“¿Quieres Norte o mujer?”: Afectividad y conyugalidad en esposas de migrantes en re- configuración


"Do you want North or woman?": Affectivity and conjugality in wives of migrants in re- configuration


Juana Elizabeth Cabello García1


Resumen: Al analizar los relatos de vida de las esposas de los migrantes, podemos percibir las implicaciones socioculturales que tiene la migración en México; por lo tanto, estos relatos nos ayudarán a comprender los desafíos que la conyugalidad a distancia tiene sobre las emociones y la maternidad. Al mismo tiempo que se comprenderán las relaciones de poder y la identidad femenina subjetiva durante la ausencia masculina.


Abstract: By analyzing the story of live, given by the wives of migrants, we can perceive the sociocultural implications that migration has on Mexico´s reality; therefore, these stories of live will help us understand the challenges remote conjugality has on emotions and motherhood, and also understand power relations and female subjective identity during the male absence.


Palabras clave: Conyugalidad; maternidad; emociones; migración; género


1.- Introducción

El fenómeno de la migración México – Estados Unidos ha sido estudiado desde diferentes ámbitos como el económico, político, social, entre otros; en los cuales la figura masculina del migrante ha sido sujeto de estudio en diversas investigaciones. “Desde la década de 1980, varias autoras han hecho notar una feminización de la migración”. (Poggio y Woo, 2000). Además, otras autoras han destacado el papel importante de las mujeres e hijos menores que quedan en las comunidades de origen. Bajo ese tenor, D’Aubeterre describe:


La progresiva visibilidad de las mujeres en el sistema de cargos, otrora exclusivo dominio


1 Licenciada en Psicología por la Universidad de Guadalajara. Actualmente, estudiante de la Maestría en Estudios Culturales. Promoción 2016-2018 en el Colegio de la Frontera Norte. juanacmec2016@colef.mx

masculino, se inscribe en la tensión irreductible que plantea, […] aumentar las cuotas de trabajo y de cooperaciones económicas, y, por el otro, el cambio en el patrón migratorio asociado al endurecimiento de la política de contención de estos flujos adoptada por el Estado estadounidense desde mediados de los noventa. (2007: 530)


El fenómeno migratorio como tal genera “casos frecuentes de separación física más o menos prolongada. Las relaciones intrafamiliares están sujetas a una jerarquía de relaciones de poder con base en la edad y el género, las cuales implican un acceso diferencial a recursos estratégicos” (Mummert, 1999:453), bajo esta consideración la familia “es el principal “receptor” de los impactos socioculturales de la migración en las comunidades de origen.” (Lamy,2013:103).

Por ello, problematizar desde la perspectiva de género la construcción social y cultural de la feminidad. Evoca el interés por comprender los desajustes emocionales, la conyugalidad y maternidad en las esposas de migrantes que permanecen en el país de origen. Se pretende comprender cómo estas transformaciones están relacionadas con la ausencia de su cónyuge que emigró a Estados Unidos. Por último, analizar el relato de vida de las mujeres que se quedan en los lugares de origen. Permitirá comprender las experiencias migratorias trasnacionales en la intersección con el género, poder y migración masculina.


2.- Marco teórico

En este apartado se expone la perspectiva del transnacionalismo como la base teórica del avance en investigación propuesto para la presente ponencia. Con el objetivo de sustentar cómo la dimensión emocional y las relaciones sociales se configuran a partir de la migración del cónyuge a Estados Unidos para las mujeres que se quedan (término que utilizare para referirme a las esposas de migrantes que permanecen en el lugar de origen). Para comprender la complejidad en la formación de vínculos y afectos. Se retoma la categoría analítica de la familia transnacional, para entender como a partir de la migración se dinamizan nuevos roles en las relaciones de género. En ese sentido, analizar la subjetividad femenina desde el género. Será un elemento teórico fundamental en este proyecto, para comprender cómo el ser mujer, instaura mandatos y roles culturalmente construidos y reproducidos en contextos sociales. En este caso, en un municipio de alta migración a Estados Unidos.


Transnacionalismo

La perspectiva teórica transnacional centra su análisis en las relaciones sociales entre los sujetos del país de origen y destino. A partir de ello, se retoma el estudio de Shinji Hirai (2014) para abordar la dimensión emocional en la migración transnacional. Sin embargo, antes de explicarlo, es importante resaltar las aportaciones al transnacionalismo.


