María Luisa Martínez Sánchez1
Palabras clave: Mujeres; migrantes; indígenas; violencia de género
Para este estudio cualitativo, el enfoque metodológico ha sido la fenomenología, dado que sus premisas se orientan a la percepción de las personas en la expresión de sus palabras. Se considera que las palabras de las informantes son la imagen del mundo vivido por ellas, por la acumulación de sus experiencias. La otra premisa de la fenomenología se refiere al contexto en que viven, en este caso, las mujeres entrevistadas puesto que «la existencia humana es significativa e interesante, en el sentido de que siempre estamos conscientes de algo, por lo que la existencia implica que las personas están en su mundo y sólo pueden ser comprendidas dentro de sus propios contextos. De esta forma los comportamientos humanos se contextualizan por las
1 Doctora, Sociología, Universidad Autónoma de Nuevo León. Líneas: mujeres, migración, capital social. Mluisa_martinez_1999@yahoo.com
relaciones con los objetos, con las personas, con los sucesos y con las situaciones» (Morse, J. – Richards, L. 2002: 86).
El análisis del discurso social-hermenéutico es la técnica utilizada para el tratamiento de los datos en este trabajo. Trata de llevar a cabo una «reconstrucción del sentido de los discursos en su situación –macrosocial y microsocial– de enunciación, con el objetivo de encontrar un modelo de representación y de comprensión del texto concreto en su contexto social y en la historicidad de sus planteamientos, desde la reconstrucción de los intereses de los actores que están implicados en el discurso» (Alonso, L. 1998: 188).
Cada historia es diferente e irrepetible, con sucesos específicos en la vida de cada mujer. Por ello los discursos también presentan particularidades dentro de las regularidades del marco general común. Para comprender e interpretar lo que dicen las mujeres sobre sí mismas a partir de su formación, sus experiencias y su vida cotidiana, ha sido necesario no sólo escuchar y registrar sus palabras con respecto a la temática que nos ocupa sino tratar de situar a las palabras de cada una de las mujeres en un espacio imaginario, es decir, quién dice qué; cómo lo dice y en qué lugar está situada cuando dice lo que dice. La metodología, por lo tanto, es reductiva y con
apoyo del análisis de discursos y de temas específicos. En síntesis, la metodología es cualitativa, la técnica el grupo focal y los datos serán interpretados vía el discurso social-hermenéutico.
El presente trabajo es un estudio diagnóstico sobre la situación de violencia de género realizado en el Municipio de García, N. L., utilizando la técnica de grupos focales y con la participación de 19 mujeres indígenas entre 16 y 46 años, divididas en dos grupos, se revisaron dimensiones como la desigualdad de género, el cuidado de sí, la violencia familiar, la violencia en el trabajo y el conocimiento sobre las instancias que brindan prevención y atención de la violencia en la entidad. La violencia laboral padecida por las mujeres indígenas que trabajan fuera del hogar y la narrativa de episodios de discriminación que ellas viven por parte de sus vecinos mestizos son hallazgos de este trabajo que han de considerarse en el diseño de programas de política social.
Desigualdad de género
A pesar de los cambios sociales, económicos y políticos mundiales, la sociedad mexicana se sigue sosteniendo en la organización familiar tradicional, donde los roles están definidos de acuerdo al género y las divisiones del trabajo claramente delimitadas: el hombre, proveedor, se mueve en la esfera pública y la mujer es responsable de la esfera privada, donde se realizan las funciones de reproducción y la economía del cuidado. En palabras de Martínez (2007:27)
“… en toda sociedad hay una división de actividades de sustentabilidad: por un lado
hay un sistema productivo donde los bienes y servicios son producidos para su venta en el mercado y cualquier actividad en esta esfera es valuada en términos de costo y precio. Pero hay otra esfera, que es la familia, donde se lleva a cabo la reproducción del sistema en la cual las mujeres están tradicionalmente a cargo de actividades no pagadas de cuidado, nutrición y labores domésticas”.
En el caso del grupo de mujeres indígenas migrantes, todas ellas con pareja, se refleja, en sus palabras, esta tradicional división del trabajo, con los roles sociales de género tal como se han descrito. Sin embargo, en las palabras de las participantes es posible deducir que existe una división con ciertos rasgos de flexibilidad entre las labores consideradas propias de las mujeres y las de los hombres. Al parecer ellas se mueven al mercado laboral cuando se requiere y producen en casa artículos que venden para colaborar al gasto familiar y también los hombres cuando no trabajan ya sea por desempleo o por enfermedad, ellos se quedan en casa realizando las labores domésticas, incluso la preparación de alimentos.
Al planteamiento de si perciben desigualdad de género en el trato que tienen en sus comunidades, con respecto a los hombres, ellas se remontan a sus comunidades de origen y expresan:
Los papás prefieren más a los hombres que a las mujeres, porque las mujeres sufrimos más, como que estamos más en riesgo de que abusen de nosotras. Es más riesgoso ser mujer que hombre. Por ejemplo hay comunidades que están muy
retirados de un municipio y tienen que ir a comprar mandado, para salir necesitan un muchacho o muchachos señores que vayan, por si los asaltan, sí se defienden a golpes pero una mujer no. “una mujer vale una vez y eso es lo que valoran ellos, de que dicen no pues si les pasa algo, por eso ahí se supone que las mujeres somos devaluadas en ese sentido, pues sí, si te violan te embarazan pues quién te quiere. Y aquí no, puedes tener mil hijos y de cualquier hombre y no pasa nada. Allá no. Allá vales una vez.
La preferencia por los hijos varones tiene que ver con la idea de movilidad y fuerza esperada para los hombres, dadas las tareas encomendadas a ellos en sus comunidades de origen. Sin embargo el valor de las mujeres es su virginidad: una mujer vale una vez, porque si te violan o te embarazas ya nadie te querrá. Esto indica lo arraigado que aún está el valor de la virginidad en estas comunidades.
