Suárez, Á. (s/a). Tercer género y etnicidad en América Latina en Diversidad Sexual en Iberoamérica, 27 – 45.
Notas
1 Actualmente es el Centro de Investigaciones de Estudios de Género de la UNAM
2 En el artículo de Suárez (s/a), se plantea en una de las cosmovisiones de los zapotecas o la planteada en el Popol Vuh, página 33.
3 De acuerdo con Pintado (2004), aún existen debates sobre la manera en cómo se escribe la palabra.
4 Algunas referencias dicen que se escribe Chuntaes, pero se pronuncia Chuntás.
5 Significa criada y personifican a las sirvientas de María Angulo (Meza, 2009:100)
6 El término aún está en debate, ya que algunos grupos no reconocen que exista un matriarcado en México y otros sí.