Natacha Gentile1
Palabras clave: jóvenes; ni-ni; trayectorias laborales; ingreso al mercado laboral; inclusión.
El Censo Nacional de Población, Hogares y Viviendas 2010 realizado por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) en la República Argentina informó que a nivel país un veintiuno por ciento de las personas que tenían entre 18 y 24 años se encontraba al momento del relevamiento sin trabajar ni estudiar lo que significaba un valor cercano a los 982.500 jóvenes, destacándose que de ese total aproximadamente 303 mil vivían en la provincia de Buenos Aires. Asimismo el Municipio de General Pueyrredon -de acuerdo con la misma fuente de información-
1 Lic. en Economía, Magister en Diseño y Gestión de Programas Sociales (FLACSO-Argentina). Institución de adscripción: Universidad Nacional de Mar del Plata, Centro de Investigaciones Económicas y Sociales (Argentina). Línea de investigación: jóvenes, inclusión, políticas públicas. E-mail: natachagentile@gmail.com.
contaba con la presencia de 65.468 jóvenes de los cuales un diecisiete por ciento no estudiaba ni trabajaba.
Los datos suministrados por el INDEC, tanto los censales relevados cada 10 años y en todo el territorio como los provenientes de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) de periodicidad trimestral y no exhaustivos geográficamente, si bien resultan una fuente importante como primera aproximación al fenómeno de la incorporación o no de los jóvenes a la educación formal y al mercado laboral no ofrecen -en función de sus propios objetivos- información más detallada que permita por ejemplo describir trayectorias educativas al nivel medio de educación del colectivo juvenil ni tampoco trayectorias de ingreso al mercado laboral en función de la edad de ingreso al mismo. En este contexto cobran relevancia las iniciativas que permitan generar información sobre jóvenes a nivel local y por tanto destacamos la importancia de la Encuesta a Jóvenes a nivel Local (EJoL-2014) que realizamos en el Municipio de General Pueyrredon a partir de la entrevista a 530 jóvenes de entre 18 y 24 años y de la cual obtuvimos información para elaborar esta presentación (Gentile, 2017).
En atención a esto y dado nuestro interés en visibilizar la problemática particular de los jóvenes que no estudian y no trabajan a nivel local el objetivo de este trabajo es presentar resultados preliminares de una investigación más amplia1 en curso realizada en el Municipio de General Pueyrredon (Provincia de Buenos Aires, Argentina), que busca, entre otras cosas, contribuir a ampliar nuestra comprensión sobre las trayectorias educativas junto a la trayectoria de ingreso al mercado de trabajo por primera vez de jóvenes que sí estudian y sí trabajan (sí-sí) versus jóvenes que en el mismo momento del relevamiento no estaban ni estudiando ni trabajando (ni-ni) y que de manera despectiva suelen denominarse como nini, categoría que en el imaginario social se haya vinculada a jóvenes que no hacen nada o en el extremo son delincuentes.
Aclaramos que este estudio es exploratorio y su finalidad tiene que ver con generar información que contribuya a enriquecer nuestra aproximación el heterogéneo y desigual universo juvenil contrastando dos grupos diferenciados y de esta contribuir a favorecer el enriquecimiento de las políticas de inclusión juvenil
Sobre la relevancia que presenta el estudio los jóvenes ni-ni en particular, un informe reciente publicado por el Banco Mundial en 2016 denominado `Ninis en América Latina. 20 millones de jóvenes en busca de oportunidades´ demuestra que se trata de una situación persistente (de Hoyos et al., 2016: 1) que además "ha pasado a estar en la primera plana de las reflexiones en la agenda pública, en la medida en que los recientes años de crecimiento económico de la región, no han generado un cambio en esta tendencia, lo cual parece dar cuenta del carácter estructural del proceso de desafiliación institucional iniciado décadas atrás" (Díaz Langou et al., 2014).
Respecto a este grupo en particular, se insiste en alertar sobre las consecuencias muy graves de la perpetuación de la doble exclusión, laboral y educativa, dado que por una parte “ésta constituye una conculcación explícita de los derechos a la educación y al trabajo de los jóvenes… [y a la vez] coarta directamente las oportunidades de la región para romper con las transmisión intergeneracional de la pobreza” (CEPAL, 2012: 74).