Al realizar la pregunta sobre cómo piensan ellas la relación entre géneros, hombre y mujer, ellas responden:
los roles se dividen si la mujer tiene buen trabajo o se prepara un poquito más es la que trabaja y el hombre también pero se inclina más hacia los hijos por decir me quedé sin trabajo pero me dedico a mi familia o viceversa si el hombre tiene más trabajo pero también ayuda uno también con los hijos y también sale a trabajar por ejemplo aquí hay una oportunidad en eso de que trabajas un medio tiempo en medio tiempo ya dicen es un dinerito extra para apoyar al esposo no está tan definido de que yo soy el hombre que tengo que dar en la casa no también hay en ese aspecto, si yo puedo aportar aporto aportamos ambos siempre hay un diálogo una comunicación.
Al parecer ellas no tienen ningún problema si quieren trabajar y cuando lo hacen se reparten el trabajo de la casa y ellos están dispuestos a hacer las cosas. Lo que hacen ellas para colaborar a los gastos del hogar:
… exactamente y de hecho uno trabaja también para ayudar al hombre porque pues ahorita está canijo para pagar tanto recibo y comida y escuela esta difícil ya como que los gastos no son pocos le hace uno la lucha de una manera o de otra hasta vendiendo ropa en el mercado para ayudarse haciendo tortillas, hasta haciendo aseos ahí con una vecina aunque le paguen a uno poquito pero algo es algo ya sale para la leche o las tortillas cosas de esas)
Las labores domésticas que hacen ellos cuando ellas trabajan:
“lavar los trastes o barrer”.
“el mío me ayuda a lavar los trastes de repente me ayuda a tender la ropa…”
“el mío andaba quedando conmigo lavaba trastes me ayudaba cuando andaba quedando, pero ahorita como ya tenemos doce años ya”
“ya no le ayudan a uno como antes mi esposo se ponía a lavar se ponía a lavar los trastes a barrer trapear ahora no, ya es menos”.
“como decía mi abuelita, jarrito nuevo donde te pongo”
Como se puede apreciar, la corresponsabilidad en la realización de las labores domésticas continúa siendo precaria y se toma como un “apoyo” que va desapareciendo con el tiempo de matrimonio. Se repite la doble jornada para las mujeres que trabajan dentro o fuera del hogar.
Violencia familiar
La violencia familiar es una de las variables que había que incorporar en este trabajo, dada la intención de reflejar la vivencia de las mujeres migrantes en un espacio que aun cuando les era ajeno, empieza a ser el suyo una vez que algunas de ellas han tenido ya hijos e hijas en Nuevo León. Lo que pudo apreciarse en esta conversación fue la resistencia de hablar sobre la violencia con respecto a ellas mismas y era mucho más fácil para ellas hablar de la violencia vivida por sus conocidas o familiares, sin descartarse la posibilidad de que alguna o varias de ellas estuviesen proyectando su propia vivencia.
“yo sé que mi hermano está haciendo cosas mal pero no sé cómo ayudarlo como dice mi esposo él ya es mayor de edad la decisión la debe tomar la esposa, pero ella está muy cerrada, se encierra en su mundo. (la informante se refiere a la violencia ejercida por su hermano hacia su cuñada). …”ella viene de una familia así de maltrato, yo por eso siento que ella piensa que es normal y ahora la iba a invitar nomás que anda trabajando si me duele porque sé que sí la maltrata.
“yo tengo un tío que maltrata mucho a la esposa, la he visto toda moreteada, yo le he dicho como permites eso, será mi tío y toda la cosa, más que nada por
tus hijos eso aunque no creas les hace mucho daño, pero ella está cerrada. Para ella que la golpeen es normal que si discutieron se van a agarrar a trancazos y es normal. A mí me pasó una vez yo le dije a mi esposo y me fui de la casa y mi cuñada lo sabe yo no voy a permitir que me estés golpeando si para eso me quisiste…
Al preguntarse sobre el motivo, ella contestó:
Que se emborrachó y que le dije deja de tomar y se molestó y ahí fue pero no por yo como dije yo pienso más que nada en mis hijos no está bien para ellos porque la niña apenas ya hablaba y salíamos a contaba que si papito hizo esto, y le digo te parece bien que la niña cuente todo lo que vio, y desde entonces igual toma pero no, llega se duerme, no le digo nada mejor.
En un caso distinto, la informante se refiere a la esposa de su tío:
Sí, pero para los hombres todo lo que ellos hacen está bien, y aquí mi tío es el que de repente se va con alguien más y la culpa a ella. “Es que tu andas así con cuanto hombres se te pone enfrente” y yo le digo, Flor, él está haciendo las cosas y te lo está empaquetando a ti, si él sabe perfectamente que tú te dedicas a tus hijos no trabajas estás en la casa y si no estás en la casa estas en casa de mi mama, nunca se te ha visto con hombres más sin embargo a él se le ha visto andar con otra persona que no es su esposa el voltea las cosas.
Estoy bien pero si hubo un tiempo que tuve por decir un matrimonio que a mí el hombre me golpeaba pero es como dicen ellas yo por mi parte no decía nada porque yo vengo de un matrimonio de padres divorciados y luego mis papás se divorciaron y yo no tenía en pocas palabras quien se metiera por mí, mi mama una persona diabética, pues ahorita ya murió pero yo no tenía más que nada el apoyo de quien me ayudara y porqué porque muchas de las veces la gente se le hace fácil hablar o decir pero realmente uno no sabe que está pasando detrás de esa puerta porque los hombres son muy astutos al ver a uno sola pues la amenazan a uno por decir, ve y vas a ver de lo que soy capaz y ahorita te voy a hacer de tal por cual en tu trabajo en tu casa y uno por no causar problemas, mi mamá va al hospital, mis abuelitos ya están viejos pues en si familia no tengo, y así duré aguantando; de hecho se me vino un aborto de una golpiza que me dieron fíjese y toda morada y eso dure pues una semana.