“Varios investigadores han dado algunos pasos para aclarar lo que transnacionalismo quiere decir con respecto a la migración. Basch, Glick Schiller, y Szanton Blanc lo definen como el “"proceso por el cual los migrantes forjan y mantienen múltiples relaciones sociales que vinculan tanto a la sociedad de origen como a la de residencia” (1994,6). Guarnizo argumenta que ello es una "serie de relaciones prácticas y discursivas de tipo económicas, socioculturales y políticas que trascienden los límites territoriales del Estado-Nación" (1997,9). Él y sus colegas M.P. Smith (1998) yuxtapone “transnacionalismo desde abajo” o basado en las prácticas cotidianas de los individuos y grupos, con “transnacionalismo desde arriba” o gobierno global y actividades económicas. Portes et al, (1999) Usan transnacionalismo para describir aquellas ocupaciones y actividades económicas, políticas y socioculturales que requieren contactos regulares y duraderos para tener éxito". Ellos proponen que lo individual es la unidad apropiada de análisis para evaluar los alcances que ocurren en el transnacionalismo. Finalmente, algunos investigadores sugieren usando el término transmigrante para describir aquellos individuos que participan regularmente en actividades de cruce fronterizo (England 1999; Glick Schiller 1995; Guarnizo 1997).” (Citado en Levitt, 2001:6) 1


El sustento teórico de Basch, Glick Schiller, y Szanton Blanc, será fundamental para comprender ¿Cómo se forjan las relaciones sociales entre los migrantes con el lugar de origen? Por tanto, es importante analizar la función que tienen los afectos, las remesas económicas y la circulación de objetos culturales y materiales sobre el vínculo en las familias transnacionales. Además de integrar el retorno de la pareja para conocer el impacto emocional en las mujeres que se quedan. Por ello, concentrar la discusión en la relación género y migración, pretende identificar

los mandatos culturales y su nexo con los patrones migratorios en las familias transnacionales. Con el fin de analizar la coreografía en las relaciones de poder en las prácticas cotidianas y en el discurso.

La dimensión emocional que analiza Hirai (2014), parte de la nostalgia en las migraciones transnacionales. Esta emoción conjuga un conjunto de significados y acciones que moviliza los afectos y la memoria al terruño. En ese sentido, la presente investigación cuestiona la nostalgia en las esposas de migrantes a partir de la migración de su pareja. Con el objetivo de comprender su función y vínculo en la conyugalidad a distancia.“D’Aubeterre (2000: 118) acuñó este término para describir los reordenamientos del sistema matrimonial forjados al calor de los movimientos de sanmigueleños del estado de Puebla a la ciudad global de Los Ángeles”. (Mummert, 2015: 162).

Continuando con el estudio de Hirai (2014), él analiza las visitas en el periodo vacacional de los migrantes a los lugares de origen, desde el enfoque de las emociones. Estos regresos muestran los significados atribuidos al terruño. Por ende, el retorno puede ser visto como una coyuntura vital 2 para los miembros de la familia transnacional en el contexto migratorio. Por lo tanto, retomando las aportaciones teóricas sobre el transnacionalismo de Basch, Glick Schiller, y Szanton Blanc. El regreso a la comunidad de origen es un anclaje sociocultural y emocional para estrechar las fronteras. En el caso específico de las mujeres, analizar cómo estos regresos fungen en la conyugalidad a través de su experiencia y subjetividad ante su llegada. Por ello, se define la experiencia:


Como un proceso de significación e interpretación de nuestras vivencias personales y colectivas. Se ve también como un espacio discursivo donde se inscriben, reiteran o repudian subjetividades y posiciones de sujetos diferentes y diferenciales (Brah, 1996). Se busca resaltar la noción de experiencia como una práctica de dar sentido, tanto simbólica como narrativamente; como una lucha entre las condiciones materiales y el significado (Brah, 1996). (Citado en Aquino, 2013: 264)


El retomar los relatos de las mujeres que se quedan, nos puede también conducir a ciertos imaginaros de irse al Norte como progreso económico al ser migrante. Desencadenando en su efecto, las experiencias y emociones que la migración genera a partir de la ausencia y presencia de

quienes se fueron a Estados Unidos.

Bajo el argumento de Hirai (2014), “la migración no es un simple desplazamiento físico, sino también un “desplazamiento de emociones y significados”, del cual surgen nuevas prácticas espaciales y culturales que transforman la realidad social.” (Hirai, 2014:79). Permite abordar las experiencias de quienes participan y dan sentido al fenómeno migratorio. De esta manera se gesta el escenario emocional y cultural para comprender como la subjetividad femenina define la ausencia de su pareja por la migración. Como marco de interpretación analítica, se retoma el enfoque en las emociones. El cual “es uno de los cortes del análisis sociocultural que proponen Marcus y Fischer (1986) y Rosaldo (1989), retomando estas limitaciones de las etnografías clásicas, para entender con profundidad la particularidad cultural a partir de las visiones internas de la sociedad estudiada.” (Hirai, 2014: 80-81). Por ello, a partir de la voz de las mujeres que se quedan, se busca el sentido otorgado a la migración y los desafíos al permanecer en el país de origen.