Desde la Organización Internacional de la Juventud (OIJ) se advierte además que “las grandes cadenas mediáticas han dejado caer juicios particularmente críticos [sobre este sector], mostrándolos como `vagos´, `inútiles´ y `culpables ... generando todas las sospechas imaginables sobre sus actitudes y comportamientos. Si no estudian ni trabajan, se sostiene, ¿qué hacen? Respuesta simple (o más bien, simplista): en el mejor de los casos no hacen nada, y en el peor, cometen delitos" (CEPAL-OIJ-IMJUVE, 2014: 199).
El por qué este grupo termina apartado del mercado de trabajo y de la educación formal es objeto de discusión: para algunos autores dicho apartamiento tiene que ver con deficiencias de los propios jóvenes ni-ni (Tellez, 2011; Carmona Zuñiga, 2011; Székely, 2011; Capello y García Oro, 2013) en tanto que para otros el apartamiento de este grupo tiene que ver con una situación desventajosa y/o de déficit que no debe atribuirse al joven (Gallart, 2000; Miranda y Corica, 2008). Al respecto, Feijoó y Botinelli (2014: 1) reconocen que la “referencia a los jóvenes `ni-ni´ trae implícita la suposición de que la pertenencia a ese universo es una decisión de carácter personal, fruto de la voluntad de los actores. Es personal, sin duda, la decisión de dejar la escuela o no incorporarse al mercado de trabajo. Pero esta perspectiva omite que no hay decisión subjetiva que no se tome en el marco de las condiciones sociales en las que cada sujeto se inserta.”
Respecto a cómo ha sido tratado el fenómeno en la literatura una revisión preliminar de la misma pone en evidencia que se ha dado mayoritariamente un tratamiento reduccionista y estigmatizante a la vez que se advierte como limitación adicional en los estudios enfocados en la temática de los ni-ni la escasa información obtenida por métodos cualitativos (Comari, 2015). Finalmente, y tal como destaca Cabezas en un informe publicado por el PNUD (Cabezas, 2015:
“la particular situación y trayectorias de este grupo (…) representan un desafío de mayor complejidad para la política pública, ya que son jóvenes que no pueden ser entendidos como simples desempleados que no estudian.”
Se aclara que los casos que aquí estamos utilizando son 207 en total (105 casos corresponden a jóvenes sí-sí y 102 a jóvenes ni-ni) y en conjunto constituyen el 39,1% de 530 entrevistas relevadas a partir de la EJoL-2014. Dado que aquí utilizamos una parte de esa muestra destacamos que este estudio es de tipo exploratorio y que en última instancia su finalidad tiene que ver con empezar a generar información a nivel local que contribuya a enriquecer nuestro conocimiento sobre los jóvenes que no están estudiando ni están trabajando versus los que sí lo hacen para en lo fundamental proponer políticas de inclusión juvenil que los tengan a todos en cuenta.
Composición por género de los grupos
Dentro de los 105 casos de jóvenes ni-ni un 68,6% son mujeres y un 31,4% varones. Asimismo dentro de los 102 casos de los jóvenes que sí estudian y sí trabajan (sí-sí) al momento del relevamiento 39,2% son mujeres y 60,8% varones. Estos valores obtenidos a partir de la EJoL- 2014 resultan coincidentes con la distribución por sexo que el grupo ni-ni y el grupo sí-sí suele presentar en las estadísticas públicas publicadas por el INDEC.
Trayectorias educativas frente al secundario
¿Qué trayectorias educativas presentan los jóvenes ni-ni versus los jóvenes sí-sí?
Mejorar nuestra comprensión de la situación de los jóvenes que no estudian y no trabajan y de quienes por el contrario sí lo hacen (estudiar y trabajar) en un lugar y un tiempo determinados supone entre otras cosas reconstruir sus trayectorias educativas en particular al secundario dado que la culminación del nivel medio o secundario constituye un punto de corte de la escolarización obligatoria en el caso de nuestro país lo que a su vez se constituye en un hito fundamental en la vida de los jóvenes y en particular en sus transiciones a la vida adulta.