Al preguntarle si hizo la denuncia por el aborto ocasionado por golpes, ella contestó:
No oiga pues es que yo tenía miedo oiga yo nada más lo miraba y eran unos nervios en la boca del estómago lo miraba y me ponía a temblar haz de cuenta era una cosa así y luego si la agarran por decir a uno automáticamente es una cosa como no es una cosa normal que digas tú y todas en algún tiempo han sufrido. Uno por eso en vez de que un beso no, ya eran mordidas, eso pues ya era como violación yo en vez de que como dicen de estar uno bien ya estaba uno llorando pero de lo que sentía uno y sale uno tan traumada que se queda uno con eso, es lo que hace uno de mujer, pues ya no creer, y ya no creer en nadie y muchas de las veces no pues es que aquella mujer es violenta, aquella mujer es esto, no pues es que uno no era así pero uno también de tanto fregazo aprendió a defenderse.
Otra de las participantes en el grupo focal comenta otros casos de infidelidad, incluidos aquí por ellas mismas, como violencia familiar. En su discurso, después de contar varios casos, expresa el suyo:
Mi hermana la engaño el marido, tiene 4 guercos, llora y llora y dice “no lo dejo porque quien me mantiene a mis hijos” y yo no puedo trabajar porque, porque nomas tiene primaria. Hay otra muchacha que no es de aquí, también tiene como 4 guercos y el marido va y la ve de vez en cuando, porque también tiene otra pero dice ella no pues yo me quedo aquí como quiera viene y me deja, no pues ya lo demás no me importa ya que haga lo que quiera y que venga cuando quiera. Ya se conformó y hay otra de por ahí que ella trabaja pero pues el hombre es bien agresivo de hecho ahí en la colonia nadie le habla y ella me ha dicho, “pero es que como le hago yo no tengo quien me apoye, no tengo familia nadie me viene a ver hasta mis hijos me han dejado por él, por el me han dejado. Y sin embargo, ellas no vienen aquí o no se quejan por miedo señora, por miedo y muchas veces uno no platica también por el temor por decir como yo en mi caso yo a los 10 años o 12 a mí me violó mi padrastro y uno no dijo nada, por lo mismo que estaba mi mamá estaba enferma mi mamá se iba a la 17 (una clínica) y uno callada, entonces viene uno de padres divorciados, abusa tu tío, abusa tu padrastro o abusa quien haya sido, entonces uno
crece con ese trauma, muchas de las veces la gente o muchas de las veces nomas dicen mira ese drogadicto mira eso mira lo otro y realmente no se fijan de donde vienen los problemas, porque los problemas vienen de raíz, los problemas vienen del hogar, muchas de las veces porque los padres trabajan, porque les dedican poco tiempo a los hijos porque, porque no tienen autoridad para llamarles la atención, aparte de que ahorita ya hay muchas rebeldía, y todo por las redes sociales
Al preguntarle si permanece unida con quien la golpeaba, contesta:
No , no, no pues todo fue porque este hombre iba pal otro lado. entonces llegó el momento en que me tuve que ir de aquí de Monterrey, me fui pa Reynosa a esconderme, me escondí allá con una parienta y me andaba buscando como loco porque este hombre me sacaba en la madrugada, se me aparecía nomas en la camioneta dando vueltas yo estaba asustada, si iba al trabajo me buscaba y si iba con amistades hasta la camioneta nos andaba echando encima, pero como era un hombre que tenía por decir, llegaban los patrulleros, según a detenerlo pero como hace uno las cosas se la miraban bien gruesecita la carterita y ya pa de rato y como estaba conmigo riéndose a carcajadas, “mira lo que me hicieron, lo que te duro el gusto” entonces, que es lo que hace uno porque desgraciadamente ahorita todo está pero bien mal, por todas partes no hay ni a quien irle ni en quien confiar y en pocas de las veces la gente no coopera o que no se porta bien, pues los matan porque, porque no están de acuerdo, entras al aro y todo mundo es feliz.
Continúa en su narrativa:
…el tiempo que dure con él fue un martirio porque por lo mismo que la miran a uno que viene de otras partes de la raíz de uno pues mi papá de San Luis, mis abuelos de zacatecas este con rosarios y todo, haz de cuenta que se atacaba, se atacaba, pero muchas de las veces uno permite la violencia porque no hay quien lo ayude a uno y muchas de las veces se les hace muy fácil hablar, o juzgar a los demás pero nadie te dice, ya comiste que te hace falta en tu casa o con que te voy ayudar nadie te dice, igualmente necesitas algo y no hay quien te haga un favor es muy raro quien te ayude, te ven golpeada te ven y nadie quiere abrir la boca por no meterse en problemas, igual si dice uno este aquella mujer por temor, por miedo, por los hijos, no, no, no pero es que él es
así, es que yo le di lugar, no, no, no me pego, me pegué con la puerta, me pegué con la mesa, puras excusas.
Otra de las informantes refiere al caso de su hermana:
Me iba a visitar siempre la veía morada sus brazos, y yo le preguntaba acaso te golpea dice no, delante de nosotros era toda dulzura, pero cuando ya nos íbamos era pleito, pleito, pleito, entonces una vez yo le dije: ¿sabes qué hermana, por qué no lo dejaste a tiempo, porque ella ya falleció, le digo porque no lo dejaste a tiempo si sabias que te maltrataba, dice es que él me tenía amenazada dice cuando iba a la casa es porque se quería alejar de él, entonces le digo pero porque le seguías de vuelta cuando iba por ti, porque yo tenía miedo a que les haga algo a ustedes, porque él me decía si tú te vas con ellos, ya sé dónde trabajas, ya sé dónde como por ejemplo amenazándola ya sé dónde viven tus papás, ya sé donde trabajan tus hermanos si tú te vas con ellos ya se donde trabajan.