En ese sentido, es importante considerar como la migración mexicana se ha significado entre los contextos de alta intensidad migratoria. Por lo que nos lleva a considerar, ¿cómo la movilidad se relaciona con las emociones? Por ello, analizar los desajustes emocionales en las mujeres que se quedan, pueden otorgar ciertos matices de las migraciones en los lugares de origen. Otro aspecto a considerar, son las celebraciones de los migrantes con su familia y comunidad. “En la temporada navideña, la vida social y las actividades económicas y culturales se revitalizan y se vuelven más dinámicas. […] Estas fiestas sociales son ocasiones para fortalecer los lazos entre los miembros de familia transnacional.” (Hirai, 2014: 86). Finalmente, a partir de la etnografía realizada por el autor, muestra la constante movilización de las emociones en las migraciones. Que a su vez configuran las prácticas y transformaciones socioculturales en los

lugares de origen.


La familia transnacional, aproximaciones teóricas. Entre el espacio y las fronteras

En este apartado se abordará el estudio de Gail Mummert (2015). Para acercarnos a los escenarios de complejidad que encierran las dinámicas familiares atravesadas por la migración. En este proyecto, se utilizará está categoría analítica para comprender el papel de las mujeres que se quedan a cargo de la jefatura de hogar, durante la emigración de su pareja. Este marco analítico tiene como

finalidad explorar las relaciones de género y poder en el espacio familiar. Y cómo la feminidad, la maternidad y conyugalidad se tejen en los relatos de las mujeres que permanecen en las comunidades. Para comprender la formación de familias transnacionales en contextos de alta migración jalisciense.

Continuando con Mummert, en su estudio longitudinal desde una etnografía multisituada en familias transnacionales de origen rural. Nos describe un “acercamiento a la “caja negra” de las dinámicas familiares” (Mummert, 2015:151), por medio de la polifonía de sus miembros dentro y fuera del sistema familiar. Desde esa concepción, la autora define: “concibo a todo grupo familiar como una colectividad atravesada por jerarquías de género y generacionales, en las que las relaciones de parentesco son relaciones de poder, pues son constituidas por una mezcla ambigua de intereses y emociones”. (Mummert, 2015:152). Desde ese planteamiento, es conveniente analizar cómo se transforman los roles de los miembros, al verse atravesados por la separación física a causa de la migración

Por otra parte, la autora evoca la dimensión emocional como uno de los engranes constitutivos en el poder dentro de la familia. Con ello, abordar el carácter cultural de las emociones y su relación con el orden social a través de los regímenes sentimentales hegemónicos que describe Besserer (2000). Pueden abonar al estudio de la complejidad en las relaciones familiares, la conyugalidad y maternidad. Por medio de los relatos de vida, los cuales “se insertan en y cobran sentido dentro de una historia social de procesos y tendencias seculares” (Mummert, 2015:153).

Por su parte, el estudio de Federico Besserer situado en una comunidad transnacional, explora la subversión del régimen sentimental como un análisis de las transformaciones en el orden sentimental hegemónico. Desde este punto de partida, “las estructuras de poder para ejercer “gobernabilidad” requieren un régimen sentimental” (Besserer, 2000:372). En ese sentido, el orden social vinculado con las emociones, nos lleva a comprender cómo los sentimientos (in) apropiados de las mujeres, son vistos y calificados desde una mirada masculina. La cual dimensiona que en las ideologías de género subyacen relaciones asimétricas, en tensión y transformación. A partir de la resistencia de las mujeres, estos cambios en los régimenes sentimentales hegemónicos, permite identificar cómo ciertos sentimientos son un anclaje en el funcionamiento de las instituciones para preservar un orden social para la comunidad. Sin embargo, estas rupturas hegemónicas (o poder) en las interacciones sociales a partir de las apropiaciones de ciertos sentimientos en las mujeres.

Logran visibilizar mecanismos de opresión y violencia en un sistema en donde la elección, es gestionada por terceros. Finalmente, esta reflexión situada en contextos de la migración transnacional, enuncia cómo los sentimientos configuran las interacciones sociales, y las resistencias, abonan a una serie transformaciones y cambios en las relaciones de género, en conjunto de lucha por la “contienda por un nuevo orden de sentimientos”, en el caso de una ciudadanía emergente. (Besserer, 2000:372).

En tanto, la familia transnacional es definida por Mummert:


Como un grupo de parientes que organiza sus labores productivas y reproductivas a través de una o más fronteras político-administrativas internacionales y frente a dos o más Estados-nación. Implica la separación de padres, hijos y abuelos durante periodos más o menos prolongados. Las vidas de los miembros se desarrollan dentro de los constreñimientos que dicha ubicación les depara, pero también ante las múltiples oportunidades que abre. Dicho de otra manera, son seres sujetos a los designios de burocracias y reglamentaciones gubernamentales, pero a la vez capaces de negociar sus condiciones de vida. (Mummert, 2015: 153-154).


Pensar en las familias, más allá de la separación y reunificación por la migración. Es considerar las rupturas ideológicas de su conformación y funcionamiento. En este caso, la ausencia prolongada o el no regreso a los lugares de origen puedan ser hechos importantes para redefinir a la familia transnacional. En otro sentido, centrar a la mujer como cuidadora, conlleva un impacto en sus trayectorias de vida. “Las mujeres son consideradas candidatas ideales para el trabajo de parentesco. Se justifica esta elección con asociaciones estereotipadas como las siguientes: son más amorosas, más disponibles, más responsables, más dispuestas a sacrificarse por la familia”. (Mummert, 2015:165).