Para ello hemos utilizado la finalización de los estudios del nivel medio (secundario), el tiempo que se empleó en hacerlo (en particular si hubo o no repeticiones en primario o en el secundario) junto a la asistencia escolar actual a un establecimiento educativo para el caso de los jóvenes que no completaron dicho nivel y hemos armado con todo esto un nuevo indicador representativo de las trayectorias educativas al nivel medio de educación formal. La tipología define cinco trayectorias educativas según los parámetros aludidos:
Esperada (no registra repeticiones)
Esperada lenta (registra una o más repeticiones en primaria o secundario)
Inconclusa - cursando
Inconclusa - abandonada
Trunca - no iniciada
Esta tipología es la que hemos aplicado para los dos grupos de jóvenes que aquí consideramos obteniendo los resultados que siguen.
En el caso de los jóvenes que incluimos en el grupo de los ni-ni un 22,9% presenta una trayectoria esperada al nivel medio de educación sin repeticiones y un 13,3% tiene una trayectoria esperada lenta en virtud de presentar repitencias en primario o secundario. Un 50,5% manifiesta que empezó el nivel medio de educación pero luego lo abandonó lo que significa que tienen una trayectoria al secundario inconclusa abandonada en tanto que un 13,3% tiene una trayectoria trunca no iniciada hacia dicho nivel.
Trayectorias educativas al secundario de los jóvenes ni-ni Resultados totales
Frecuencia | Porcentaje | |
Esperada | 24 | 22,9 |
Esperada lenta | 14 | 13,3 |
Inconclusa abandonada | 53 | 50,5 |
Trunca - no iniciada | 14 | 13,3 |
Total | 105 | 100,0 |
Fuente: elaboración propia en base a Encuesta a Jóvenes a nivel Local 2014
Trayectorias educativas al secundario de los jóvenes ni-ni Resultados totales
Fuente: elaboración propia en base a Encuesta a Jóvenes a nivel Local 2014
A su vez dentro de los jóvenes que sí estudian y sí trabajan al momento del relevamiento, los resultados son casi contrarios a los anteriores dado que mientras un 68,6% presentan una trayectoria esperada al nivel medio de educación y un 6,9% una trayectoria esperada lenta (con repeticiones) un 24,5% se encuentra cursando en dicho nivel.
Trayectorias educativas al secundario de los jóvenes sí-sí Resultados totales
Frecuencia | Porcentaje | |
Esperada | 70 | 68,6 |
Esperada lenta | 7 | 6,9 |
Inconclusa cursando | 25 | 24,5 |
Total | 102 | 100,0 |
Fuente: elaboración propia en base a Encuesta a Jóvenes a nivel Local 2014
Trayectorias educativas al secundario de los jóvenes sí-sí Resultados totales
Fuente: elaboración propia en base a Encuesta a Jóvenes a nivel Local 2014
Si la información anterior la diferenciamos por género lo que encontramos es que dentro del grupo de las mujeres ni-ni algo más del treinta por ciento completó el secundario frente a un setenta por ciento que no lo hizo. Esta situación presenta algunas diferencias para el caso de los varones ni-ni donde casi el cincuenta por ciento concluyó el nivel medio frente a un porcentaje equivalente que no lo hizo.
Trayectorias educativas al secundario de los jóvenes ni-ni Resultados diferenciados por sexo (en porcentajes)
% Mujeres | % Varones | |
Esperada | 20,8 | 27,3 |
Esperada lenta | 9,7 | 21,2 |
Inconclusa abandonada | 54,2 | 42,4 |
Trunca - no iniciada | 15,3 | 9,1 |
Total | 105 | 100,0 |
Fuente: elaboración propia en base a Encuesta a Jóvenes a nivel Local 2014
Dentro del grupo de los jóvenes sí-sí observamos que para el caso de las mujeres casi un ochenta y cinco por ciento completó estudios de nivel medio frente a un quince por ciento que está estudiando en el secundario en tanto que dentro del grupo de varones los resultados presentan valores diferentes. Algo menos del setenta por ciento completó el secundario frente a un treinta por ciento que se encuentra estudiando.