Continúa el mismo caso de la joven, hermana de la informante, que finalmente falleció:
Pero yo siempre le preguntaba porque si te trata mal dice no, no, siempre me lo negó pero ya cuando cayó en cama me dijo toda la verdad pero ya era demasiado tarde, eso porque los amenaza porque dice si te vas y voy y no sales ya sabes las consecuencias como lo que mi hermana me dijo: “sabes que el cuándo iba por mí y me tenía que ir con él es que tenía miedo de que les haga a ustedes daño, no tanto por mi yo prefería que me golpeara a que a ustedes les pase algo porque él siempre me decía ya sé dónde están tus papas, ya sé dónde están tus hermanos y no me pueden hacer nada porque yo tengo doble identidad.
En un discurso que más bien es una queja sobre el apoyo brindado a su hermana, víctima de violencia y la repetición cada vez más frecuente del llamado círculo de la violencia, con el final retiro de la familia cuando la mujer vuelve cada vez al círculo a pesar del soporte recibido por su red familiar, es el siguiente:
Ella dice que ya no, pero yo a veces le veo moretones, ella dice que ya no, pero yo creo porque no quiere que nos enteremos, ella, yo siempre la defendía porque si la golpeaba muy feo, la sangraba en la cabeza y una vez hasta el niño cayó también. Oyes disculpa pero llega un momento en que te dicen pero tú en que te metes, es mi vida no te
metas en mi vida el me pega porque tiene razón. Yo siempre la defendía y una vez estaba embarazada casi mi cuñado me avienta la plancha, y al día siguiente yo fui a dar al hospital por el susto, entonces hablamos con mi hermana y ella si la agarraba y le decía que la iba a matar y varias veces mi hijo lloraba y decía que su tío la quería matar, entonces mi hermano ahí se metió, y dijo yo no me quiero meter pero pues ya llegando que el niño también alcanzó, entonces le dijimos a mi hermana que lo denunciara, y lo denunciaron y todo.
Pero cuando la dejamos sola a ella llegaron los familiares de él y yo creo la amenazaron yo pienso que la amenazaron ya cuando nos dimos cuenta que mi hermana retiró la denuncia y entonces ya nosotros no nos quisimos meter, y ella dice que su esposo la amenazaba le decía que le iba a ir peor, como que agarran más fuerza cuando uno los denuncia agarran más poder como diciendo “ah¡ me provocaste, ahora me vas a conocer, como quiera yo voy a salir”…, pero la suegra como son de rancho los dos mi madre y mi hermana, son de rancho y su esposo es de rancho la suegra le decía “si tu sigue con eso…” como ellos creen mucho en la brujería por ese lado también le buscan como atacar. Y retiró la denuncia y a partir de ahí ya nadie se quiso meter.
Una de las participantes del grupo focal describe:
Yo tengo un vecino, que yo de hecho ahorita le dejé de hablar porque es un hombre que a la mujer maltrata incluso hasta embarazada ahí le dio un fregazo y tiene guercos pero pues también el problema, que está bien metido que conoce mucha gente por decir del gobierno de García del municipio y todo, en veces tiene la música hasta las 3 o 4 con la música en alto llega una granadera y el pelado sigue igual y luego por decir no pagaba no paga luz, no paga nada, y nadie le hace nada y el dice “me hacen algo aquí y apenas tardan más en meterme que ni en lo que tardo yo en salir y ahora sí…”, pero por eso hay tanta gente muerta, tanta gente destripada, entonces uno no tiene miedo por uno bueno en este caso como yo tengo un adolescente de 14 años, usted cree que no me va a dar miedo.
En algunos de los casos referidos arriba, las mujeres, antes de hablar de sí mismas, describen un caso distinto al suyo, de un familiar o de un conocido, lo cual les sirve de preámbulo para reseñar brevemente su caso y cómo lo han resuelto o cómo fue en su pasado. Es como para
protegerse a sí mismas de
El miedo, sin duda es una constante en la vida de las mujeres: miedo por lo que les pase a ellas mismas, miedo por amenazas hacia sus familiares, miedo por la capacidad de cohecho y soborno que al parecer tienen sus parejas, miedo a la impunidad y a la doble violencia que reciben cuando denuncian.
La soledad es otra constante entre las mujeres que viven violencia. Al referirse en varios casos a que las mujeres violentadas “están cerradas” es probable que exista un miedo combinado con la desprotección que ellas sienten a pesar de que su red familiar intervenga tratando de apoyarlas. La naturalización de la violencia y la justificación cuando se ha vivido en un ambiente familiar donde se ha ejercido la violencia contra las mujeres, sin duda son factores que influyen para que las mujeres se callen, incluso hasta su muerte, como en el caso de la joven que hasta estar postrada en cama comparte sus miedos con su propia hermana.
La ausencia de mecanismos de apoyo a disposición de estos grupos de mujeres migrantes por parte de las autoridades, en particular el municipio que es el más cercano, cuando se trata de personas de escasos recursos, es evidente.
Violencia en el trabajo
La mayoría de las mujeres participantes en el grupo focal no tienen un trabajo formal. Sin embargo en sus comentarios ellas mismas describen algunas participaciones como actividades laborales, como las que se encuentran a continuación:
Mis hijos ya están grandes, es que no trabajo todos los días, trabajo dos días, las llevo y las acomodo y ahí las dejo en la casa y al otro día las dejo en la escuela. Mis hijas a veces trabajan en obras de limpieza o en alguna farmacia.