Enfoque transnacional en el estudio de las familias


La complejidad de la cotidianidad de las dinámicas familiares vinculadas a fenómenos migratorios exige una conceptualización capaz de comprender las determinaciones mutuas

entre las acciones de los sujetos sociales, los múltiples constreñimientos estructurales y los procesos de largo plazo de cambio socioeconómico, político, demográfico y cultural. El constructivismo social cumple este requisito al insistir en las maneras en que los individuos construyen su percepción del mundo físico que los rodea y de la sociedad de la cual forman parte. (Mummert, 2015: 169).


Los relatos de vida de las mujeres que se quedan, ofrecen una mirada al fenómeno migratorio a partir de su voz en los hechos sociales y vida cotidiana. Los cuales, irán trazando los desafíos de la familia transnacional en su dimensión social, cultural y emocional. Pero, sobre todo las relaciones de género y poder que emergen desde los acuerdos. Por ende, es importante resaltar para el presente proyecto, las formas de resistencia, prácticas y discursos que engloban el vivir transnacional a partir de los desplazamientos de los afectos y circulación de remesas económicas y de objetos culturales y materiales en las migraciones. Finalmente, reflexionar sobre la conformación y trayecto de la familia trasnacional, ofrece una mirada a la complejidad de las relaciones sociales que se movilizan. Así como en los patrones migratorios y los mandatos culturales en las categorías de género que distan y dirigen al proceso migratorio.


Feminidad, género y subjetividades.

Uno de los objetivos es profundizar la dimensión social y cultural en las relaciones de género. Por ende, es de interés explorar cómo la subjetividad y las maneras en que se legitima el ser dentro de las categorías de género. Para analizar cómo los procesos de naturalización al sexo, otorgan significaciones culturales de cómo ser mujer; en relación a la maternidad, conyugalidad y afectividad. Por lo tanto, se retoman los aportes teóricos de Scott (1996) para profundizar la definición de género. El autor define:


El género es un elemento constitutivo de las relaciones sociales basadas en las diferencias que distinguen los sexos y el género es una forma primaria de relaciones significantes de poder. Los cambios en la organización de las relaciones sociales corresponden siempre a cambios en las representaciones del poder, pero la dirección del cambio no es necesariamente en un solo sentido. Como elemento constitutivo de las relaciones sociales

basadas en las diferencias percibidas entre los sexos, el género comprende cuatro elementos interrelacionados: primero, símbolos culturalmente disponibles que evocan representaciones múltiples […]Segundo, conceptos normativos que manifiestan las interpretaciones de los significados de los símbolos, en un intento de limitar y contener sus posibilidades metafóricas. Esos conceptos se expresan en doctrinas religiosas: educativas, científicas, legales y políticas, que afirman categoría y unívocamente el significado de varón y mujer, masculino y femenino. […]. El género se construye a través del parentesco, pero no en forma exclusiva; se construye también mediante la economía y la política que, al menos en nuestra sociedad, actúan hoy día de modo ampliamente independiente del parentesco. El cuarto aspecto del género es la identidad subjetiva. (Scott, 1996: 289- 291)


En la construcción del género se dimensiona el ser y el hacer en un marco de constitución sociocultural, institucional, sexual y simbólico. Por ende, la identidad subjetiva al género, ofrece una dimensión analítica interesante para abordar cómo el poder atraviesa las maneras en que cada ser habita los espacios sociales. Por lo que en las mujeres que se quedan en contextos de alta migración, es importante retomar teóricamente la definición de Scott del género. Para entender que significados tiene para ella ser mujer dentro de la familia transnacional, de cómo ser pareja en una conyugalidad a distancia. Y de las representaciones que tiene la maternidad y las emociones que componen la subjetividad en la ausencia masculina por la migración a Estados Unidos.

Por ello, “la feminidad y la masculinidad son elementos culturales. Contienen ciertas formas de pensamiento, valores, afectividad y realización de acciones. Esta percepción de género culturalmente construido, la identidad asignada, opera como algo "natural" en el inconsciente. […] El mandato de género es sumamente poderoso.” (Asakura, 2004: 736). Encierra una compleja red de significaciones culturales que transitan entre el deber ser y las resistencias al oponerse a dichos mandatos. En tanto, profundizar cómo las emociones van representando la feminidad en su sentir y expresiones.

Reflexionar sobre los mandatos culturales y de su construcción a partir de la historicidad y de los procesos económicos, políticos y sociales, evoca una decodificación de cómo se configura el ser en el tiempo y espacio. “El género es como una especie de "filtro" cultural con el que interpretamos el mundo y una armadura con la que construimos nuestra vida (Lamas, 1994). La

lógica del género es lógica de poder y de dominación. Esta forma de dominación, lo que Bourdieu denomina violencia simbólica, está asegurada por su "naturalidad", se inserta en la subjetividad de los sujetos y configura su identidad”. (Asakura, 2004:734). En ese sentido, retomamos cómo al género lo atraviesa el poder en las prácticas. Por ende, desde la visión de Bourdieu en torno a la “naturalidad”, evoca escenarios en los cuales permite comprender como socialmente se legitiman discursos, emociones, practicas, entre otras.