Trayectorias educativas al secundario de los jóvenes sí-sí Resultados diferenciados por sexo (en porcentajes)
% Mujeres | % Varones | |
Esperada | 77,5 | 62,9 |
Esperada lenta | 7,5 | 6,5 |
Inconclusa cursando | 15,0 | 30,6 |
Total | 102 | 100,0 |
Fuente: elaboración propia en base a Encuesta a Jóvenes a nivel Local 2014
¿Por qué motivo no están estudiando los jóvenes ni-ni?
A fin de indagar los motivos por los cuales no estaban estudiando la EJoL-2014 indagó de manera directa y sin dar opciones ¿por qué motivo no estás estudiando actualmente? (o no estás asistiendo a la educación formal en el momento del relevamiento) encontrando en las respuestas luego de sistematizarlas las siguientes menciones:
Por embarazo y/o cuidado de hijos.
Por vagancia, desinterés, sin ganas, sin motivación / porque no le gusta, no quiere, no estaba convencido de la oferta existente.
Por cuestiones de trabajo.
Le alcanzó lo que tiene /o bien ya completó el nivel que quería.
Le resulta costoso estudiar / le queda lejos/ los horarios le resultan complicados/ no pudo inscribirse.
Empezará próximamente /está haciendo cursos en la educación no formal.
Otros motivos dado como por ejemplo: “me tomé un año sabático”; “porque mi madre no quiere que salga sola [tiene epilepsia]; “problemas familiares”.
En menor medida aparecieron respuestas como No sabe/No contesta
¿Qué experiencias escolares tuvieron los jóvenes ni-ni versus los sí-sí en su paso por el secundario?
Para dar respuesta a este interrogante nos centramos en temáticas particulares: si durante el secundario faltaban mucho, si alguna vez abandonaron los estudios por más de 3 meses y si repitieron durante el secundario.
¿Faltaban mucho los jóvenes durante el secundario? Entre los ni-ni que alcanzaron el secundario, esto es 91 casos, un 34,1% manifestó haber faltado mucho y un 65,9% dijo que no.
Jóvenes ni-ni: Mientras estabas en el secundario ¿faltabas mucho?
Resultados totales
Frecuencia | Porcentaje | |
Sí, faltaba mucho | 31 | 34,1 |
No, no faltaba mucho | 60 | 65,9 |
Total | 91 | 100,0 |
Fuente: elaboración propia en base a Encuesta a Jóvenes a nivel Local 2014
Dentro de los jóvenes sí-sí, más allá que todos alcanzaron el secundario, los porcentajes no resultan sustancialmente diferentes del grupo anterior un 29,4% reconoció faltar mucho y un 70,6% manifestó lo contrario.
Jóvenes sí-sí: Mientras estabas en el secundario ¿faltabas mucho?
Resultados totales
Frecuencia | Porcentaje | |
Sí, faltaba mucho | 30 | 29,4 |
No, no faltaba mucho | 72 | 70,6 |
Total | 102 | 100,0 |
Fuente: elaboración propia en base a Encuesta a Jóvenes a nivel Local 2014
¿Y respecto a los abandonos prolongados durante el secundario (por más de 3 meses)? Los valores para los jóvenes ni-ni que alguna vez fueron al secundario dan cuenta que un 36,3% hicieron alguna vez un abandono prolongado de más de 3 meses frente al 63,7% que señaló lo contrario.
Jóvenes ni-ni: Mientras estabas en el secundario ¿alguna vez tuviste que abandonar los estudios por más de 3 meses?
Resultados totales
Frecuencia | Porcentaje | |
Sí, los tuvo que abandonar | 33 | 36,3 |
No, no los tuvo que abandonar | 58 | 63,7 |
Total | 91 | 100,0 |
Fuente: elaboración propia en base a Encuesta a Jóvenes a nivel Local 2014
A la vez dentro del grupo de los sí-sí las respuestas resultan ser significativamente diferentes dado que solo un 8,8% señaló que había tenido que abandonarlos por más de 3 meses frente a un 92,2% que mencionó lo contrario. Asimismo pudimos conocer que todos los jóvenes que manifestaron haber abandonado de forma extendida el secundario luego lo retomaron.