De hecho yo no trabajo así que digas pero porque yo tengo un niño que tiene una discapacidad entonces yo entre semana me dedico a mi niño porque la escuela donde él va queda bien lejos; diario me vengo nos levantamos a las cinco para la cinco y media ya tomar el camión porque él entra a las ocho entonces yo no puedo así que digas, quiero trabajar, pero no puedo por los niños tengo que estar ahí llevándolo y trayéndolo entonces en las tardes ya compartimos el trabajo con mi esposo él llega pues yo adelanto y él llega y cenamos y ya nos repartimos mientras él se dedica con los niños a la tarea yo
me dedico a hacer el quehacer o al contrario él dice no entiendo aquí ayuda a los niños y yo me pongo a hacer así y los sábados pues si dejo mis niños y me voy con la maestra todo el día a ayudarle y ya en la tarde ya llego. Él trabaja los sábados, pero medio tiempo, ya en la tarde ya llego el sale a la una y para antes de que yo llegue él llega ya está ya para cuando yo llego ya hay la comida.
Una de las jovencitas participantes en el grupo focal, reseña:
Me fui a trabajar con unas amigas, y en eso el jefe nos dijo, porque se había cambiado de casa y nos dijo que si le íbamos a ayudar y nos fuimos dos chavitas, la otra era más pequeña que yo creo que tenía yo 15 y ella 13 y nos tocó a nosotros dos, las otras grandes se quedaron ahí, éramos cuatro entonces cuando el hijo de la señora, nos lleva a la casa nos abre la puerta y luego la señora se enojó, ¿porque les andas abriendo la puerta a esas chiriguillas y luego le dice el muchacho, “no mamá no les digas así”, “hay es que ellas para eso vinieron”. Se enojó y dijo no ustedes no saben hacer nada no se ni para que las trajeron y nos empezó a gritar y nos llevó en su camioneta, y su camioneta estaba llena de cartones y luego íbamos en la camioneta la muchacha se fue adelante y yo atrás luego la señora nos empezó a decir “es que ustedes son unas chiriguillas, se supone que venían a trabajar, no sé porque vienen, nos empezó a amenazar y a decir muchas cosas”, yo le contesté “la verdad, seré muy chiringuilla pero de trabajo, se trabajar, recogiendo cartón pero no me voy a morir de hambre pero usted no lo va a poder hacer por orgullosa y tengo más valores yo que usted porque está esperanzada a un hombre que la mantenga…”
Otra de las participantes comparte su experiencia de acoso con respecto a un policía:
Yo iba a entrar a la policía en García, y un señor pues era un comandante me dijo, quieres entrar, le dije si quiero entrar, bueno a las diez de la noche te espero en la caseta del sector, para qué?, y luego ya no fui y me fueron a buscar como dos veces pero tampoco salí, pero uno ya sabe uno de antemano sabe los riesgos, de que quieres cenar, no pues que si nos vemos a tales horas, y ya, pero ya un señor que nombre, si te quiere contratar, te tiene que citar en cierto horario de 8 a 3 o de tales horas y de un lugar más digno, no ya no fui, ahí nomás tienen datos míos.
Al preguntar por los sueldos, una de ellas menciona:
Muy bajo, y si te daban 300 o a lo mejor 350 pero es de cuenta que tiene hasta que limpiar la casa casi con la lengua y la cabeza porque quieren todo bien impecable y mal pagado.
Las mujeres migrantes indígenas en la comunidad estudiada no perciben el trabajo que realizan desde el hogar para obtener recursos extras para sus familias, como la venta de tortillas y otros artículos por los que obtienen ganancias. Sin embargo entre las que sí se han referido a su participación laboral, además de catalogar sus salarios como bajos, incluyen la discriminación de que son sujetas por sus empleadores al disponer de sus personas, en el caso de las jovencitas, y llevarlas a realizar otras actividades fuera de sus espacios laborales, lo cual es contra los preceptos legales de nuestra Ley Federal del Trabajo.
No deja de aparecer contantemente en sus vidas tanto las actitudes despectivas y discriminatorias de las personas mestizas como las de acoso y abuso, como el ofrecimiento de un trabajo a cambio de otros “favores”. Ellas desconocen las instancias a las que pudieran presentar alguna denuncia y/o los programas de apoyo social que les atañen por ser migrantes indígenas.
Culturas distintas
Las mujeres indígenas migrantes que han llegado a García, N. L., algunas de ellas ya con hijas de la siguiente generación, se mueven continuamente entre dos culturas distintas, la de su origen y a la que pretenden integrarse. Ellas se han acostumbrado a entender los significados y valores importantes en cada una de sus dos culturas y transitan entre una y otra de manera natural. Sin embargo no deja de haber conflictos en el caso de matrimonios formados por un-a indígena y un- a no indígena. He aquí sus percepciones.
Al preguntarles cómo las tratan en sus comunidades de origen cuando van de visita, una de ellas menciona:
Allá saben que aquí se sufre, se sufre mucho porque aquí es diferente, allá porque todo mundo se dirige a uno con respeto lo trata a uno con respeto. Aquí, si eres amable y saludas de repente dicen mira anda de chifladilla por eso saluda. Allá, todos nos saludamos todos nos conocemos, al momento de darle la mano y darle un beso en la mano, es un respeto y aquí si lo haces, se burlan se ríen, mira que ridícula o algo y allá no
allá es lo contrario.
Uno está acostumbrado a buenos días, a buenas tardes a quien sea saluda uno, igual pasa una gente y le medio sonríes como por amabilidad
Allá se supone que las mujeres somos devaluadas en el sentido pues si, si te violan te embarazan pues quién te quiere. Aquí no, pues puedes tener mil hijos y de cualquier hombre y no pasa nada, allá no, allá vales una vez.