La maternidad, vista desde lo cultural.

Pensar el cuerpo como extensión de los significados culturales al deseo, sexualidad y afectos, nos sitúan en un aspecto: la reproducción biológica y en los discursos que giran alrededor de ser madre. “El cuerpo sigue siendo considerado como factor central de la identidad femenina. […] El

orden simbólico no ha podido sacar el carácter físico (capacidad reproductiva) de las mujeres de los criterios básicos para la configuración de sujeto femenino.” (Asakura, 2004: 740-741) Por ende, pensar en la maternidad cultural como un escenario de mandato de género, expone una serie de significaciones, tensiones y conflictos, de quienes eligen y no serlo. A partir de ello, resulta interesante ver cómo las emociones y el ejercicio de la maternidad, conforman subjetividades femeninas.


“La fuerza del imaginario social ha ejercido la violencia simbólica que "naturaliza" la función materna de las mujeres. Ha sancionado e invisibilizado la acción desviada y ha obligado a las mujeres y a los hombres a seguir ese orden social. Así, el imaginario social tiene la fuerza coercitiva que organiza e impone el sentido de acción, pensamiento y sentimiento de los hombres y de las mujeres”. (Asakura, 2004:738-379)


3.- Metodología

El diseño de investigación que se propone es cualitativo, a lo largo del apartado metodológico se explican los instrumentos y técnicas seleccionadas para el proyecto propuesto. El estudio se realizará en Teocaltiche, Jalisco 3, el cual ocupa el quinto lugar a nivel estatal en la categoría de muy alto grado de intensidad migratoria 4. Por ello, la elección de esta localidad como lugar de origen en donde permanecen las esposas de migrantes se retoma por su tradición migratoria. La

temporalidad del proyecto de investigación se enfoca en el 2017 - 2018 con mujeres esposas de migrantes como sujetos de estudio que tengan como mínimo la experiencia de un año de ausencia por la emigración de su cónyuge a Estados Unidos; por ello se retoma la unidad de análisis a nivel individual.

En cuanto a las fuentes de información que serán utilizadas, como primer acercamiento al tema será la revisión de bibliografía especializada y como fuente de primera mano el relato de vida de las esposas de migrantes, además de fuentes estadísticas a través de censos del INEGI, CONAPO, para datos concretos de población e intensidad migratoria en el municipio a estudiar.

Como técnica de investigación se realizarán entrevistas a profundidad a esposas de migrantes. Si, el cónyuge no es un sujeto de estudio en este proyecto, no es excluido en el trabajo de campo, rescatando su experiencia como migrante y los matices que a través de su ausencia pueden revelar información para el análisis de la problemática presentada. Para localizar a los sujetos de estudio se propone utilizar la categoría de muestra en cadena o por redes 5 (conocida como “bola de nieve”) Y después proceder a la selección de casos por su grado de significatividad. Para extraer los datos sobre las experiencias migratorias transnacionales indirectas de las esposas de migrantes en relación al tema propuesta, se utilizará el método biográfico, específicamente el relato de vida que “es una narración bastante completa de toda la experiencia de vida, remarcando los aspectos más importantes” (Mallimacci, 2006: 176). Esta técnica tiene como finalidad ubicar el momento en que la pareja emigra y cómo a partir de ese episodio en su vida se configuran las nuevas experiencias que el fenómeno migratorio conlleva en los lugares de origen. Además de utilizar la técnica de observación participativa que “permite conocer el contexto, la trama simbólica en la que se inserta la información obtenida” (Paris, 2015: 250), por

lo cual el registro de esta información se documentará en el diario de campo.

Finalmente, el análisis de la información recabada será a través del modelo de reducción de datos y verificación de conclusiones Miles y Huberman, 1994; Rodríguez, 1999: 205), que tiene como objetivo categorizar y codificar los datos, para permitir una clasificación especializada en los ejes temáticos a partir de la realidad empírica. Por lo cual retomar este modelo para sistematizar los datos será el primer acercamiento de los resultados al organizar la información. Será importante identificar y diferenciar los elementos de significados en las categorías obtenidas para generar tipologías que me permitan analizar las experiencias migratorias transnacionales desde la

construcción de los sujetos de estudio a su vida cotidiana, desde lo simbólico hasta sus acciones.