Jóvenes sí-sí: Mientras estabas en el secundario ¿alguna vez tuviste que abandonar los estudios por más de 3 meses?
Resultados totales
Frecuencia | Porcentaje | |
Sí, los tuvo que abandonar | 9 | 8,8 |
No, no los tuvo que abandonar | 93 | 91,2 |
Total | 102 | 100,0 |
Fuente: elaboración propia en base a Encuesta a Jóvenes a nivel Local 2014
Por último respecto de reconocer situaciones de repitencia durante el secundario y considerando nuevamente sólo a los que accedieron a él lo que observamos es que dentro del grupo de los jóvenes ni-ni un 39,6% destacó que había repetido durante el secundario frente a un 60,4% que señaló no haber pasado por dicha experiencia.
Jóvenes ni-ni: ¿Alguna vez repetiste de año mientras estabas en el secundario?
Resultados totales
Frecuencia | Porcentaje | |
Sí, repitió | 36 | 39,6 |
No, nunca repitió | 55 | 60,4 |
Total | 91 | 100,0 |
Fuente: elaboración propia en base a Encuesta a Jóvenes a nivel Local 2014
A la vez dentro de los jóvenes sí-sí los valores resultan diferentes: un 18,6% señaló que había repetido en el secundario alguna vez y un 81,4% destacó lo contrario.
Jóvenes sí-sí: ¿Alguna vez repetiste de año mientras estabas en el secundario?
Resultados totales
Frecuencia | Porcentaje | |
Sí, repitió | 19 | 18,6 |
No, nunca repitió | 83 | 81,4 |
Total | 102 | 100,0 |
Fuente: elaboración propia en base a Encuesta a Jóvenes a nivel Local 2014
¿Qué trayectorias de ingreso al mercado laboral presentan los jóvenes ni-ni versus los jóvenes sí- sí?
De manera complementaria a lo anterior armamos trayectorias de ingreso al mercado laboral de acuerdo a la edad que tenían los jóvenes al realizar su primer trabajo y teniendo en cuenta cuestiones de normativa laboral de nuestro país. La tipología armada quedó conformada de la siguiente manera:
Trayectoria de ingreso trunca: si nunca trabajó.
Muy temprana: si tenía 15 años y menos en el primer trabajo.
Temprana: si al trabajar por primera vez tenía entre 16 y 17 años
Normal: se inició en el mercado laboral con 18 o 19 años.
Tardía: se empezó a trabajar por primera vez con 20 o más años
¿Qué encontramos a través de la indagación realizada? Que en el grupo de los jóvenes ni-ni hay diferentes edades del ingreso al mercado de trabajo y por ende distintas trayectorias de ingreso al primer trabajo de la misma manera que ocurre en el grupo de los sí-sí. Así dentro del grupo de los ni-ni mientras que un 16,2% nunca trabajó, un 32,4% presenta un trayectoria de ingreso al primer trabajo muy temprana dado que al trabajar por primera vez tenían 15 años o menos y un 26,7% tuvo su primer trabajo de manera temprana, entre los 16 y 17 años. Complementando esta descripción destacamos que un 16,2% de los ni-ni presentan una trayectoria de ingreso al primer trabajo que nominamos como normal, al estar comprendida entre los 18 y 19 años y un 8,6% se destacó por ingresar tardíamente al primer trabajo, a los 20 años o
más.