Al preguntarles si a ellas les permiten casarse con hombre no indígenas, una de ellas responde:
Sí, es mi caso a veces si medio tengo una disputa con mi esposo, él es de Coahuila y a veces él me dice jugando, jugando me dice “hay india” le digo si a mucho orgullo a mucha honra pero tengo educación no como tú porque él dice muchas maldiciones y pues yo a veces también se me salen porque me ataca mucho. A veces los papás eso es lo que quieren evitar de tener una confrontación, por eso dicen es mejor uno conocido que uno por conocer, por eso dicen es preferible de alguien de aquí de la comunidad para que haya más respeto en armonía y todo porque si así si te casas con un extraño que tiene otras ideologías otras ideas, pues ese es el conflicto por eso a veces hay matrimonios que se separan y todo eso, porque a veces no llega a funcionar porque por la cultura porque son culturas diferentes es más fácil que tú te metas a su cultura a que ellos se metan a tu cultura.
Y se burlan de uno porque la miran a uno como que toda mensilla, toda cerrada, como yo en mis tiempo me acuerdo que vivía con mis abuelos y ni maldiciones ni nada y saludo y todo y ahora aquí, se queda uno así y la miran a uno como que menos porque uno no pelea
Al preguntarles sobre el trato de las parejas que viven en sus comunidades de origen, ellas opinan:
En mi caso, bien. Sí hay respeto y si algo anda mal él tiene derecho de que incluye a la familia: “oye sabes que, está pasando esto…”como los papás están de acuerdo ellos nos ayudan a solucionar porque a veces hay problemas que se pueden solucionar a veces no quieres que se enteren pero es mejor que se entere tu familia para que te puedan ayudar y yo siento que funciona mejor en la comunidad.
Al cuestionarlas sobre su percepción sobre el trato entre otras parejas de amigos o del mismo barrio de la misma colonia donde ahora viven, ellas refieren:
Pues mal, el simple hecho de que no tienen respeto hacia ellos, o sea que no se respetan entre ellos en pareja por ejemplo.
Yo también en mi casa, vive una señora que esa señora siempre me está echando pero ella tiene esposo y se va y viene otro señor y digo bueno, yo cuando menos soy india pero no soy como ella pero si a veces ve uno que si es cierto.
Lo bueno de nosotros es que cuando estamos embarazadas nos protegen mucho nos cuidan. Y en la ciudad eso no pasa es la diferencia. A nosotros nos tienen paciencia, aunque uno los corra, ellos se aguantan.
Capital social
El capital social ha sido ampliamente estudiado y entendido como “el agregado de los recursos reales o potenciales ligados a la posesión de una red social duradera de relaciones más o menos institucionalizadas de mutuo apoyo y reconocimiento –o en otras palabras, a la membresía de un grupo que provee a cada uno de sus miembros con el respaldo de la colectividad…” (Bordieu, 1986:249). En este caso se trata de un origen étnico compartido entre varios grupos indígenas que se reconocen a sí mismos como semejantes y con una solidaridad que se acentúa en la convivencia como grupo en un lugar que les es extraño, como el municipio de García, N. L. Al preguntarles a las mujeres a quien acuden cuando tienen una necesidad, ellas responden:
A veces entre conocidos, si yo conozco y le tengo confianza voy y le digo sabes que tengo esta situación ya me dice sabes que yo te puedo prestar o sea nos prestamos dinero sabemos que aunque veinte o treinta sabes que uno lo regresa, ese es el valor que tenemos nosotros por eso creo que tenemos responsabilidad de pagar, porque debemos…tarde o temprano pues ya sabes que ya tengo dinero y lo pagas. Y eso no lo ven en la gente aquí.
Si batallamos económicamente pero nos apoyamos o mi familia también me apoya, “oye mi hija si te falta algo” como mis papas este son producen pimienta entonces cuando hay pimienta ellos tienen dinerito extra y cuando ellos ven que entran a
la escuela, mi hija ten para los útiles de los niños, ellos se sacrifican en lugar de que mi esposo es lo que ve, es que no me importa de donde venga yo creo que es el valor el amor que a pesar de que ya estas grande en lugar de que tú los ayudes ellos te ayudan es que ellos siempre nos ayudan en las buenas y en las malas, cuando ellos tienen nos dan y cuando nosotros ellos también y de parte de mi suegra pues no.
Violencia social o discriminación
La violencia social es uno de los problemas que más se les presentan en la vida cotidiana, en su trato con las demás personas no indígenas que las rodean. A este respecto, ellas dicen:
Te dicen india mira esa india ridícula.
Muchas de las veces le toman a uno a mal que uno salude y si uno saluda no le contestan a uno se voltean.
A veces que hacemos una fiesta infantil y yo invito a mis gentes que yo conozco por mis primas, y una vecina que también la invito porque es vecina ellos no van a la fiesta. Yo sí me integro a ellos pero ellos a nosotros no.
Algunos sí, no se diga de gente mayor que es con la que mejor se lleva uno de gente mayor ya casi hablando de 50 y 60 ya gente de respeto también, ya gente que capta que también la tratan a uno igual y que saluda y que son gente más calmada.
Es lo que me dicen a mí que porque tengo familiares es mayor de edad y me dicen “te juntas con puras viejitas”, le digo porque con ellas me entiendo y con las de mi edad no me entiendo porque ellas hablan como las que hablan de aquí con maldiciones y a mí eso no me gusta y así me llevo más bien mejor con la gente grande.