  1. Presentación del relato de vida

    Como avance de investigación se presenta parte del relato de vida de “Rocío” 6, el cual corresponde a la información obtenida durante la primera visita exploratoria a campo; realizado en el municipio de Teocaltiche, Jalisco durante el verano del 2017. Centrar su caso en esta ponencia, obedece a lo significativo de su experiencia migratoria transnacional. En la cual se presenta un ir y venir de emociones durante la ausencia y retorno de su cónyuge, por la migración a Estados Unidos. La dimensión emocional en la migración, a través de su voz se narra desde el coraje, tristeza, amor y nostalgia en lo cotidiano. Además, vemos como en su discurso, el género se va construyendo a partir de la tensión, el poder, y los mandatos culturales de la feminidad y masculinidad en la vida de pareja y maternidad y paternidad. Además, las representaciones sociales de “mujer sola”, se ven insertas en el discurso de ella, para evidenciar la manera en que los hombres de la localidad estigmatizan a las mujeres que se quedan en la comunidad por la migración de su pareja. Lo cual nos lleva a considerar cómo en las comunidades trasnacionales, se percibe la ausencia de los cónyuges por la migración a Estados Unidos a partir de los discursos masculinos.


  2. “Yo no te mando, tú te vas”: De la ausencia masculina a los matices de la migración.

Para Rocío, el día transcurre entre las labores domésticas y el cuidado a los hijos. La migración a Estados Unidos, es un destino no sólo de su cónyuge, sino también de su familia como un país en donde, dicen, está el progreso económico. El motivo de migración de su marido, se resume por la construcción de su casa. Este patrimonio material que alentó el cruce de la frontera al Norte.


“Se van para tener sus viviendas, y un negocio propio o algo. […] Todo sube y aquí no se puede”.


Matrimonio: entre las expectativas y el ser mujer


“Te casas, pero no debes de dejar de lado cómo tus metas, lo que tienes a pensar a futuro. Lo que yo digo, el matrimonio son dos pilares. El marido, la mujer, los dos. Pero un mismo

fin. Desde que yo estaba soltera, y el día que me casé. A mí me gusta ayudarlo a él, pero también, así como yo traer mi dinero. Aparte de lo que te dan para tu semana y así, me dedicó a vender […], a veces por más que quieres estirar el dinero y todo, no se puede […]. Me gusta ayudarlo a él, pero también sentirme como yo misma, así que como tus sueños. Es que yo pienso tener, así como un negocito propio, empezar poco a poquito.” “El matrimonio, más que nada pues, es comprenderse los dos, comunicación y apoyarse. Ver las metas de uno y del otro y pos seguir los dos juntos.”


Conyugalidad: Cuándo él está conmigo y cuándo se va.


Sí cambia, porque mira, cuando está aquí, pues sí los ves todo el día, padre. Sales, te diviertes, comparten todo, las enfermedades, sales juntos, salíamos a pasear, comes con ellos. Pues todo así normal. Y ´ora que está allá, pues sí cambia, se podría decir […] están aquí, y a veces uno si se la pasa peliando, peliando, esto, aquello, y a veces ni te quiero, o así. Y óra ya que se van, ¡ay te extraño!, ¡te quiero mucho!, pero están aquí y cómo que hasta que los pierdes, no los pierdes para siempre, sino de que físicamente. Hasta que pierdes las cosas las valoras, […], se valora uno más cuando ellos están allá […]. Pero, las cosas sí cambian, sí creo que cambian. Como que platicas más, te abres más sentimentalmente, qué te extraño, te quiero mucho y así. Pero, están aquí, nomás esta uno mordiendo.”


“No está él”: Subjetivaciones en el ser esposas de migrantes que se quedan.


[Silencio] “Pues nos vemos así cómo qué… Me siento, así como desprotegida, porque […] ahora dependo de ti, no de mis papás, cuídame tú. Y pues no falta a veces, hombres que quieran pasar de listos, porque te ven sola. Que te empiecen a decir cosas hacia ti. Y feo porque se llega el domingo, vas a misa, o vas a dar la vuelta a la plaza, y diario sola con los niños. Y ves todos los matrimonios y juntos y es feo… desprotegida […] sin la compañía del marido”.

“Ser más fuerte, dirigida en tus decisiones para que no vean que eres cómo muy frágil, […]

como los hombres te ven sola […] que a veces no lo eres, pero como mostrar ese… como concha de fuerte, de que estás firme en tus decisiones. Y tú, así como para no poder flagear, porque ya ves que te llega la depresión o así de que estás sola, pero pues no queda más de otra más que echarle ganas”

Cuando él estaba, […] No tienes que ocultar nada […] era feliz, sencilla, alegre, andabas aquí y allá, porque pues tenías a tu pareja, y ahora que no está, no tanto que hayas cambiado con las personas, sino de que, a veces, que hay hombres que nada más están viendo a ver que ven: qué ya se quedó sola, qué ha de tener ganas de marido, que eso, que aquello, más que nada con las de alrededor, porque así con la familia no […], sí cambian muchas actividades, porque pues estas con tu pareja ya es diferente, y no está, pues sales a entretenerte a no pensar, a no pensar que no está. Y ya los niños también te hacen que se te olviden muchas cosas, pero sí cambias de cuando están o no están”


Conyugalidad a distancia: “El amor a distancia es de amores verdaderos”