Jóvenes ni-ni
Trayectoria de ingreso al primer trabajo en función de la edad que tenía al trabajar por primera vez
Resultados totales
Frecuencia | Porcentaje | |
Nunca trabajó | 17 | 16,2 |
Muy temprana (15 años y menos) | 34 | 32,4 |
Temprana (16 y 17 años) | 28 | 26,7 |
Normal (18 a 19 años) | 17 | 16,2 |
Tardía (20 y más años) | 9 | 8,6 |
Total | 105 | 100,0 |
Fuente: elaboración propia en base a Encuesta a Jóvenes a nivel Local 2014
Jóvenes ni-ni
Trayectoria de ingreso al primer trabajo en función de la edad que tenía al trabajar por primera vez
Resultados totales
Fuente: elaboración propia en base a Encuesta a Jóvenes a nivel Local 2014
A su vez al considerar el grupo de los jóvenes sí-sí observamos que un menor porcentaje
ingresa al mercado laboral con 15 años y menos (30,4%) a la vez que un 38,2% lo hace de manera temprana (38,2%). Finalmente los porcentajes de jóvenes con trayectorias normales y tardías de este grupo no son diferentes de los resultados exhibidos por los ni-ni.
Jóvenes sí-sí: Trayectoria de ingreso al primer trabajo en función de la edad que tenía al trabajar por primera vez
Resultados totales
Frecuencia | Porcentaje | |
Nunca trabajó | 0 | 0,0 |
Muy temprana (15 años y menos) | 31 | 30,4 |
Temprana (16 y 17 años) | 39 | 38,2 |
Normal (18 a 19 años) | 20 | 19,6 |
Tardía (20 y más años) | 12 | 11,8 |
Total | 102 | 100,0 |
Fuente: elaboración propia en base a Encuesta a Jóvenes a nivel Local 2014
Jóvenes sí-sí: Trayectoria de ingreso al primer trabajo en función de la edad que tenía al trabajar por primera vez
Resultados totales
Fuente: elaboración propia en base a Encuesta a Jóvenes a nivel Local 2014
Con esta presentación buscamos exponer resultados preliminares de una investigación en curso más amplia sobre los jóvenes en general y sobre los jóvenes ni-ni versus los sí-sí en particular en nuestro Partido usando para esto información relevada a través de la EJoL-2014. Al respecto hicimos un análisis exploratorio a partir de una submuestra de 207 casos sobre algunos aspectos que hacen a su vida laboral y a sus recorridos educativos a fin de empezar a complejizar nuestra lectura y no continuar simplificándola como muchas veces ocurre.
Desde este lugar observamos dentro del grupo ni-ni que un cincuenta por ciento completó el secundario y el otro cincuenta por ciento no lo hizo. Este comportamiento contrasta con el de los jóvenes sí-sí donde el porcentaje de jóvenes con secundario se eleva al setenta por ciento y el de jóvenes sin titulación del secundario retrocede al treinta por ciento. A su vez al diferenciar la situación frente al secundario por sexo volvemos a encontrar diferencias sustantivas al interior de ambos grupos: los ni-ni versus los sí-sí.
Sobre los motivos porque hay jóvenes que no están estudiando las menciones van desde embarazo y trabajo hasta vagancia y falta de interés.
En cuanto sus recorridos por el secundario encontramos que en torno al treinta por ciento los jóvenes ni-ni faltaban seguido de la misma manera que algunos jóvenes sí-sí. Respecto a los abandonos prolongados mientras que algo más del treinta y cinco por ciento de los ni-ni señaló hacerlo en el caso de los jóvenes sí-sí el porcentaje se redujo a menos del diez por ciento. Finalmente en tanto que casi un cuarenta por ciento de los jóvenes ni-ni repitió el secundario alguna vez este porcentaje se reduce casi a la mitad, algo menos del veinte por ciento, para el caso de los jóvenes sí-sí.
Por último respecto de las trayectorias de ingreso al mercado laboral encontramos que la mayoría de los ni-ni que trabajaron alguna vez presentan trayectorias muy tempranas dado que trabajaron por primera vez teniendo 15 años o menos en tanto que la mayoría de los sí-sí tienen trayectorias tempranas pues comenzaron a trabajar con 16 y 17 años.
Como cierre de esta presentación de resultados preliminares dejamos planteada lo que sería una continuidad de esta investigación a partir de expresar nuevos interrogantes que nos hacemos y que van más allá de las descriptas previamente: los jóvenes que no estudian y no trabajan versus los que sí estudian y sí trabajan ¿Qué más hacen? ¿Participaron alguna vez de
algún curso de formación y capacitación para el trabajo? ¿Hacen actividades domésticas?