Y es lo mismo que vengan de fuera que sean indígenas o que vengan de fuera que no sean indígenas por ejemplo los que vienen de san Luis Potosí, de Querétaro pero no indígenas, la gente de Nuevo León los trata también mal, es que creo que hay muchas personas de fuera la verdad hay muchas personas de fuera aquí en Nuevo León , de chavas pero como que la gente de Nuevo León esa misma nos ataca porque, porque a lo mejor se han quedado con puestos o cosas así ellos no luchan pero a lo mejor no lo aprovecharon personas que vienen de fuera, no les parece por eso mejor dicen que nosotros tenemos la culpa de que todo en Nuevo León sale mal: “fueron ustedes”.
hijos.
A veces no tienen seguro te dicen que tienen seguro cuando vas al seguro te dicen no, no tiene y ahí es donde uno dice hay pues que está pasando porque se supone que estás trabajando con seguro y ahora que lo necesito no hay seguro y ahí es donde dices entonces para mí lo siento como discriminación porque él no tiene seguro si también tiene derecho también está trabajando.
A mí que den amor y salud lo demás como venga, va y viene el dinero, pues nunca lo vamos a tener.
Al hacerles el comentario “Entonces ustedes no sufren por nada?” Por la familia, por los
En mi caso si tengo que mi esposo si es de aquí pero mi suegra nunca me ha querido dice que soy una india, ella si se mete mucho de hecho tuvimos problemas porque ella bueno yo veo que no ve bien a mis hijos. Y yo les digo sea lo que sea los trate como los trate pero no dejan de ser sus abuelos, si ella hace el feo ustedes no pero ellos si se dan cuenta y pues uno como de mamá yo veo que sí, uno si los lastiman se siente feo que le hagan eso a tus hijos en mi caso.
Yo que he trabajado en casa yo me llamo Juana Maria, me decía María, María, si yo entendía que por la india María, y nomas andaban atrás de uno atrás de uno y como uno dormía en la lavandería y luego la miraban a uno así, como uno no está estudiada, ni así como dice la ropa fina y todo eso como que la miran a uno así, la miran a uno así para abajo, pero eso si bien fregada, casi que lamiera uno el piso, pero como uno no es de aquí, porque uno es rancherito…
Nos dijo que nosotros veníamos de afuera, que nosotros teníamos que agachar la cabeza. (es el caso de la joven trabajadora).
Al preguntarles cómo las tratan cuando van a una oficina de gobierno, ellas responden:
Muy mal.
Porque llega una muy bien vestida y “pásele, pásele”, ya mero le ponen alfombra y a uno la dejan allá arrumbada como una hora.
Hasta en los mismo hospitales le preguntan a uno algo entonces uno quiere decir y no esperan ¿qué cosa?, te dicen “mejor páseme la hoja” como diciendo que no nos entienden. Como si no te vas a saber expresar o algo.
Fuimos a ver a un amigo, y a su mamá le dijeron que no podía verlo, y era hijo único de ella, ella quería ver a su hijo, si estaba bien, y no había hecho nada, nada más como llevaba los audífonos le dijeron que se parara y no se paró, lo agarraron y se lo llevaron y no nos hicieron caso, le cobraron 1,300 pesos, allá andábamos nosotros y no nadie nos hizo caso pero como yo andaba con lo que se eligieron de alcalde, yo dije bueno para algo debe de servir eso que me anduve asoleando, dije que hago por la mamá porque ella siempre se enferma de los nervios, de la presión, déjame ver que hacemos no dije déjame ir con aquella señora, porque a nosotros nos ignoraron a los demás si los pasaban a nosotros no ahí estábamos como si fuéramos bichos raros, dije no sabe que déjeme voy a ir con esta señora a ver en que nos puede ayudar o si no que nos oriente, no pues fui, llegamos y ella fue con el mero, no sé cómo se llama de Garcia, y ya habló con ella, pero ella si es de aquí no iba bien vestida pero ella si es de aquí ya hablo con ella y rápido la dejaron entrar, le dije no ponte detrás de ella así si nos dejan entrar por lo menos la mamá, le digo nombre casi les ponen alfombra y todo entonces si nos hicieron caso, porque mientras estábamos nada más nosotros, no.
Y hasta los mismos doctores son igual, la miran a uno, pues esta ni a reloj llega, no el celularcito que trae y también así según el sapo es la pedrada, también nos miran así.
y luego si se arregla uno también en la colonia si así ya no la bajan a uno de india, mira la gata ya se arregló, no ya se va al libramiento (carretera en la que mujeres sexoservidoras). De que se trata si se arregla una porque se arregla y si no porque estas bien fodonga. Uno trae el nopal enfrente.
Violencia en las calles
Además de los diversos tipos de violencia que viven las mujeres indígenas migrantes en García, Nuevo León, al preguntarles sobre la seguridad en sus colonias, al unísono contestan:
NO SON SEGURAS. En la calle hay drogadictos que pelean mucho, los muchachos. Vas caminando y nunca sabes en qué momento se agarran ahí en las escuelas, quiebran los vidrios. Ahí por Parajes ha habido como dos difuntos verdad, por ahí por la escuela, a balazos.
Fue un muchacho que supuestamente asaltaron / mataron por una gorra, algo así. En un baile colombiano pero yo digo que ya en ninguna colonia es seguro donde quiera ahorita hay violencia, donde quiera por mas privado y en lo más privado esta lo peor a veces adentro está como que yo que estoy enfrente del polvo. Estaba en el parque con una muchacha el niño era muy trabajador, el trabajando en el mercado con su papá y así, y le dieron un machetazo y una pandilla se estaba peleando y él estaba sentado en la plaza y le dieron un machetazo y se murió.