“A veces es fuerte, pero había una reflexión que me dijo, - el amor de distancia es de amores verdaderos-, que te respeta […] muchos matrimonios se deshacen, y tú dices, bueno, pues voy a confiar en ti, pero tú vas confiar en mí. Ahí tienes que estar de acuerdo, tanto el uno como el otro. […] Uno para imaginar y también ellos, la mente va más allá. Y sí te ponen a pensar, no vives. No vives, y pues no. Pues yo digo que se fortalece más, porque pues como que te gana más la confianza, se fortalece más el matrimonio, […], me es fiel, le soy fiel. Y pues cómo a veces si me decía: y nunca me falles, […], le dije no, nunca te voy a fallar, […] eso no va conmigo, no son mis principios y aparte al fallarme a ti, me estoy fallando yo como mujer, ¿cómo me estoy yo tratando o dónde está quedando mi dignidad?, le dije, no tanto por respeto a ti, por respeto a mí. Le dije, y por mis hijos. […] Porque tú puedes decir, ahí va mi ex-pareja, pero ¿puedes decir ahí va mi ex-hijo?, pos no. No tanto a ti, le dije: por mí, y por mis hijos. […] Fallas cómo pareja, y quién le va a decir a tus hijos,

¿Dónde está el ejemplo? Tú como mujer ¿qué lugar te estás dando ante la sociedad? [..], porque yo sé que, para la sociedad, un desliz del hombre va a hacer normal, por naturaleza […], ojos, qué no lo vean en una mujer, porque toda la gente la va a señalar.”


“No es de allá, tiene que regresar”: Entre la ausencia y el retorno


“No lo voy a aceptar, porque, así esté el tiempo que esté, no lo aceptas el que esté allá, porque pues tiene que regresar, no es de allá. Tiene que regresar, le dije, se fue por hacer la casa y regresarte. No lo voy aceptar, porque, pues no, nunca te vas a hacer a la idea de estar sin el marido. Y que diario tu sola a cargo de la educación de los hijos, esto y aquello”.


A la espera del regreso a la comunidad.


[Risas] “¡Bien nerviosa! […], cómo si uno anduviera, cómo su primera cita, cómo si te fueras a ver con el novio. Allá andas, después de tanto tiempo: ¡Ay me va a ver!, le tengo que seguir gustando, allá anda quedando uno bien, arreglándote y todo. Pero, nervios, miedo de que regrese otra vez a la casa y pos que los niños se acoplen a él. […] Nervios de que los vas a ver y todo.”


De regreso a Estados Unidos


“¡Ah no!, ¡ya no!, yo le dije la última vez: Ya sola ya no me vuelves a dejar, sino, eso, le dije, pero, sabes que cada quién por su camino, […] oye, estos años casada y estos sola, entonces ¿qué matrimonio?, no me hallas dicho, pa´no casarme. ¿cómo diario estar sola?, yo sé que es por un porvenir y todo para nosotros y todo, le dije, pero no […] ya una tercera ya no, o nos vamos todos o no se va nadie”


La Nostalgia en la ausencia masculina.


[Respiro profundo] “El amor, ¿qué te digo?, uno se valora más cuando que está lejos. La nostalgia si ha llegado. […] me salen solas las lágrimas, y volteó ahí a su lugar de su cama

-Estuviéramos platicando-. Y el recuerdo, pos cuándo él estaba aquí, con los niños. […] es feo, es muy feo. Pero ¡ay no!, a veces uno prefiere no darle entrada a pensar en eso, porque

no, te la pasas todo el día llorando, más sentimental. […], los primeros meses lloraba y lloraba, y más cuando dijo ya pasé, dije Dios mío ¿´Ora cuándo lo voy a volver a ver? Es feo, mejor no pensar en eso, porque si no, no, ¡olvídate! depresión y depresión […] uno de mamá ya no se puede enfermar, estés como estés, tienes que salir al día, los tienes que lidiar y más sola, ¿a quién me atengo? a nadie.”


“Tengo la casa, pero no lo tengo a él”: emociones durante la ausencia del marido.


“De todos los sentimientos, se engloba en uno: tristeza. Tristeza, porque no están, te tienes que mover tú sola, te digo, la educación. […]Yo sé que, me decían que el 95% todo depende de la mujer, del educar a los hijos, porque, aunque estén aquí los maridos, al trabajo. Tú estás mayormente con los hijos. Tristeza y felicidad, pero, porque veo la casa, le mandó fotos y digo, bueno ahí va su esfuerzo. Se tuvo que ir por esto, por lo material”.

“Es la casa, son los niños, ´orita que estamos fincando, […], me gusta estar así para no pensar que no está […], poner mi cabeza en otras cosas, como distracción para […] no estar pensando en que no está el marido. […] Coraje, porque no están […], para que te ibas, tu sabías que yo no quería que te fueras. […]Es tristeza, es coraje, es nostalgia. De que no están contigo, de que te sientes indefensa y a veces, hasta frágil ante la sociedad. Gracias a Dios, yo nunca he pasado así por, pos así por, a veces que los viejos que te digan cosas, que se quieran pasar de listos, gracias a Dios no. Le dije, pero pues hay muchas que sí”.