¿Tienen hijos? ¿Cuántos? ¿A qué edad los tuvieron si los tienen? ¿Con quién viven estos jóvenes? Y en su tiempo libre ¿a qué se dedican? Esperamos poder responder a estas preguntas y otras nuevas en futuras presentaciones.
Cabezas, G. (2015): Los NINI desde sus trayectorias educativas y laborales. Seguimiento a una cohorte de estudiantes. PNUD.
Capello, M. y García Oro, G. (2013): El problema de inserción social de los jóvenes a nivel regional en Argentina y en perspectiva internacional. Monitor Social. Año 2. N°2. Córdoba. IERAL.
Carmona Zuñiga, L. y García H., J. (2011): La Generación “Nini” y el Proyecto de Vida. Revista 29nueve.
CEPAL (2012): Invertir en Juventud. Informe regional de ALC, 2011.
CEPAL-OIJ-IMJUVE (2014): Invertir para transformar, La juventud como protagonista del desarrollo.
Comari, C. (2015): Examen de validez teórica e empírica del concepto "jóvenes nini" o "generación nini" en la Argentina del Siglo XXI. Tesis del doctorado. - 1a ed. - CABA. INDEC, 2015.
De Hoyos, R.; Halsey, R. y Székely, M. (2016): Ninis en América Latina. 20 millones de jóvenes en busca de oportunidades´ demuestra que se trata de una situación persistente. Grupo Banco Mundial.
Díaz Langou et al. (2014): Inclusión de los jóvenes en la Provincia de Buenos Aires. CIPPEC. Documento de trabajo n°123, agosto 2014.
Feijoó, M. y Botinelli, L. (2014): ¿Quiénes son los jóvenes ni-ni?. La educación en debate #19.
Suplemento Le Monde diplomatic. Universidad Pedagógica de Buenos Aires.
Gallart, M. A. (2000): El desafío de la formación para el trabajo de los jóvenes en situación de pobreza. El caso Argentino. Formación, pobreza y exclusión. Montevideo: Cinterfor/OIT.
Gentile, Natacha (2017): Aportes para el análisis de actividades productivas y del nivel de bienestar de la población del Partido de General Pueyrredon. Principales resultados de la
encuesta a jóvenes a nivel local (Parte 1). (Informes Técnicos No. 5). Mar del Plata: Universidad Nacional de Mar del Plata. Facultad de Ciencias Económicas y Sociales. ISBN 978-987-544-805-6
Miranda, A. y Corica, A. (2008): Las transformaciones en el mercado de trabajo en la Argentina de los últimos 10 años: desigualdad y precariedad entre los jóvenes. III Congreso de la ALAP, Córdoba (Vol. 24).
Székely, M. (2011): Jóvenes que ni estudian ni trabajan: un riesgo para la cohesión social en América Latina. CIEPLAN y Tecnológico de Monterrey. Mimeo. Junio.
Téllez Velasco, D. (2011): Jóvenes nini y profesionistas titi: la estratificación letrada del desempleo. El Cotidiano, núm. 169, septiembre-octubre.
Notas
1 Esa investigación más amplia se encuentra orientada a explorar, reconocer y comprender comportamientos, experiencias y valoraciones que hacen los jóvenes que viven en el Partido de General Pueyrredon en sus transiciones a la vida adulta en relación a diversos aspectos que hacen a su vida cotidiana con el objetivo final de contar con elementos que contribuyan a enriquecer el diseño y la implementación de políticas de inclusión juvenil a nivel local. Dichos aspectos los asociamos no solo con la Educación Formal y la Inserción laboral sino también con cuestiones vinculadas a la Formación y Capacitación laboral; la realización de Actividades domésticas; el Uso del tiempo libre; Aspectos socio- demográficos (que incluyen la autonomía del hogar de origen, la tenencia de hijos y la convivencia en pareja, etc.) y Perspectivas juveniles respecto del futuro entre otros.