Con respecto a la existencia de presencia policiaca en las colonias, una de ellas detalla:
Una vez a mi esposo le tocó trabajar aquí por satélite. Y era un sábado y tomaba la ruta para el centro y del centro tenía que trasbordar el metro ahí por Cuauhtémoc, él iba caminando, no se cambiaba se iba así con su ropa de trabajo y lo agarraron y llego a la casa así todo asustado y le acababan de pagar, dice “Es que los policías me checaron y me agarraron el dinero”. Pero porqué, no tomaste”, no pues, como que se le cerro el mundo entonces cual es la seguridad, dice no pues, llego sin dinero y le dije como te viniste, pues en el metro me dio chance el guardia porque realmente no llevaba alcohol pues si viene alcoholizado pues lógico, y no si dice “pues de quien nos vamos a cuidar”.
Yo donde vivo todos los días pasa la policía y siempre anda así y una vez me tocó que llevaban a un muchacho atrás y después se metieron al monte y ya no salieron y después volvieron a pasar )
Trata de personas
Tanto los grupos de migrantes centroamericanos que cruzan por nuestro país, como los propios migrantes indígenas mexicanos están expuestos a ser presa del crimen organizado. De manera espontánea, en el grupo se expusieron dos casos, que son los siguientes:
Yo tengo conocidos que son de allá de mi comunidad y sé que están en Monterrey pero yo he buscado y no sé nada de ellos, que han venido ya años, no sé, dicen que trabajan aquí, pero las mamas les pregunto dame la dirección, no, no tienen ni datos, no saben ni dónde, y aquí yo, como ahorita hay redes sociales, y nada, quien sabe dónde estarán, o con quien estarán. Porque hace como ocho meses también se trajeron un primo
mío, muchacho bien simpático, se lo trajeron unas señoras como señoras ya grandes, se lo trajeron pero como él aparentemente no tiene nada, pero es sordo, también lo trajeron aquí a Monterrey, yo lo busqué, traté de localizarlo los que conozco les platiqué que había venido un muchacho, mi tía casi se desmayaba porque su hijo, sí sabe comunicarse a señas caseras, no si sabe escribir o comunicarse en un dialecto. Yo creo que lo trajeron pero era para prostituirlo, pero él inocentemente como nunca había salido del rancho y aquí lo tenían y también, y conocí bueno antes trabajaba una prima le hablamos al señor, es muy buena gente le platicamos que si conocía la ciudad y sí, andaba por San Nicolás ahí lo tenían encerrado en una casa y haz de cuenta que rentaron un cuarto y en la noche iban y lo sacaban pero las vecinas nadie se daba cuenta, pero ahora como el celular que tiene GPS por medio de eso lo localizaron y ya se lo llevaron pero ya el daño estaba hecho y todo… y es hombre, imagínate las niñas.
Yo digo que está haciendo el gobierno, hace poco que también llevaron una muchacha que estaba en Nueva York, no saben cómo llegó allá pero ya se la llevaron en un ataúd, ahora en vacaciones que estaba allá, y avisaron que había fallecido que ya la identificaron, pero ya para qué, sin vida, y chavillas que son de veintitantos años.
A la pregunta directa sobre lo que ellas creen que les hace falta de parte de las instituciones, ellas respondieron:
Pues un milagro, pues realmente sería un milagro para que nos hagan caso, porque hasta ahorita nadie puede hacer nada, nadie.
La violencia es un grave problema social en la actualidad, en todos los ámbitos de la vida humana. En este trabajo se ha pretendido tener un acercamiento a la violencia que las mujeres indígenas migrantes viven en el Municipio de García, Nuevo León. Y sus voces se han plasmado a lo largo del trabajo y con sus palabras es posible concluir, con respecto a la desigualdad de género, fuera de que en sus comunidades de origen se considere que una mujer “vale una vez”, refiriéndose a la virginidad, y que sus padres prefieren tener hijos varones, los roles asignados son similares a los del resto de nuestra sociedad. Sin embargo se percibe en ellas una mejor disposición a la doble jornada del trabajo si es necesaria su participación y al parecer, si esto
ocurre, hay una colaboración en la ejecución de las labores domésticas.
Con respecto a la violencia familiar, ellas prefieren hablar en tercera persona, de otras que no son ellas mismas, antes de que compartan sus propias vivencias al interior de sus hogares. El miedo es sin duda una constante en la vida de las mujeres: miedo por lo que les pase a ellas mismas, miedo por amenazas hacia sus familiares, miedo por la capacidad de cochecho y soborno, miedo a la impunidad y miedo a la doble violencia que reciben cuando denuncian.
El trabajo que realizan fuera del hogar no es formal, es por días, dos o tres a la semana, en los cuales concilian sus labores domésticas con los horarios escolares de sus hijos. Ellas sufren discriminación en su trabajo, carecen de los servicios mínimos de prestaciones sociales y viven abusos por parte de sus patrones, con bajos sueldos y exceso de trabajo.
La combinación entre la cultura de origen y en la que ahora tratan de integrarse les obliga a transitar entre unas y otras demandas sociales de manera práctica, sin complicarse por estar en una u otra esfera cultural, demostrando con ello un alto grado de adaptabilidad a las circunstancias que tienen que enfrentar en la vida cotidiana.
La violencia social y la discriminación son constantes en sus intercambios con los otros grupos de colonos. Se sienten menospreciadas, ofendidas con palabras como “chiriguilla” y otros términos peyorativos por parte de sus vecinos. Perciben que la sociedad nuevoleonesa en general no admite bien a los y las migrantes sino que les culpan de las situaciones de desventaja que se agudizan en el tiempo. El trato que reciben por parte de las instituciones, por los servidores públicos en general es de menosprecio y de humillación.
Ellas y sus familias se mueven en un espacio carente de toda seguridad en las calles, en las escuelas y en sus propios hogares, recibiendo acoso hasta de los propios guardianes del orden. La última respuesta que dan a la pregunta lo dice todo: ¿Qué les hace falta por parte de las instituciones? Un milagro para que nos hagan caso, porque hasta ahorita nadie puede hacer nada, nadie. Ellas se sienten en abandono total.
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