Aproximaciones

A través del relato de vida de Rocío, se puede ver los escenarios de la familia transnacional y la dimensión emocional que la migración moviliza en ella. Partir de la decisión de migrar, por la adquisición de la vivienda, Ejemplifica cómo al permanecer y esperar a que el proyecto material terminé, se adquieren ciertas dinámicas de poder en las relaciones familiares. Desde el género, se pueden encontrar la dimensión simbólica y subjetiva en los mandatos culturales a la feminidad y masculinidad en la división sexual del trabajo. Se puede observar las prácticas en los significados del cuidado de los hijos en la maternidad.

En la dimensión afectiva se enlistan varias emociones a partir de la ausencia masculina, al estar a cargo de la familia trasnacional y de los esperados retornos. A partir de ello, podemos comprender las emociones que la migración matiza en la vida de una de las mujeres que vive ese proceso. Se puede considerar cómo el factor emocional desempeña una serie de tácticas para sobrellevar la ausencia masculina y el proyecto familiar en común: la vivienda. Vemos, como la maternidad se posiciona como un eje importante en la vida de ella; al considerar que la responsabilidad está mayormente enfocada en las mujeres, y, por lo tanto, los significados y atribuciones del ser mujer y madre en la práctica y en los discursos.

Por último, la conyugalidad a distancia se acuerda y se practica a través de la fidelidad y comunicación, cómo una táctica para preservar el matrimonio. Uno de los aspectos a considerar es cómo el factor de la distancia se posiciona como un elemento subjetivo en la manera, en que la pareja se demuestra el amor y el extrañarse. Que, a su vez, en los retornos, las emociones se ven puestas en las expectativas del reencuentro de pareja.


5. Consideraciones finales

A partir de la revisión teórica que se presenta en esta ponencia y de la experiencia migratoria trasnacional de Rocío. Se pueden encontrar los matices de la migración masculina y de las relaciones de género y poder que se ven inmersas en la familia transnacional y en la comunidad. En efecto, la dinámica entre la familia y la interacción de la mujer en contextos de alta migración, a través de la voz de Rocío evidencian que la ausencia y la espera, se ven como un proceso que se va reconfigurando a partir de las emociones y de las significaciones del vivir transnacional. Considerar el enojo, la nostalgia, la tristeza y la felicidad, cómo ella lo relata nos hace aproximarnos a los costos emocionales y desafíos de las migraciones transnacionales: entre la espera y el retorno.


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Notas


1 Traducción propia. Texto original: “Several scholars have made important strides toward clarifying what is meant by transnationalism with respect to migrantion. Basch, Glick Schiller, and Szanton Blanc define it as the “processes by which inmigrants forge and sustain multistranded social relations that link together their societies of origin and settlement” (1994, 6). Guarnizo argues that it is a “series of economic, sociocultural, and political practical and discursive relations that transcend the territorially bound jurisdiction of the nation- state” (1997, 9). He and his colleague M.P. Smith (1998) juxtapose “transnationalism from below,” or the everyday, grounded practices of individuals and groups, with “transnationalism from above,” or global governance and economic activities. Portes et al, (1999) use transnationalism to describe those economic, political and sociocultural occupations and activities that require regular, long- term contacts across borders for their success. They propose the individual is the appropriate unit of analysis for assessing the extent to which transnationalism occurs. Finally, some scholars suggest using the term transmigrant to describe those individuals who engage regularly in cross –border activities (England 1999; Glick Schiller 1995; Guarnizo 1997)” (Citado en Levitt, 2001, p.6)

2 coyuntura vital propuesta por la antropóloga estadounidense Johnson-Hanks (2002: 865) para explorar “estados liminales entre estatus”, ya que según esta autora “la mayoría de los eventos vitales —tales como

matrimonio, maternidad, migración— son más bien negociables y disputados, llenos de incertidumbre, innovación y ambivalencia”. (Mummert, 2015, p. 161)

3 Este municipio forma parte de la región de los Altos, que históricamente “se incorporaron desde finales del siglo XIX al proceso migratorio […]. En estas comunidades, la migración es un fenómeno social que las atraviesa horizontalmente. El sistema de redes sociales y familiares permite que prácticamente todos los hogares estén directa o indirectamente vinculados” (Canales, 2004:329) al fenómeno.

4 Dato extraído del censo realizado por el Consejo Nacional de Población que muestra los índices de

intensidad migratoria México-Estados Unidos 2010.

5 En el cual “se identifican participantes clave y se agregan a la muestra, se les pregunta so conocen a otras personas que puedan proporcionar datos más amplios, y una vez obtenidos sus datos, los incluimos también” (Hernández Sampieri, Fernández- Collado, Baptista, 2006. p.568).

6 Por consideraciones éticas, el nombre es ficticio y ha sido elegido por la entrevistada.